Dos series de televisión auparon en todo el mundo a David Hasselhoff, un actor norteamericano nacido en Baltimore, estado de Maryland, (que el reciente 17 de julio celebró sus setenta y tres años), en 1982 "El coche fantástico" y siete años más tarde "Los vigilantes de la playa".
La duplicidad de esos éxitos no es frecuente en un mismo actor. Que se ganó una fabulosa audiencia pilotando un automóvil "con conciencia propia". Aún estaba lejos de aparecer lo que hoy se conoce como Inteligencia Artificial. Cuatro temporadas llevaron a David Hasselhoff a lo más alto de popularidad entre las series de televisión más vistas. Competía "El coche fantástico" con "El equipo A", ganándole en audiencia. El personaje de David era Michael Knight. La novia del actor era por entonces Catherine Hickland, quien apareció como actriz invitada en algunos capítulos. Transcurría 1984, él le regaló un anillo de pedida, se casaron, durando su convivencia un quinquenio.
Justamente en 1989, coincidiendo con su divorcio, protagonizó la otra serie mencionada, "Los vigilantes de la playa", en el papel de Mitch Buchannon, que antes había rechazado Tom Selleck. Cuando iba a desaparecer de la programación en la cadena, David Hasslhoff, que había ganado mucho dinero, se convirtió en productor, asumiendo los gastos para que "Los vigilantes de la playa" continuara divirtiendo a millones de telespectadores. No se equivocó, y lo invertido en dólares repercutió al final en sus abultadas finanzas. Ciento cuarenta y dos países emitieron la serie.
Aquel 1989 fue un año brillante para el actor, pues en su otra faceta de cantante destacó en Alemania con su disco "Looking for freeedom", que fue número 1 en las listas. Cuando David acudió a Berlín y actuó ante el famoso muro, su popularidad alcanzó un momento importantísimo en su carrera musical: ningún otro artista norteamericano había hecho tal cosa.
Desgraciadamente es frecuente que grandes ídolos del mundo artístico malogren su carrera cuando están en lo más alto, a causa de sus aducciones, como le pasó a David por su reiterado alcoholismo. Si ya había sufrido la ruptura con su primera esposa, su mala vida le costó su segundo matrimonio con Pamela Bachalgo, con quien se había casado en 1989. Ella ya no podía soportar a su marido verlo hecho un guiñapo cuando llegaba a casa borracho como una cuba. Inútiles fueron las veces, trece, que fue hospitalizado para desintoxicarlo de sus excesos etílicos. En 2002 fue ingresado en la clínica Betty Ford, especializada en tales casos. La familia estaba destrozada: tenían dos hijas, Hayley y Taylor-Ann, quienes sufrieron tan duro drama. Fueron tres los largos procesos de rehabilitación que atravesó el actor.
No sabiendo qué hacer, una de sus hijas resolvió grabar un video donde aparecía el actor tendido en el suelo, consecuencia de una de sus "merluzas". Vídeo que distribuyó para ver si así, cuando estuviera cuerdo, se avergonzaba de su conducta. Pero, que si quieres arroz, Catalina. Él siguió con sus malos pasos por bares y tabernas, por mucho que en su casa le escondieran las botellas. En 2006, Pamela Bach se hartó, iniciando los trámites de divorcio.
A David le costó superar su adicción alcohólica. En la actualidad es un alcohólico rehabilitado, pero su notoriedad artística ha descendido hasta ser una mala copia de lo que fue hace treinta y tantos años, un ídolo atractivo, con su metro y noventa y tres centímetros de estatura. Cuando lo entrevisté la penúltima vez que estuvo en Madrid, me sentí casi un pigmeo a su lado. Regresó a nuestra capital en 2004, tomando parte en el programa de Antena 3 "Mask Singer, adivina quién canta", donde apareció bajo la máscara de un hipopótamo.
Ahora, su físico acusa sus desmanes del pasado. Es jurado en la versión norteamericana de "Got Talent", donde conoció a quien es su actual mujer, Hayley Roberts, veintisiete años más joven, con quien formó pareja en 2018. Además de ese mencionado trabajo, David Hasselhoff ha añadido un género musical a su faceta de cantante, interpretando piezas de heavy metal.