Casi 30 años lleva El Espigón de Madrid –el de Sevilla lleva casi 40 años– invitando a sus pasajeros a un viaje gastronómico por lo mejor de la costa andaluza y también del interior. La familia Cascajo Moro, con Ana y Carlos al frente y con su hijo homónimo, se encarga de que todo el que compra un billete salga con la idea de haber empleado bien el dinero porque comerás bien y te sentirás como en casa gracias a su trato amable y cercano.
Porque la carta de este restaurante marinero se basa en el producto de calidad, con los mejores pescados y mariscos traídos de las lonjas andaluzas, también arroces y una amplia variedad de cortes de carne, además de los postres caseros.
Después de entrar en calor con un buen consomé, nos llega a la mesa un plato recién cortado por Carlos hijo de jamón ibérico de bellota de Huelva (29,90€), exquisito y con el que agradeces que sea el propio Carlos quien se va a esas tierras a elegir in situ los jamones que van a servir en el restaurante. Es curioso que no le guste el jamón, aunque lo entiendo en parte, porque si le gustara llegaría al comensal la mitad de la ración con eso que hemos hecho todos cortando jamón de uno para ti y otro para mí.
Muy buenas también las alcachofas confitadas a la plancha (21,80€), en plena temporada, y las coquinas de Isla Cristina te llevan directo a la costa para comértelas como pipas. Pero sin duda un plato que hay que pedir, o al menos preguntar si lo tienen porque está fuera de carta, es el pulpo frito (24,20€), tierno, sabroso y que no querrás que se acabe.
El Espigón es un restaurante amplio, ubicado en pleno corazón financiero de Madrid, en el número 58 de la calle del Poeta Joan Maragall, y su decoración de ambiente marinero instala tus sentidos en lo que vas a comer, que es lo mejor de Andalucía desde la capital. Una animada barra, varios salones e íntimos reservados que se adaptan a las necesidades de todos. Además, tiene una estupenda terraza para quienes prefieran disfrutar de esos manjares al aire libre. Eso sí, el mar todavía desde Madrid no se alcanza a ver.
Y si hablamos de Andalucía, hay que probar la fritura elaborada toda con aceitde de oliva, que en El Espigón la bordan, como hemos comprobado con el pulpo y ratificamos con los boquerones victorianos (15,40€), pequeñitos y frescos. También espectaculares los salmonetitos de Motril (18,70€), para comerte hasta la cabeza y no estar preoucupado de las siempre molestas espinas de este pescaíto tan delicioso.
Marisco, pescado y arroz
Puedes seguir con sus mariscos a base de ostras, zamburiñas, almejas, gambas blancas o cigalas de Huelva, carabineros, camarón gallego, cañaíllas de Isla Cristina o langostinos de Trasmallo. También te puedes decantar por uno de sus arroces: caldoso a la marinera, con bogavante, con carabineros o la paella de carabineros y gambas o la de bogavante, sin olvidar el arroz negro de chipirón y sepia. O probar alguno de sus cortes de carne: chuletón o churrasco de vaca añeja, el dolomillo de ternera o unas chuletillas de lechal o la paletilla de cordero asada a baja temperatura o la opción del steak tartar.
Otra opción fantástica es probar sus pescados frescos, como el espectacular rodaballo a la espalda (75€ / kg) que probamos, con guarnición de patatas y en el que volverás a comprobar el género de primera que gastan en esta casa. El fin de fiesta viene acompañado con los postres, todos ellos caseros, como el flan de mascarpone o la bomba de chocolate con helado de violeta.
El Espigón es un restaurante muy recomendable para esos enamorados de la fritura o del producto mediterráneo y que vive en Madrid o está de paso y no puede esperar a disfrutarlo en época estival. Su ticket medio de 50€ también lo hace muy atractivo, además de contar con cuatro tipos de menú que van de los 52 a los 72€ por persona.
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