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Receta: salsa pesto en pocos pasos

La salsa pesto normalmente la vemos acompañada de pasta, pero para la carne queda perfecta también. En LD tenemos la receta tradicional y sencilla.

La salsa pesto normalmente la vemos acompañada de pasta, pero para la carne queda perfecta también. En LD tenemos la receta tradicional y sencilla.
Salsa de pesto casera. | Pixabay/CC/blandinejoannic

La salsa pesto es una de las salsas para pasta más conocidas de la cocina italiana. Aunque la más conocida es la salsa pesto genovesa, cuyos ingredientes son albahaca, ajo, piñones, queso y aceite de oliva, también existe el pesto rojo siciliano, elaborado con tomates secos, pimientos, queso pecorina y aceite, o el pesto de Trapani, también de Sicilia, que en este caso lleva tomates, almendras, albahaca y ajo…

El pesto casero es una verdadera delicia y le aporta un frescor a nuestras recetas de pasta genial. A parte del pesto verde, podemos hacer pesto rojo, que se realiza con tomates secos o pesto amarillo, este es menos común y lleva nueces y ají, entro otros muchos. Aunque la receta tradicional es la de pesto de albahaca.

Respecto al queso, se pueden usar varios tipos de queso, parmigiano reggiano, pecorino etc… pero tradicionalmente se usa parmesano. Si no disponemos de él, podemos usar un queso curado de vaca que dará el pego.

En Libertad Digital hemos querido darle un toque especial a la salsa pesto que tan solo tiene una diferencia, a esta se le añade un puñado de espinacas. Una vez lista la salsa la podemos guardar en la nevera y echarla a un buen plato de pasta, un filete gordo y rico.... incluso le puede quedar bien a un pescado. Coge papel y bolígrafo y apunta esta rica y sencilla receta.

Ingredientes:

  • 30gr de albahaca fresca
  • 30gr de queso parmesano
  • 20gr de piñones
  • un diente de ajo
  • 50gr de aceite de oliva virgen extra
  • sal

Preparación:

Lo primero que debemos hacer es rallar el queso parmesano y poner a tostar los piñones en una sartén. Cuando están casi listos le añadimos la albahaca, el ajo y la sal. Mezclamos bien.

El siguiente paso es triturar bien la mezcla hasta conseguir la textura que deseemos, luego añadimos el aceite de oliva y volvemos a triturar. Ya tenemos listo nuestro peso, lo podemos guardar en la nevera (dura varias semanas) o echarlo al plato de pasta, pizza o ensalada, incluso sirve con carne, que más deseemos.

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