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Alimentos que mejoran los síntomas de la artritis

Los alimentos son importantes para curar o aliviar síntomas de enfermedad. Para la inflamación y el dolor frutas, verduras, pescado y aceite de oliva.

Los alimentos son importantes para curar o aliviar síntomas de enfermedad. Para la inflamación y el dolor frutas, verduras, pescado y aceite de oliva.
healthy, fresh, raw vegetables and fruits | Unsplash/engin akyurt

La artritis es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo, y se caracteriza por la inflamación y el dolor en las articulaciones. No es una enfermedad que tenga cura pero existen tratamientos médicos y terapias que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la artritis. Además se ha demostrado que ciertos alimentos pueden tener propiedades antiinflamatorias y analgésicas que pueden ayudar a combatir esta enfermedad.

¿Qué es la artritis? La artritis suele provocar hinchazón, dolor, rigidez y disminución del movimiento en las articulaciones, de hecho, en algunos casos puede provocar cambios permanentes en las articulaciones. Hay que tener claro que la comida no puede curar la artritis, pero puede hacer que la enfermedad sea más llevadera o que no se complique. Aunque las personas que la sufren están familiarizadas con el dolor, y los crujidos, pequeños cambios en la dieta pueden producir grandes mejoras. Por ello, hay que tener claro que los alimentos más adecuados son aquellos con propiedades antiinflamatoria, antioxidante e inmunomoduladora.

¿En qué consiste la artritis reumatoide?

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmunitaria crónica que causa inflamación en las articulaciones y en otros tejidos del cuerpo. Esta enfermedad se caracteriza por una inflamación crónica de las articulaciones, lo que puede provocar daño articular y deformidades a largo plazo. La artritis reumatoide puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es más común en mujeres y en personas mayores de 40 años. Los síntomas típicos de la artritis reumatoide incluyen dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones, especialmente en las manos, los pies y las rodillas. También puede provocar fatiga, fiebre y pérdida de peso. No hay que olvidar que es una enfermedad crónica y progresiva, lo que significa que los síntomas pueden empeorar con el tiempo si no se trata adecuadamente.

En todo el mundo, la artritis reumatoide es una de las enfermedades inflamatorias crónicas de mayor prevalencia. Aunque se caracteriza por afectar principalmente a las articulaciones, debe considerarse un síndrome por las manifestaciones en otras partes del organismo, como nódulos reumatoides, afectación pulmonar o vasculitis. Tanto es así que se cree, que una combinación de factores en los que destacan el estilo de vida, los ambientales y agentes infecciosos, en una persona genéticamente predispuesta, puede conducir a que la tolerancia inmunológica falle, y acabe provocando un "autoataque" por parte del sistema de defensa.

Alimentos que pueden ayudar a mejorar la artritis reumatoide

Lo primero y más importante es perder peso porque la obesidad contribuye al avance de la enfermedad para las que se incrementa la sintomatología con la sobrecarga de peso en las articulaciones. Lo segundo que hay que tener en cuenta es que no hay ninguna dieta que cure ni la artritis ni la artrosis, aunque sí se sabe que ciertos alimentos ayudan a fortalecer los huesos, a mantener el sistema inmunológico y a combatir la inflamación. Por tanto, agregar ciertos nutrientes a la dieta puede ayudar a aliviar el dolor y otros síntomas.

  • Pescado rico en ácidos grasos omega-3: Los ácidos grasos omega-3, presentes en pescados como el salmón, la trucha y las sardinas, tienen propiedades antiinflamatorias. Consumir pescado regularmente puede ayudar a reducir la inflamación en las articulaciones y aliviar el dolor asociado con la artritis.
  • Frutas y verduras coloridas: Frutas y verduras como las bayas, las cerezas, las espinacas y el brócoli contienen antioxidantes y compuestos antiinflamatorios que pueden ayudar a combatir los síntomas de la artritis. Estos alimentos también son ricos en vitaminas y minerales esenciales para la salud general. Las frutas y verduras son ricas en antioxidantes y nutrientes que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo.
  • Verduras: No solo combaten de forma natural la inflamación sino que además ayudan a controlar el peso. Concretamente se habla de alimentos de hoja verde, ricas en vitamina C, calcio y ácido fólico como coles, chucrut, lechuga, brócoli, acelgas, apio, espárragos, pepinos, perejil y zanahorias.
  • Cebollas y puerros: Los puerros y las cebollas contienen quercetina, un antioxidante que puede inhibir sustancias inflamatorias, de una forma muy parecida a como lo hacen la aspirina o el ibuprofeno. Las manzanas, las coles y los tomates cherry también son ricos en quercetina, por lo que basta con tomar, una ración de alguno de estos vegetales al día.
  • Espinaca y col rizada: Estas verduras de hoja verde están repletas de vitamina K, que según las investigaciones es importante para la salud de los cartílagos. Eso podría explicar por qué los estudios observacionales han descubierto que los adultos mayores que no ingieren suficiente vitamina K, que también desempeña un papel en el fortalecimiento de los huesos y ayuda a la coagulación de la sangre, son más propensos a padecer osteoartritis. Algunos científicos creen que la vitamina K ayuda con la artritis al evitar que el cartílago se calcifique. Si bien agregar más espinaca y col rizada a ls dieta también dará un aumento de folato, vitamina C, vitamina A y calcio.
  • Pimientos, cítricos y otros alimentos ricos en vitamina C: La vitamina C protege el colágeno, principal componente de los cartílagos. Aunque es muy beneficioso no hay que abusar ya que cantidades inadecuadas pueden ser contraproducentes para ciertos tipos de artritis. Un estudio canadiense realizado con una muestra de 1.317 hombres, reveló que aquellos que tomaron 1.500 miligramos de vitamina C a través de alimentos o suplementos diarios tenían un riesgo 45% inferior de contraer gota que los que consumían menos de 250 miligramos al día. Lo ideal es comer entre 200 y 500 miligramos al día.
  • Ajo: Estos bulbos picantes del género "allium" a menudo se promocionan por su capacidad de ayudar a prevenir el cáncer, las enfermedades cardíacas y el resfriado común. También hay motivos para creer que podrían reducir el riesgo de osteoartritis. En un estudio, los investigadores determinaron que las personas que comieron más alliums, incluidos ajo, puerros, cebollinos y cebollas, tuvieron significativamente menos probabilidades de desarrollar osteoartritis de cadera. El efecto protector del ajo probablemente se debe al disulfuro de dialilo, un compuesto que parece combatir las citocinas inflamatorias (proteínas) que, de otro modo, amenazarían con dañar el cartílago.
  • Aguacate: El aguacate es otro de los alimentos que puede ser beneficioso para la artritis, gracias a su contenido en vitamina E y polifenoles, ambos con actividad antioxidante. El motivo es que el estrés oxidativo se encuentra en el inicio de muchas patologías, entre ellas las relacionadas con las articulaciones y los huesos. Este estrés oxidativo se caracteriza por un alta presencia de un tipo de compuestos que, junto a las moléculas inflamatorias, causan daño en las células y en las estructuras articulares. En cambio, los compuestos antioxidantes tienen la capacidad de contrarrestar dichos compuestos nocivos. Tras una revisión de estudios reciente, se puede saber, sin embargo, que no existe suficiente evidencia científica para usar los suplementos de antioxidantes en el tratamiento del dolor y la degeneración. No obstante, sí que señalan el beneficio de incluir alimentos con antioxidantes en la dieta, al tratarse de una práctica no peligrosa, aconsejable y asequible a nivel económico. Otros alimentos que tienen antioxidantes son las uvas, las cerezas, las manzanas, las especias o el brócoli.
  • Frutas: manzana, melón, sandía, fresas, aguacate, cerezas ayudan a apoyar al metabolismo articular.
  • Cerezas: El tono rojo rubí es un indicio de que las cerezas dulces están repletas de antocianinas, antioxidantes potentes que también se encuentran en los arándanos azules y las frambuesas. Las antocianinas pueden ayudar a minimizar la oxidación y el estrés oxidativo que contribuyen a la inflamación, incluso en las articulaciones. Algunas investigaciones también sugieren que el consumo de cerezas podría disminuir los niveles de proteína C reactiva, una proteína inflamatoria que se asocia con formas autoinmunes de artritis, como la artritis reumatoide, así como con la osteoartritis.
  • Legumbres: garbanzos, judías, lentejas, que también son útiles en el caso de la artrosis.
  • Nueces y semillas: Los frutos secos como las nueces, almendras y semillas de chía y lino son ricas en ácidos grasos omega-3 y antioxidantes y es posible que ayuden a reducir la inflamación en el organsmo.
  • Nueces de Brasil: Las nueces de Brasil son una importante fuente de selenio, 272 microgramos en sólo tres o cuatro nueces, comparado con los 63 microgramos que hay en 85 gramos de atún. Un bajo nivel de selenio en el cuerpo podría estar relacionado con la artritis reumatoide. El mineral ayuda a los antioxidantes a limpiar los radicales libres que dañan las células, promueve la regulación de la glándula tiroides e, incluso, podría prevenir el cáncer. Es recomendable consumir entre 55 y 200 microgramos al día.
  • Soja y derivados, leche de soja, tofu, yogur de soja con lactobacilos, carne vegetal.
  • Aceite de oliva virgen extra: Este aceite es rico en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes, lo que lo convierte en una opción saludable para reducir la inflamación. El aceite de oliva también puede ayudar a mejorar la función de las articulaciones y reducir el dolor. El motivo es que este alimento contiene un compuesto, oleocantal, que ayuda a controlar la inflamación crónica y los procesos inflamatorios y ayuda a reducir el daño del cartílago articular.
  • Cúrcuma: La cúrcuma contiene curcumina, un compuesto conocido por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Incorporar cúrcuma en la dieta, ya sea en forma de polvo o como suplemento, puede ayudar a aliviar los síntomas de la artritis.
  • Jengibre: El jengibre tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas que pueden ayudar a reducir la rigidez y el dolor asociados con la artritis. Puede consumirse fresco, como té o en forma de suplemento.
  • Té verde: Los estudios muestran que ciertos componentes antioxidantes que tiene el té verde pueden disminuir la severidad de la artritis. Una de estas investigaciones, llevada a cabo por un equipo de la Universidad de Michigan, descubrió que la epigalocatequina-3-galato disminuye la producción de sustancias que causan daño articular en pacientes con artritis. Es recomendable tomar tres o cuatro tazas de té verde al día, evitando las versiones descafeinadas, que no contienen algunos de los nutrientes beneficiosos de la infusión.

Alimentos a evitar si se tiene artritis reumatoide

  • Carne roja: la carne roja y los productos cárnicos procesados pueden contener compuestos que pueden aumentar la inflamación en el cuerpo.
  • Productos lácteos: algunos productos lácteos, como la leche y el queso, pueden aumentar la inflamación en el cuerpo. Sin embargo, los productos lácteos bajos en grasa, como el yogur y el queso cottage, pueden ser una buena fuente de calcio y proteína.
  • Gluten: algunas personas con artritis reumatoide también pueden ser sensibles al gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno.
  • Grasas saturadas: las grasas saturadas, que se encuentran en los alimentos fritos y procesados, pueden aumentar la inflamación en el cuerpo.
  • Alcohol: el consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de inflamación y empeorar los síntomas de la artritis reumatoide.
  • Sal: La ingesta alta de sal puede desencadenar inflamación a través de sus efectos sobre las células inmunitarias. Además, en caso de que se fume, la interacción entre el consumo de sodio y el tabaquismo contribuye aún más a ello. Según la Organización Mundial de la Salud, la ingesta máxima de sal en la población general debe ser de 5 gramos de sal al día (en mayores de 7 años), de 4 gramos al día (en niños y niñas de 7 a 10 años), menor de 3 gramos al día (en menores de 7 años). En menores de 1 año, se debería evitar su consumo.

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