Unas buenas magdalenas con un trozo de chocolate es una merienda típica en España, estas pueden ser de chocolate, de limón, simples.... hay miles de variantes pero, lo más importante son los ingredientes. Por ello, darle de merienda a los más pequeños una o dos magdalenas después del colegio no es una mala idea siempre y cuando se haya elegido el de mejores ingredientes o se hayan elaborado en casa.
Desde Libertad Digital te ofrecemos una versión saludable y no tradicional ya que la elaboraremos con plátano y cacao. Una mezcla deliciosa para una buena y saludable merienda. Esta receta es fácil y rápida de hacer y, por supuesto, puedes incluir a los niños en la práctica y creación de las magdalenas de plátano y chocolate. Obviamente, como siempre, el relleno puede ser chocolate, alguna mermelada que guste en casa, sin relleno... a la elección personal. Eso sí, coge papel y bolígrafo y apunta la receta.
Ingredientes:
- tres plátanos
- cuatro huevos de gallina
- 70gr de harina de avena
- 45ml de bebida de coco
- 40gr de harina de arroz
- 30ml de aceite de oliva virgen extra
- 20gr de cacao puro en polvo
- 15gr de harina de trigo sarraceno
- 15gr de almidón de tapioca
- 10gr de levadura química en polvo
- una cucharadita de canela
- una cucharadita de bicarbonato de sodio
Preparación:
Lo primero que debemos hacer es pelar el plátano y machacarlo con ayuda de un tenedor. Luego batimos los huevos con unas varillas, una vez los tenemos añadimos la bebida de coco y el aceite y los mezclamos bien.
Ahora añadimos los plátanos a la mezcla y mezclamos bien. En un bol diferente mezclamos todos los ingredientes secos entre sí.
Una vez los tenemos, mezclamos ambos boles, echamos los ingredientes secos sobre los líquidos. Removemos hasta integrarlos todos bien. También aquí es momento de poner a precalentar el horno a 180ºC.
A continuación vertemos la mezcla sobre los moldes elegidos para nuestras muffins, también pueden hacerse donuts simplemente poniendo un molde de donuts. Horneamos durante 20 minutos con calor arriba y abajo y, una vez fríos o templados, están listos para disfrutar.