
El fenómeno de Bad Bunny sigue imparable. El artista, que inicialmente había anunciado 24 fechas para su gira mundial Debí tirar más fotos, ha ampliado el tour hasta alcanzar 57 conciertos en 18 países y 4 continentes debido a la abrumadora demanda.
Su último álbum no solo ha cautivado a sus fans por su carga emocional, sino también por su profundidad cultural. No es simplemente un homenaje a Puerto Rico, sino una forma de retratar, documentar y construir archivo de un Caribe que resiste a pesar del tiempo, reafirmando su identidad a través de la música y la estética que lo caracteriza.
El show promete ser un auténtico espectáculo visual y emocional. Con un escenario en Puerto Rico de grandes dimensiones y diseño temático, Bad Bunny rinde homenaje a la cultura puertorriqueña a través de una cuidada escenografía que recrea paisajes del país entre maleza, fauna y naturaleza tropical. Además, la producción incluye referencias a su vida personal, al otro extremo de las gradas, justo frente al escenario, se ha colocado una réplica de su propia casa. Un gesto simbólico que refuerza el vínculo íntimo del artista con sus raíces y su identidad puertorriqueña. Más que una escenografía, se trata de un homenaje a la historia de la isla, tierra natal del cantante, quien, tras años residiendo fuera, expresa con melancolía el deseo profundo de volver.
El artista ha logrado unir a seguidores de diferentes países a través de ritmos latinos y puertorriqueños, dando a conocer y difundiendo su cultura a nivel global.
La expectación por esta gira era enorme y, al parecer, va a cumplir con creces. El impresionante escenario de la artista ha causado auténtico revuelo en redes sociales, generando miles de comentarios y muestras de admiración entre sus seguidores.
Así luce el escenario de Bad Bunny pic.twitter.com/XtYmJr1PY9
— Indie 505 (@Indie5051) July 15, 2025
De esta forma, Bad Bunny confirma no solo su capacidad artística, sino también su influencia cultural y económica. Las entradas para la gira oscilan entre los 83,30 € para las gradas más económicas y los 615,80 € en formato VIP, reflejando el alto nivel de demanda y el impacto global del "Conejo Malo". La producción, que ha generado millones en ingresos y ha sido reconocida: "No mentían cuando decían que la producción del evento iba a estar en otro nivel".
🚨Parte del escenario para la residencia de Bad Bunny en el coliseo de Puerto rico.
No mentían cuando decían que la producción del evento iba a estar en otro nivel 🫠 pic.twitter.com/7KNXu5XTMC
— ElQaddy (@ElQaddyy) July 11, 2025
Los símbolos de Bad Bunny: las sillas de bar
Debí tirar más fotos ha incorporado un pequeño pero poderoso símbolo visual: dos sillas blancas entre la maleza. Este elemento, presente en la estética del álbum, se ha convertido en el eje de una efectiva campaña de marketing que Bad Bunny utilizó para anunciar su gira y las ciudades donde se celebrarán los conciertos. La simbología ha calado entre sus seguidores, y es fácilmente reconocida generando gran expectación.
Vistazo cercano al escenario de la residencia de Bad Bunny en Puerto Rico. 🤯🇵🇷 pic.twitter.com/q8TrMF53bF
— Bad Bunny Network (@badbunnynetwork) July 11, 2025
La música del Conejo Malo
Pese a que muchos opinan que sus canciones utiliza melodías minimalistas y estructuras sencillas, esto responde a las características propias del reggaetón, un género que prioriza el ritmo, la lírica directa y la producción por encima de la complejidad armónica. Aun así, el éxito global del artista demuestra que en esa aparente simplicidad hay una estrategia creativa eficaz.
Bad Bunny ha sabido destacar por su capacidad de innovación, tanto en las letras como en la producción musical, y por una conexión genuina con su cultura de origen. Su dominio del mercado no se basa solo en fórmulas repetidas, sino en una constante evolución artística que lo mantiene relevante y único. Si su música se limitara a la simpleza, el mercado ya estaría saturado. La música del artista ha ganado múltiples premios Grammy.


