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¿Cuáles son los alimentos más adictivos del mundo?

Algunos alimentos pueden llegar a ser adictivos, lo que supone un problema por el añadido de calorías al cuerpo. Pero, ¿Cuáles son los más adictivos?

Algunos alimentos pueden llegar a ser adictivos, lo que supone un problema por el añadido de calorías al cuerpo. Pero, ¿Cuáles son los más adictivos?
Food stack collection | Unsplash/Nico Smit

Comida chatarra, patatas fritas, snacks variados, chocolate, chucherías, palomitas.... todo aquel alimento no saludable tiene el peligro de que puede volverse adictivo para las personas. Esto es por los aditivos y demás añadidos que llevan. Sin embargo, el problema no es que resulten deliciosos, es que una vez que se empiezan a consumir no se puede parar y son muy calóricos y aportan más grasas y azúcares que nutrientes.

De hecho, alrededor de mundo hasta un 20% de personas experimenta una adicción a la comida, según un estudio de la Universidad de Newcastle (Reino Unido). Si se mira con más detalle, se puede observar que esta proporción es aún mayor entre las personas con obesidad. Pero, ¿Por qué sucede esta adicción? La adicción a la comida se produce por los mismos mecanismos cerebrales de placer y recompensa que actúan con otras drogas. Las personas que tienen adicción a la comida han llegado a confesar que no pueden controlar su consumo de ciertos alimentos, igual que sucede con las drogas. La adicción a la comida existe, en el caso de ser a cualquier tipo de comida es un problema grave ya que los alimentos no se pueden eliminar de la vida porque son necesarios como fuentes de nutrientes. Entonces, la clave está en reconocer los alimentos que pueden generar adicción y, esos sí, retirarlos paulatinamente del consumo.

Hay que saber que la adicción no se produce con cualquier alimento. Investigadores de la Universidad de Michigan estudiaron la alimentación adictiva en 518 personas. Los participantes tuvieron que puntuar 35 alimentos, tanto procesados como sin procesar, con una escala de 1 (nada adictivo) a 7 (extremadamente adictivo). En este estudio, del 7 al 10% de los participantes fueron diagnosticados con adicción a la comida en toda regla. Además, el 92% de los participantes exhibió un comportamiento alimentario de tipo adictivo hacia algunos alimentos, esto quiere decir que en repetidas ocasiones tuvieron el deseo de dejar de comerlos, pero no pudieron hacerlo.

Algunos de los alimentos más calóricos, calificados como comida chatarra, son los más adictivos, pero no solamente ellos. En esta lista seguro que hay algún alimento que sorprende a más de uno.

  • Patatas fritas caseras

El hecho de que sean caseras no indica que sean saludables, ya que se fríen con mucho aceite, solo hay que ver cómo se preparan en los restaurantes.... además, la combinación de fritura con sal crea una reacción adictiva en el cerebro que hace a las personas querer comer más y más. Además, hay que saber que las patatas fritas que venden en hamburgueserías o lugares de comida rápida se preparan con mezclas de aceites refinados que se reciclan una y otra vez, generándose compuestos tóxicos. Además aportan demasiadas grasas trans y, en consecuencia, calorías.

  • Patatas fritas de bolsa

Siempre que se abre una bolsa de patatas es muy difícil parar de comer...salvo que se haya echado en un bol y alejado de la vista la bolsa. Según los especialistas de la Universidad de Michigan, las patatas fritas o chips son uno de los alimentos más adictivos del mundo. Por si fuera poco, las empresas que las producen tienen ingenieros dedicados exclusivamente a volverlas más adictivas, jugando con la textura crujiente, el nivel de sal o de condimentos. Se puede decir que están creadas con el propósito de que no se dejen de comer.

El motivo de que sean tan adictivas es que son la combinación perfecta de almidones que se asimilan fácil en el cuerpo, sodio y grasas con textura crujiente. Así, fácilmente se puede evidenciar que no es posible comer una sola y que hasta que no se ve el envase vacío uno no se puede detener. Pero, para evitar este tipo de actitudes, lo recomendable es consumir en su opciones no fritas como unos chips al horno, y sin sal, también frutos secos especiados o pipas.

  • Palomitas de maíz

Al igual que ocurre con las patatas fritas de bolsa, por lo general es muy difícil controlarse a la hora de comer palomitas de maíz, especialmente si son de las del cine. Por suerte, son mucho más saludables que otros alimentos, sobre todo si se preparan en casa.

El motivo de que sean tan adictivas es su contenido en grasas y sodio junto a su textura crujiente. Asimismo, muchas poseen almidón en su interior y por lo tanto, no sacian en absoluto sino que empujan a comer más y más. Lo más aconsejable es reemplazarlas por snacks horneados o frutos secos y semillas tostados y especiados.

  • Hamburguesas

Al igual que otros tipos de comida chatarra, las hamburguesas desencadenan una serie de sensaciones en el organismo similar al de los estupefacientes, dado que afectan directamente al sistema de recompensas y centros de placer de nuestro cerebro. Además se encuentra una combinación físicamente muy satisfactoria de carne, queso y pan... si no son hamburguesas caseras en las que se cuidan los ingredientes, estas suelen contar con azúcar en cada ingrediente.

  • Pizza

¿Qué tiene la pizza que tanto gusta a todo el mundo? Según los expertos de la universidad de Michigan, al comer una pizza, en el organismo se desencadena una reacción similar a la que se experimenta tras el consumo de estupefacientes. Nuevamente se puede decir que tiene la "combinación ganadora" de harina y queso, y muchas veces grasas como la que contiene el salami. Aunque puede elaborarse con ingredientes vegetales saludables, como pimientos, tomate, champiñones, etc, acostumbran a contar con un exceso de grasa debido a la presencia de queso y otros alimentos altamente calóricos.

  • Azúcar de mesa

La carga glucémica de un alimento, y su rápida metabolización, son factores que influyen en el poder adictivo de los alimentos según se ha comprobado. Tal es así que el azúcar de mesa es uno de los alimentos más adictivos que se puede consumir, al igual que otras fuentes de azúcares libres o añadidos como la miel, los siropes o jarabes. Lo recomendable es limitar su consumo siempre que sea posible, pudiendo usar en su lugar edulcorantes hasta reducir el umbral de dulzor o la apetencia por el dulce en el cuerpo.

  • Chocolate

Numerosos estudios han demostrado que tiene propiedades beneficiosas para la salud, sobre todo si se consume con altos porcentajes de cacao, entre ellas están la de mejorar la circulación sanguínea o favorecer la fertilidad. Al comer chocolate el cerebro libera una dosis de dopamina, lo cual ofrece una sensación de bienestar instantáneo.

Sin embargo, no todos los chocolates son beneficiosos ya que el chocolate que incluye leche, el chocolate blanco o el chocolate con bajo porcentaje de cacao y azúcar añadido es una opción que puede resultar muy adictiva por tener teobromina y azúcar libre. Por ello, lo mejor es optar por un chocolate negro con alto grado de pureza y sin azúcar agregado, pues tiene mayor poder saciante, resulta menos adictivo y además, aporta más antioxidantes y minerales propios del cacao.

  • Bollería industrial

Tanto un bollo como una galleta dulce crujiente o una galleta salada o cracker puede resultar adictiva, pues no sólo ofrecen azúcares o harinas refinadas que se metabolizan rápidamente sino también, son alimentos altamente procesados y este es otro factor asociado a la adicción. Además, suelen tener grasas y sodio que son otros componentes adictivos de los alimentos. Y ello sumado a la textura crujiente de las galletas, puede agravar la situación estimulando su consumo y deseando siempre más.

  • Helado

¿Quién le dice que no a un buen helado cuando hace calor o cuando se está triste? Nadie puede decir que no a tal dulce, de hecho, en ocasiones se come directamente del bote con una cuchara grande.... pero así no durará mucho. ¿Por qué se come helado compulsivamente? Esto debido a su alto contenido en azúcar, que no se suele percibir porque la baja temperatura oculta el sabor. Si bien la mayoría se elabora a base de leche que ofrece proteínas de calidad, los helados también son ricos en azúcares y grasas que de forma combinada estimulan la adicción.

  • Tartas

Parece ser que sean como sean, según los autores del estudio, las tartas se encuentran dentro de los 10 primeros puestos del ránking de los alimentos más adictivos del mundo. A pesar de ser deliciosas, pero es mejor comerlas con moderación o solo en ocasiones especiales.

  • Cereales

Su textura crujiente, su contenido elevado en azúcares y su bajo aporte de proteínas y mucha fibra hacen que estos alimentos resulten muy adictivos, sobre todo para los niños. Sin embargo, los cereales comerciales deberían evitarse pudiendo optar por avena, cuscús integral, quinoa inflada o similares sin azúcar añadido para incluir en los desayunos tanto de los mayores como de los más pequeños.

  • Refrescos

Los refrescos azucarados con gas son realmente adictivos, gracias a su combinación de azúcar y agua carbonatada. El primero hace querer consumir más y más, mientras que las burbujas de la bebida ensanchan el estómago y nos producen una mayor sensación de hambre. Así, si bien todos los refrescos azucarados pueden generar adicción, peor aun son los de cola por sus componentes derivados de la cafeína que estimulan el sistema nervioso central.

  • Quesos

El queso es otro de los alimentos que se encuentran dentro de esta lista, aunque pueda sorprender a muchos. Su variedad de sabores y contenido de grasa los vuelven adictivos, sin contar los tipos de queso para fundir que hacen querer comer más y más de los platos que lo llevan. ¿Por qué el queso es adictivo? El queso es muy adictivo debido a la presencia de β-casomorfina, una sustancia opioide que procede de la digestión de la caseína, una proteína de la leche. Las variedades que son más adictivas son las más altas en grasas saturadas y, por ello, más calóricas.

  • Fiambres y embutidos

Los fiambres y embutidos son muy concentrados en sal y grasas pero también muchos incluyen azúcar o harinas refinadas en su interior. Así, son carnes procesadas y forman parte de los ultraprocesados que siempre es mejor evitar. Estos son un alimento muy apetecible y por lo tanto, pueden generar adicción sin aportar nutrientes de calidad. Lo aconsejable es usar en su reemplazo carnes frescas, cocidas y fileteadas como puede ser pechuga de pavo o pollo.

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