Liébana y La Hermida, en el corazón de Cantabria
El Valle de Liébana y el Desfiladero de la Hermida: dos paisajes de los que enamorarse en el corazón de Cantabria.
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El monasterio de Santo Toribio de Liébana.
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Los peregrinos y los viajeros se hacen fotos en la Puerta del Perdón.
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La iglesia gótica del monasterio de Santo Toribio.
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La sobrecogedora vista desde el Mirador de Santa Catalina.
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Una vista del Hotel Balneario de la Hermida y su excepcional entorno.
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El Balneario de la Hermida, junto al río Deva.
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La entrada al Hotel Balneario de la Hermida.
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La cafetería con vistas del Hotel Balneario de la Hermida.
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La zona de piscina del Balneario de la Hermida.
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Uno de los tratamientos del Balneario de la Hermida.
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Bacalao con pimientos y cebolla, un ejemplo de la cocina del Hotel Balneario de la Hermida.
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El río Quiviesa desembocando en el Deva a su paso por Potes.
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Arquitectura tradicional en Potes.
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El río Deva en Potes.
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La plaza de Potes, con la Torre del Infantado a la derecha.
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Una de las salas del interesantísimo Centro de Interpretación sobre el Beato de Liébana en la Torre del Infantado de Potes.
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El cocido liebaniego, un plato imprescindible.
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El teleférico de Fuente De asciende hasta más de 1.800 metros en un paisaje abrumador.
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La llegada de una de las modernas cabinas del teleférico.
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El entorno del teleférico es grandioso.
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Los impresionantes picos alrededor de la estación del teleférico.
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Otro de los picos en el desolado paisaje de alta montaña.
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Una imagen del increíble entorno del circo de Fuente De.
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Una cabra que parece tener un instinto de modelo que puede convertirla en el inquilino más conocido de la montaña.
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