Un viaje por el sur de Tenerife al natural

Tenerife es por muchos motivos uno de los paraísos terrenales que posee Canarias y España en su conjunto. Desde su rico patrimonio histórico y cultural hasta su naturaleza casi intacta desde hace milenios. Este es un viaje corto, por el sur de Tenerife al natural, desde el Teide, a las exuberantes plantaciones de plátanos y un paseo en barco para ver delfines frente a los acantilados de Los Gigantes.

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Los acantilados de Los Gigantes y el arcoiris sobre el mar. Un regalo momentáneo de la naturaleza que pudo capar la cámara de fotos.

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Atravesando el Parque Natural del Teide, admiramos a través de la ventanilla del vehículo, el cambio paisajístico y la variedad de entornos naturales que ofrece esta parte de Tenerife, los árboles y las plantaciones van dejando paso a las rocas volcánicas a medida que la altitud es mayor y es curioso ver como algunos pinos se retuercen para sobrevivir en solitario contra los elementos.

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De camino a la cumbre del Teide se encuentra el Mirador de las Narices y su fabulosa carretera entre piedra volcánica, un lugar mágico que ha sido aprovechado en muchas ocasiones para anuncios publicitarios y otras grabaciones. La foto allí es imprescindible.

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El Parque Nacional del Teide presenta uno de los más impresionantes espectáculos geológicos del mundo, donde los más aficionados se quedarían a vivir entre sus coladas y conos volcánicos de formas caprichosas, sino también por su variedad natural de flora endémica y fauna.

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l Parque Nacional del Teide presenta uno de los más impresionantes espectáculos geológicos del mundo.

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Vigilante perpetuo, el Teide asoma su cumbre entre las nubes que quedan atrapadas por su altura en Tenerife (en su punto más alto llega a los 3715 metros), dominando un paisaje lunar y con una gran biodiversidad.

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El sur de Tenerife condensa rutas volcánicas, plantaciones plataneras diferentes y alistamiento de cetáceos todo con un clima perfecto.

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Una vista desde la cafetería ubicada en mitad del Parque Nacional del Teide.

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La obra de la naturaleza volcánica en su máximo esplendor. La roca ha sido modelada con el paso del tiempo y los elementos.

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Plantas endémicas de la isla de Tenerife.

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Una vez dentro del Parque Nacional, descubrimos la ruta de las Minas de San José, un entorno de película, de hecho ha sido escenario de varios largometrajes.

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El parque nacional con varios miradores que os permitirán admirar el volcán desde lugares privilegiados. Además, a medida que se asciende por las carreteras hacia lo más alto del Teide.

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Para poder ver de cerca cetáceos, en concreto el Calderón Tropical, es muy recomendable alquilar un barco o contratar alguna de las excursiones que se realizan en catamarán por estas aguas, cerca de los acantilados de los Gigantes.

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El Calderón Tropical, el cetáceo más común en Tenerife, visto desde un catarmarán.

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Después de ver a estos maravillosos animales marinos, será el momento de tomar un baño en las tranquilas aguas cercanas a la costa, que algunos días parecen más una balsa sin olas que un océano. Es posible con un poco de suerte ver otras especies de delfines y la emblemática ballena azul, el animal más grande del planeta.

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Existe un lugar en el mundo que se considera ideal para el avistamiento de cetáceos y es Tenerife. Diversas especies de ballenas y delfines pueden disfrutarse durante casi todo el año en las Islas Canarias.

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Un buen baño después de ver cetáceos en las cálidas aguas de Tenerife.

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La propietaria de la Finca La Calabacera, en el municipio de Guía de Isora, que cuenta con 150.000 m2 de distintos tipos de cultivos ecológicos, así como con vistas al mar y a la isla de La Gomera. En este lugar ofrecen visitas guiadas, incluyendo la posibilidad de realizar una degustación de productos, locales y de temporada.

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Una plantación de plátanos en Canarias es algo muy común, pero convertir esa fina y su entorno en un espacio para visitar, comer y aprender, es lo que ha conseguido la Finca la Calabacera, en el municipio de Guía de Isora.