Como buen nómada que va de restaurante en restaurante por Madrid es normal que acabes en uno de los locales de moda. Nômadâ te lleva a Las mil y una noches desde su jaima de lujo que se encuentra en el mítico Serrano, 41 y que se comunica con Istar –diosa babilónica del amor, la vida y la fertilidad–, su discoteca que abre de miércoles a domingo.
Y te reciben con un ritual pensado para purificar el alma —con lavado de manos con agua aromatizada y recolocación de chakras— y que te sumerjas en el buen rollo que se vive en el interior del restaurante, con música en directo, espectáculo de la danza del vientre incluido y toda esta espiritualidad y buena energía. En un espacio donde confluyen luces y sombras, tonos terracota, lámparas árabes, apliques en forma de ojos, diferentes texturas y tejidos. Naturaleza y diseño conviven en armonía gracias al interiorismo de Parolio, el espacio suma 800 m2, con 120 plazas en el interior y 80 en terraza.
Definido por la propiedad como "un paraíso terrenal para cenar, beber y sanar", se trata de un restaurante único en la capital rodeado de vegetación, cascadas de agua y una terraza con barra, sishas, cómodos sofás y con una cocina de raíces árabes, cruces mediterráneos e inspiración andalusí.
De las recetas que prepara el jefe de cocina de origen sirio probamos un buenísimo hummus de pesto (12€), crema de garbanzos con salsa Tahini, limón y pesto. La verdad es que este plato junto con el resto de cremas de garbanzos es uno de los platos imprescindibles para comenzar la travesía por este oasis dentro de Madrid. De hecho, si sois un grupo recomiendo pedir el surtido de 6 hummus –con salsa Tahini y limón; con salsa Tahini, limón y remolacha; con salsa Tahini, limón, tomillo y sésamo tostado; con salsa Tahini, limón y pesto; con salsa Tahini, limón y pimiento dulce ahumado; con salsa Tahini, limón y salsa picante casera–, para todos los gustos.
La recetas en Nômadâ son limpias y ligeras, pero también especiadas propias de la cocina árabe. Platos calientes, pizzas distintas a lo habitual, carnes sazonadas y con especias o pescados al horno componen una original carta que se acompaña por una coctelería con la que disfrutar de una sobremesa perfecta a partir de las 23h.
También probamos un rico falafel (12€), croquetas de verdura, cebolla, perejil y salsa Tahini y un mejor halloumi (15€), queso libanés a la plancha, con tomate y pesto.
La carta líquida, además de la coctelería, es amplia y variada, con referencias nacionales e internacionales que combinan a la perfección con el menú. En esta ocasión nos decantamos por uno de mis vinos favoritos, un tinto Cepa 21(38€), D.O. Ribera del Duero, de cuya visita a las bodegas y a su restaurante ya hablé en Libertad Digital.
De los platos principales, el chef nos saca un riquísimo shawarma (16,50€), con pan libanés relleno de pollo marinado a la plancha, tomate, pepinillo y salsa de ajo. También bueno el faruj al fahm (23€), pollo marinado al carbón con arroz de azafrán ahumado, perfecto para completar el menú salado. Para terminar, una rica tarta de queso con polvo pistachos (8€).
Nômadâ es el restaurante perfecto para disfrutar de una velada con amigos, abre desde las 18h, en un ambiente diferente a lo habitual con un ticket medio de 50€. Es el último proyecto del empresario hostelero Kike Sierra, artífice del proyecto Galerías Serrano, nacido con el objetivo de "devolver a Madrid conceptos de los que sentirse nuevamente orgullosa" y bajo la premisa de "no tener miedo de traer a la ciudad cosas nuevas, con vocación internacional, pensadas para ponernos en el mapa global", idea que ha encaminado sus pasos a lo largo de toda su carrera.
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