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Alimentos de otoño: los sabores que llenan la despensa en esta estación

La llegada del otoño trae consigo una variada selección de productos de temporada, ricos en nutrientes y esenciales para una alimentación equilibrada.

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La llegada del otoño trae consigo una variada selección de productos de temporada, ricos en nutrientes y esenciales para una alimentación equilibrada.
cocinero, saludable, comida | Pixabay/CC/Pfüderi

Con la llegada del otoño, la naturaleza ofrece una gran variedad de productos frescos y nutritivos. Los días más cortos y las temperaturas más frescas invitan a consumir alimentos más densos y reconfortantes, propios de esta estación. Las frutas, las verduras, los frutos secos y las legumbres adquieren protagonismo en la cocina en este periodo del año.

Frutas de otoño

Entre los alimentos más característicos del otoño, destacan las frutas como las manzanas, peras, uvas, caquis e higos. Estas frutas alcanzan su punto de maduración en esta época, ofreciendo sabores más intensos y un alto contenido de nutrientes. Las manzanas y las peras, por ejemplo, son ricas en fibra y ayudan a regular el tránsito intestinal, mientras que las uvas, especialmente las de variedades más oscuras, son conocidas por sus propiedades antioxidantes, que contribuyen a la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Por otro lado, los higos y los caquis, dos frutas menos habituales en la dieta diaria, ofrecen una gran cantidad de energía gracias a su contenido de azúcares naturales. Los higos, frescos o secos, también son una excelente fuente de fibra y minerales como el calcio, mientras que los caquis aportan vitaminas A y C, esenciales para fortalecer el sistema inmunológico, especialmente necesarias en esta época del año.

Verduras y hortalizas de estación

Además de las frutas, el otoño es sinónimo de una amplia variedad de verduras y hortalizas que forman parte fundamental de la gastronomía estacional. Entre ellas, la calabaza ocupa un lugar especial. Este vegetal no solo destaca por su dulce y versátil sabor, sino también por su contenido en betacaroteno, un antioxidante que el cuerpo convierte en vitamina A, necesaria para la salud visual y el sistema inmunológico.

Las setas, que comienzan a aparecer en los mercados durante el otoño, también son muy valoradas en la cocina. Su riqueza en proteínas vegetales y su bajo contenido calórico las convierten en un alimento ideal para mantener una dieta equilibrada. La recogida de setas es una tradición arraigada, aprovechando las primeras lluvias que favorecen su crecimiento.

Por otro lado, las coles como el repollo, la coliflor y las coles de bruselas se consolidan como opciones nutricionales excelentes. Estas verduras crucíferas son conocidas por su alto contenido de vitamina C y K, además de ofrecer propiedades antioxidantes que protegen el cuerpo contra los radicales libres.

Carnes y pescados de otoño

En esta estación, las carnes también juegan un papel importante, ya que es durante esta temporada cuando se abren las vedas de caza, como ha explicado Alberto Fernández , colaborador de Es la Mañana de Federico, especialmente aquellas carnes como la del jabalí, la liebre y el ciervo. Estos tipos de carnes, conocidas por su sabor fuerte y su bajo contenido en grasas, son populares en guisos y estofados que requieren cocciones largas. La carne de caza, rica en hierro y proteínas, es un ingrediente típico de platos otoñales que aportan calor y energía en los días más fríos.

Por su parte, el cordero y el cerdo también son protagonistas de muchas recetas de la temporada. El cordero se utiliza en asados y guisos, mientras que el cerdo, en sus diferentes cortes, destaca en embutidos como el chorizo o el jamón, productos que cobran especial relevancia durante esta época, cuando las matanzas aún forman parte de la tradición en algunas zonas rurales.

En cuanto a los pescados, el otoño marca la temporada de algunos ejemplares muy apreciados en la gastronomía española. La caballa, el besugo y la lubina están en su mejor momento. La caballa, un pescado azul rico en omega-3, es ideal para preparaciones sencillas, como a la plancha o al horno, siendo un aliado para la salud cardiovascular. El besugo, por su parte, es común verlo en las mesas durante el otoño e invierno, especialmente en asados ​​al horno. Además, Fernández destaca la temporada de peces menos conocidos, como el pez limón o medregal, un pescado azul de agua salada de la familia de los carángidos. El colaborador recomienda: "Enterrar un lomo limpio de este pescado, o de cualquier otro, en sal durante 20 minutos, cortarlo en tiras y servirlo acompañado de corazón de atún seco y almendras fritas".

Otro pescado de temporada es la lubina, de carne blanca y delicada, que ofrece diversas posibilidades en la cocina, desde su preparación al vapor hasta asados con hierbas y limón. Estos pescados, ricos en ácidos grasos y proteínas, complementan perfectamente una dieta equilibrada en los meses más fríos.

Frutos secos y legumbres

Los frutos secos como las nueces, almendras y avellanas también tienen un papel importante en la dieta otoñal. Las nueces, en particular, son ricas en ácidos grasos omega-3, esenciales para la salud cardiovascular. Las almendras, por su parte, son una fuente importante de proteínas vegetales y fibra, lo que las convierte en un excelente tentempié entre comidas.

Asimismo, las legumbres, como las lentejas y los garbanzos, recuperan protagonismo en los guisos y potajes propios de esta estación. Su contenido en proteínas y fibra, así como su capacidad para saciar el apetito, las convierte en uno de los alimentos más completos y adecuados para los meses más fríos.

Por último, el otoño también es la temporada de algunos productos menos conocidos, pero igualmente valiosos, como el boniato o la castaña. El boniato, con su sabor dulce y textura suave, es una excelente fuente de vitamina A y C, además de ser un carbohidrato de absorción lenta, ideal para proporcionar energía de forma sostenida. Las castañas, por su parte, son ricas en hidratos de carbono y tienen un bajo contenido en grasas, lo que las convierte en un tentempié ideal o en un ingrediente clave en diversas preparaciones.

El consumo de productos de temporada no solo beneficia al cuerpo al proporcionar los nutrientes que más se necesitan en cada época del año, sino que también es una forma de apoyar la agricultura y pesca local, así como la sostenibilidad. Aprovechar lo que la tierra y el mar ofrecen en su mejor momento asegura una mayor calidad y frescura de los alimentos.

En definitiva, el otoño es una estación rica en sabores y colores, que invita a disfrutar de una alimentación variada y equilibrada. Los productos que llegan a la mesa en esta época del año no solo destacan por sus propiedades nutricionales, sino también por la gran cantidad de posibilidades culinarias que ofrecen, adaptándose a platos tradicionales y contemporáneos.

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