
La familia Ortega está sumida en una gran tristeza tras el fallecimiento de Michu, expareja de José Fernando Ortega y padre de la pequeña Rocío, una niña muy querida por todos a pesar de los desencuentros del pasado con su madre. La situación de la niña es complicada no solo por la pérdida temprana de su progenitora, sino por la situación delicada en la que todavía se encuentra José Fernando, recuperándose todavía de sus problemas de salud.
Según desvelo Beatriz Cortázar en la Crónica Rosa de Es la mañana de Federico, José Ortega Cano está "desolado pero sereno, en eso le sale el torero": "Está con la cabeza en su sitio y hablando con coherencia porque se están diciendo tantas barbaridades... Que si la madre le ha dejado al abuelo ‘en herencia’ a la niña. Estas cosas no son así".
El clan está arropando a la familia de Michu, a la niña de ocho años y a José Fernando, ya que fue "su única relación seria y es la madre de su hija". "Él me aclaró que José Fernando está en el centro por sus problemas de salud mental y todos consideran que, de momento está mejor así, tutelado y más controlado (...) Tiene una enfermedad y un problema pero un gran corazón".
Además, recordó que el joven tiene la patria potestad de la niña "y todo el mundo se está olvidando de que tiene un padre". "La abuela materna salió diciendo en los medios que quiere llevar a la niña. Veremos. De momento Ortega me dice que nadie está hablando de eso, que salga de su casa ni cambie de vida".
"Muchu y su madre tampoco tenían la relación que creíamos, seguramente porque no estaban de acuerdo en muchas cosas. La pobre no tuvo una vida ejemplarizante. Pero lo prioritario es la niña y todo se hará con serenidad y calma, todo siempre bajo el amparo legal porque es una menor", aseguró.
