
Bertín Osborne ha empezado el nuevo año con mal pie. A la muerte de su amigo Arévalo se une el nacimiento del bebé de Gabriela Guillén, que ya no quiere ni oír el nombre del cantante, y haber sufrido coronavirus, algo que le obligó a cancelar por segunda vez el concierto que tenía previsto en Alicante este lunes.
Ese mismo día por la tarde, el programa Y ahora Sonsoles aseguró que Bertín está dispuesto a recompensar lo antes posible la paciencia de sus seguidores. Y por eso ha fijado una nueva fecha, lo antes posible, para la celebración.
El concierto, que ya había sido cancelado previamente, tendrá lugar el domingo 4 de febrero en el mismo lugar, el Auditorio de Música de Alicante.
Además, tal y como se contó en el programa, todas las entradas adquiridas para el concierto cancelado del lunes serán válidas para esta nueva fecha.
El cantante y presentador trata así de pasar página tras este funesto comienzo de año, donde su entrevista en Hola parece haber sido un nuevo disparo en el pie mediático por parte de Bertín.
El popular cantante, que es quedó sin voz a consecuencia del coronavirus, no pudo ir a la despedida de su amigo Arévalo a causa del virus. Su deseo hubiese sido viajar a Valencia para arropar a la familia del humorista -con los que tiene una estrecha relación- en este durísimo trance.
Aislado en su domicilio de Madrid, el firmante del disco "Ranchero" se enfrenta a las últimas informaciones que apuntan a que Gabriela, enfadada, ni siquiera piensa hacerse las pruebas de paternidad para demostrar que el hijo es del cantante, ya que su decisión es criarlo en solitario y sin ningún tipo de ayuda económica.


