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Maite huye embarazada al sur en los años 60: lujo y libertad en la última novela de Silvia Grijalba

Un retrato de la Costa del Sol en una novela de mujeres valientes y noches interminables.

La escritora Silvia Grijalba, durante su entrevista en Es la Mañana de Federico. | Libertad Digital

Silvia Grijalba ha acudido a Es la Mañana de Federico para presentar Aquellas noches eternas, una novela ambientada en la Costa del Sol de los años 60. Con una protagonista que rompe los moldes y los escenarios del lujo de la época, la autora mezcla la crónica social, la historia y la ficción en un homenaje a las mujeres que decidieron vivir según sus propias reglas.

La historia comienza en 1963. Maite, una joven asturiana, escapa de una vida marcada por el conservadurismo tras negarse a abortar por presión de su prometido. Decide tener a su hijo sola y mudarse a Torremolinos, donde trabaja en el mítico hotel Pez Espada, refugio de celebridades como Ava Gardner o Sean Connery. La asturiana pronto buscará su sitio en Marbella, entre el ajetreo nocturno y los negocios que definieron aquella época.

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"Elegí que el personaje viniese desde Oviedo a propósito, y cuando llega a Torremolinos descubre que puede hacer un montón de cosas que ni se le habían ocurrido, cumple sueños que ni había pensado en ellos", explicaba Grijalba sobre su novela.

Un retrato social

La novela teje la ficción con la historia real del Torremolinos de aquella época. Entre sus páginas desfilan figuras icónicas como Gunilla von Bismarck, Grace Kelly, Jaime de Mora y Aragón o el empresario José Banús, retratados desde una perspectiva cercana y, a veces, crítica.

Grijalba no oculta las contradicciones de aquellos años: el brillo de la libertad convivía con las sombras del franquismo y la hipocresía social. Ella lo tenía muy claro: "No quería hacer una crónica, quería hacer una novela con personajes revolucionarios", explicaba la autora de obras como Alivio Rápido o Atrapada en el Limbo.

La escritora, que también habla sobre música y ha dirigido festivales del movimiento poético (spoken word), ha impregnado la novela de referencias musicales y gran sensibilidad rítmica. Algo que no es casual, ya que el personaje principal, se enamora de un mánager de un grupo yeyé, y el mundo del espectáculo forma parte del trasfondo emocional de la trama.

Estos toques culturales, que abarcan desde la música hasta el retrato de toda una época, reflejan la mirada amplia de Silvia Grijalba, quien compagina su actividad como escritora y periodista con la dirección del Instituto Cervantes en Nuevo México. Ahora también han abierto una cátedra en Puerto Rico para promocionar "la cultura en español y dar clases de español para extranjeros", ha explicado.

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Grijalba dedica el libro a su padre: "Me enseñó a ser una verdadera hija de Torremolinos", y con esta obra reivindica el legado emocional y cultural de una generación marcada por los cambios y el deseo de libertad.

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