
Con cuatro entregas emitidas y un pérdida progresiva de espectadores, ya podemos calificar de rotundo fracaso el estreno de La familia de la tele, el nuevo programa de TVE producido por Óscar Cornejo y Adrián Madrid. El nuevo magazine de La Osa, que recupera caras del difunto Sálvame con rostros de la nueva etapa de la cadena pública, como Inés Hernand, arrancó el pasado lunes con audiencias poco esperanzadoras que, con el paso de los días, no solo han ido empeorando sino que han terminado afectando directamente a otros productos de la cadena como Valle Salvaje, La promesa y Aquí la tierra.
Este jueves fue un día particular, pues el anuncio del nuevo Papa de Roma alteró la programación de todas las cadenas. No obstante, el primer bloque de La familia de la tele se emitió con normalidad y los datos cosechados empeoraron los de días anteriores. Hasta las 18:04 de la tarde, el espacio de María Patiño consiguió un 9,1% de share. Dato que incluye la serie Valle Salvaje, que marcó 10,1% y medio capítulo de La promesa que hizo un 12,8% y que fue interrumpido para dar comienzo al especial sobre el papa, Fumata blanca: Habemus papam, que mejoró considerablemente la tarde con un buen 14,5%.
Ahora bien, si separamos las novelas del programa, un día más La familia de la tele queda relegado a la cuarta opción de la tarde por detrás de otros productos como Sueños de Libertad, que marcó un 13,9% de share, seguido de Y ahora Sonsoles, con un 11,5%, y TardeAR con un 9,1% de share.

Nervios en TVE y la petición de Hernand
A pesar de los pésimos datos obtenidos estos primeros días, su presentadora Inés Hernand no pierde la esperanza y cree que serán capaces de remontar. Por ello ha pedido paciencia a TVE en su podcast Saldremos Mejores, que comparte con Nerea Pérez de las Heras. "Nos tenemos que oler los culillos en el pipicán y en esas estamos", ha expresado sobre el periodo de adaptación que necesita el equipo y la audiencia. Cree que el programa tiene "todos los ingredientes" que desea el público aunque admite que "las cosas se tienen que ajustar".
Cree que uno de los problemas del estreno del programa es haber "heredado en exceso" los códigos internos del universo Sálvame y dar por hecho que todos los espectadores participan de ello. Aún así, cree que el desfile fue "como un accidente que no puedes dejar de mirar": "Todo era muy código interno, de cosas de las que tienes que estar muy al tanto", dijo, poniendo como ejemplo el sonado encuentro público entre Marta Riesco y Rocío Carrasco. Un momento "solo relevante" para los seguidores de Telecinco y que pudo resultar "críptico" para el espectador generalista de TVE.
Pide paciencia a Tve para intentar "analizar qué se hace bien y qué se hace mal" y tener tiempo de reacción. "Es mucho mejor trabajar sin expectativas, pero yo, como soy una persona altamente ilusionante, me dejo ilusionar", confiesa añadiendo que, aunque el dato de audiencia "es objetivo", cree que el sistema de medición de audiencias de "falso, tramposo y obsoleto".
Mientras los nervios inundan los pasillos de Tve, pues las expectativas que habían puesto en este proyecto están muy lejos de los resultados obtenidos, Inés Hernand confía en que la pública no tome decisiones apresuradas: "Yo tengo paciencia, pero hay mucha gente que no la tiene. Estamos muy poco acostumbrados a los medios plazos, pero en esas estamos, queridas mías, con paciencia y tranquilidad. Instamos a que se tenga paciencia. Habrá que tener paciencia". Cabe recordar que por el momento se han firmado 65 entregas del programa, pero su cancelación podría llegar si no son capaces de remontar las audiencias.