
Este es uno de esos artículos que a los enamorados de la gastronomía no nos gusta publicar, pero por desgracia, de vez en cuando, hay que hacerlo. Y sirva como homenaje póstumo a una de las mejores pizzerías que hay en Madrid.
Después de más de diez años de vida y éxito con Lakasa, el último proyecto del cocinero César Martín, Mola Pizza, llega a su fin después de haber dejado claro por qué sus pizzas molan. Y no sólo sus pizzas, una carta pensada con cariño, en un entorno tranquilo y amigable en esta segunda 'kasa' que ocupa el lugar de su anterior proyecto Fokacha, del que ha aprovechado el horno en el que se elaboran estas exquisitas pizzas.
Pero Mola Pizza es mucho más que una pizzería ya que ofrece una propuesta gastronómica llena de sabor, con un magnífico servicio, con un producto de primera calidad y una cuidada elaboración que hará que te enamores de cada plato. De hecho cuentan con un selecto número de proveedores que les ofrecen el producto perfecto para sus creaciones que también tienen una gran temporalidad en función de la estación del año.
Acompañados por una de sus cervezas artesanales italianas, la Rock’n Roll ,y un vermú italiano Gran Bassano, empezamos a probar su maravillosa carta pensada para compartir con un extraordinario embutido cortado en "la Bekel" (15,50€) que es la majestuosa máquina que se levanta en una zona visible de la sala para que puedas ver el corte de su tradicional mortadela italiana. Y lo acompañan con una deliciosa fokacha casera (5,80€), esponjosa por dentro y con un toque crujiente y casi caramelizado por fuera.
El último proyecto de César Martín, que cerrará sus puertas este fin de semana, también te acompaña con su acogedora decoración que te hará sentir como en una típica trattoria italiana con sus manteles de vichy, sus lámparas, su ladrillo visto que contrasta con el mural cubista que preside la sala y unos amplios ventanales que te dejan ver la tranquila plaza en la que se ubica Mola Pizza –Plaza del Descubridor Diego Ordás, 3– y su amplia terraza.
Y en ese ambiente relajado que te enamora con un estupendo hilo musical llega a la mesa una muy buena caponata siciliana con pan sardo (14,50€), una especie de pisto italiano en el que se nota que las verduras se han pochado a fuego lento y que lo acompañas con ese pan tradicional de Cerdeña.
Otra de las sorprendentes creaciones del chef son los 'Mpustarella, bocadillos típicos napolitanos con pan crujiente y jugoso y terminado al momento en el horno con diferentes rellenos y que también llegan a la mesa cortados para que se compartan. Muy bueno el 'Mpustarella de porchetta con tártara (17€), sobre todo si te gusta el sabor potente de la carne de cerdo asado a baja temperatura pero que se suaviza mucho con la mozzarella fundida, el frescor de la lechuga y esa salsa tradicional francesa. Una pena que no podamos seguir disfrutando de estos excelsos bocados.
Masa con doble fermentación
Y como no podía ser de otra manera, la razón de existir de este restaurante son las pizzas y la incansable búsqueda de César por crear la perfecta que llega después de usar muchos tipos de harinas, formas de tratar la levadura o distintas combinaciones con masa madre. Así que después de tanto ensayo, comienzan con un fermento casero llamado poolish que reposa durante 24 horas, al que le añaden harina Petra 0 para elaborar la masa que fermenta durante otras 24 horas, obteniendo un resultado ligeramente crujiente, esponjoso y que sienta muy bien al estómago.
Unas pizzas de estilo napolitano que cada vez cuenta con mayor variedad entre las tradicionales y otras más atrevidas, pero todas están elaboradas con la salsa de tomate que elaboran ellos mismos, el queso fior di latte italiano y el resto de los ingredientes de calidad para que haya opciones para todos los gustos.
Nosotros probamos una de las mejores pizzas que he comido en Madrid, la deliciosa pizza de Eloane (16,80€), cuyo nombe es un homenaje a su hija y que tiene mozzarella, mortadela al tartuffo y stracciatella, que es el corazón de la burrata y que la da un toque jugosísimo a la pizza. También buenísima la pizza de costillas asadas, BBQ y salami picante (18,50€), mucho más contundente y de mayor sabor que la anterior pero las dos realmente buenas. Además, la cocina está a la vista del comensal y puedes ver cómo se preparan las pizzas y se meten en el espectacular horno que se ve desde toda la sala.
La bodega de Mola Pizza también hay que destacarla ya que cuenta con interesantes vinos del país transalpino para maridar las creaciones de César. Nosotros probamos un buen vino blanco Altavillo Della Corte Grillo y otro rico vino tinto Memôro Piccini.
Y como no sólo es pizza lo que ofrecen en Mola Pizza, también probamos la pasta elaborada de forma artesanal y para elegir entre tres opciones o lasaña de carrillera de ternera. Así que disfrutamos de unos espectaculares gnocchetti sardi al funghi tartufato (16€), una estupenda pasta corta con un sabrosísimo guiso de champiñones trufados que pone el broche de oro a la parte salada de una sorprendente carta.
Eso sí, si te queda hueco te recomiendo que pruebes la panna cotta natural (5,50€), delicada, ligera, sublime. El cannolo siciliano (6,60€ 4 unidades) aunque está rico no termino de encontrarle el punto ya que su masa está demasiado seca para mi gusto y no lo digo por los de Mola Pizza, hablo en general de este postre tradicional italiano. Puedes probar si no la pizza con Nutella o el clásico tiramisú con bizcocho savoiardi.
Así que, como os decía al principio del artículo, Mola Pizza no mola sólo por el nombre, es o era una estupenda propuesta con una carta variada y repleta de sabores que elevan el concepto de la pizzería tradicional y con un ticket medio de 30€. Tienes este fin de semana para probarlas de 13.30h a 16:00h y de 20.00h a 23:00h o también puedes disfrutarlas en casa con la opción delivery a través de Glovo. Menos mal que siempre nos quedará Lakasa para seguir disfrutando de la majestuosa cocina de César Matín.
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