
Van a cumplirse dieciséis años este 25 de junio de la inesperada muerte de uno de los mayores ídolos del pop, Michael Jackson. En su alocada vida personal, tuvo tres hijos. Dos por inseminación artificial y un tercero por gestación subrogada. Aquellos primeros bebés fueron, un varón y una niña, Paris. Ésta, tiene anunciada desde hace tiempo su boda este verano.
Público y notorio era que Michael Jackson no era precisamente un seductor de mujeres. Pero por razones que nunca se supieron decidió de la noche a la mañana casarse el 15 de noviembre de 1996 en una ceremonia que no puede considerarse habitual, más bien algo estrafalaria, en razón de quién era el novio. Respecto a la novia, se trataba de la enfermera Debbie Rowe, que había conocido al cantante quince años atrás cuando acudía a la clínica dermatológica donde ella prestaba sus servicios para ser tratado de su enfermiza obsesión por ser blanco; lo que naturalmente nunca consiguió. Sí desde luego que su piel apareciera menos oscura. Y en esos quince años, ambos cultivaron cierta amistad, que nunca pudo probarse fuera de carácter sexual, ni siquiera de enamoramiento platónico. Pero se casaron.
Debbie Rowe, de alguna manera, sentía algo por Michael Jackson. No idolatría, desde luego, aunque admirara su condición de ídolo musical. ¿Lástima, ternura, mezcla de ambas? Cuando decidieron ser padres, sin acceder al acto sexual, ella lo explicaba así: "Lo hice para que él se convirtiera en padre, no porque yo quisiera ser madre". Estaba claro. A Michael le atraían los niños. En su mansión recibía a muchos de ellos. Acabó siendo acusado de pederastia, aunque pudo librarse de condena alguna.
Ser padre de aquellos dos primeros retoños en una clínica de Beverly Hills, en Los Ángeles, le llenó a Michael de una alegría como nunca había disfrutado. A la niña quiso que la inscribieran con los nombres de Paris Michael Katherine. Lo de Paris, adujo, que fue porque en la capital francesa había sido concebida. Nunca pudo probarse o hacerse pública tal confesión, tratándose como decíamos de una inseminación artificial. La niña vino al mundo en 1998, un año más tarde que su primer hermano. No eran, por lo expresado, hijos biológicos del mito más grande del pop de los 80. Tuvo Paris unos padrinos de excepción: Elizabeth Taylor y el ídolo infantil del cine McCauley Culkin. En sus años infantiles, por obligación paterna, París y su hermano salían del casoplón familiar con sus rostros tapados para que las fotos que les hacían los ocultaran. Una manía de Michael, también obsesionado para no ser víctima de alguna enfermedad causada al respirar.
Tarde o temprano, se veía venir que aquella pareja no tardaría en separarse. Como así sucedió. El divorcio lo firmaron el año 2000. Sus respectivos abogados pleitearon hasta acordar que los dos hijos estarían bajo la potestad del padre. La madre, se desentendió de los niños una vez que aceptó las exigencias de Michael, dulcificadas por una generosa indemnización, si así puede llamarse, para no tener problemas económicos el resto de su vida.
La vida de la hija de tan disparatada pareja, Paris Jackson, se dedicó desde muy joven a vivir de las rentas paternas y a convertirse ya adolescente en modelo, actriz y cantante. No ha sido en esas actividades ninguna estrella que llamara la atención, salvo de los periodistas, únicamente por el apellido que lleva.
Cuando murió Michael Jackson, París tenía once años. Lloró intensamente la pérdida. En los oficios religiosos manifestó lo mucho que lo quería. Hizo de su existencia lo que le vino en gana. De su faceta musical, sin que este tema fuera algo llamativo, citamos su primer disco, un sencillo que contenía el título "Let Down".
Paris Jackson se considera multirracial, negra, con una cultura afroamericana. Desde los quince años comenzó a consumir drogas. Problemas ha tenido siempre. Sin afirmarlo, pero dándolo a entender, ha mantenido relaciones con hombres y mujeres, aunque en 2022 anunció estar comprometida con el productor musical Justin Long. Él, llegado diciembre del año pasado, le pidió matrimonio, encontrándose en Budapest, en un café. Ya en Estados Unidos firmaron un acuerdo nupcial. Según acordaron la boda podría celebrarse este verano, sin fijar fecha y lugar. Indecisión muy propia de Paris Jackson, de quien se recuerda su paso por algunas clínicas donde los médicos determinaron que padecía a menudo de problemas mentales. Tal vez nos equivoquemos, pero lo mismo esa boda se retrasa indefinidamente o sucede de la noche a la mañana sin que lo anuncien previamente. Cosas de este friki personaje femenino.