Kim Kardashian ha revolucionado Madrid con su inesperada presencia el pasado fin de semana. La empresaria estadounidense visitó nuestro país para que su hijo Saint West, aficionado al fútbol, asistiera al partido entre el Real Madrid y el Real Valladolid que tuvo lugar el pasado domingo en el Santiago Bernabéu. La estrella de la telerrealidad llegó a la capital y su primera visita consistió en conocer de primera mano las instalaciones del club blanco en Valdebebas, además de conocer en persona a algunos futbolistas como Jude Bellingham o Vinicus Jr.
Tras su inesperada visita a la Catedral de la Almudena, el domingo revolucionó el Bernabéu con su asistencia al primer partido de la temporada de los blancos en su estadio. Kardashian se lo pasó en grande viendo a su hijo formar parte del grupo de niños que acompañaron a los jugadores al inicio del encuentro y tras la victoria de los de Ancelotti, Kim, su hijo y sus amigos pudieron jugar en el césped y hacerse fotos con otros jugadores como Courtois.
Sin embargo, lo que más ha llamado la atención son las fotos que Kim Kardashian compartió con el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, que la recibió en el palco de honor. Una curiosa imagen que nadie esperaba ver y que ha revolucionado al madridismo por mezclar dos mundos completamente diferentes. "La persona más seguida del planeta haciéndose un selfie con la mayor estrella del fútbol mundial", apuntó un seguidor blanco en redes sociales.
No es la primera vez que Kim Kardashian visita un estadio de fútbol europeo y procura que su hijo disfrute de varios partidos cuando su agenda se lo permite. El año pasado se dejó ver en los palcos del Emirates Stadium del Arsenal y en el Parque de los Príncipes del PSG. El grupo fue recibido con todos los honores: les obsequiaron con varios regalos, conocieron personalmente a jugadores para hacerse fotos e incluso posaron con Nasser Al-Khelaïfi, presidente del club.
Saint West, fruto del matrimonio entre Kim Kardashian y Kanye West, es muy aficionado al fútbol o, como se conoce en Estados Unidos, soccer. El pequeño de ocho años juega en una liga local y Kim asiste a muchos de sus partidos. Gracias a su influencia, Kardashian consigue que tanto su hijo como sus amigos puedan conocer a estrellas mundiales.