Menú

Por qué Alcalá de Henares es aún más especial de lo que crees

A un paso de Madrid, Alcalá lo tiene todo para enamorar al viajero: historia, monumentos, gastronomía... Un lujo que vale la pena disfrutar sin prisa.

A un paso de Madrid, Alcalá lo tiene todo para enamorar al viajero: historia, monumentos, gastronomía... Un lujo que vale la pena disfrutar sin prisa.
La fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso, en la Universidad de Alcalá. | Alamy

No, no es solo por su larga historia o por sus muchos monumentos: hay aún más razones que hacen de Alcalá de Henares un lugar único en España y reconocido internacionalmente, que merece mucho más que una visita exprés, al que conviene dedicar varios días porque ofrece muchísimo que ver y todavía más que disfrutar.

No en vano, la Universidad y centro histórico de Alcalá de Henares son Patrimonio Mundial por la UNESCO (2 de diciembre de 1998), una distinción que comparte con otros cuatro puntos de la Comunidad de Madrid: el Paisaje de la Luz en la capital; el Monasterio y Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial; el Paisaje Cultural de Aranjuez; y el Hayedo de Montejo, que cuenta con la Declaración de Patrimonio Natural.

Antes Complutum que complutense

La historia de Alcalá de Henares se remonta a la romana Complutum, levantada cerca de una población celtíbera previa. Se ubicaba en una zona fértil y, además, junto a la vía que conectaba dos de las principales ciudades de la Península Ibérica: Augusta Emerita (la actual Mérida) y Caesaraugusta (hoy Zaragoza). Así que no debe extrañarnos que, en su época de máximo esplendor, llegara a tener en torno a 15.000 habitantes.

coplutum-alcala-de-henares.jpg
Complutum | Alamy

El yacimiento arqueológico de lo que fue Complutum abarca cerca de 50 hectáreas –unos 50 campos de fútbol– y, a pesar de que no fue excavado de forma sistemática hasta finales de los ochenta y de que antes había sido bastante maltratado, está considerado el más importante de la Comunidad de Madrid.

Visitar hoy la antigua ciudad romana sigue siendo toda una experiencia: se pueden contemplar las calles, infraestructuras hidráulicas y los restos de edificaciones como la basílica civil, el mercado o las termas. Además, uno de estos lugares, el Paredón del Milagro, ha cobrado un significado especial, ya que, según la tradición, allí fueron martirizados los Santos Niños Justo y Pastor, patronos de la ciudad.

En el propio yacimiento de Complutum está también la Casa de los Grifos, con una de las colecciones de pintura mural romana mejor conservadas de España. Además, a solo unos minutos está la Casa de Hippolytus, en realidad un colegio al que acudían los hijos de las familias más acomodadas durante los siglos III y IV.

La mejor forma de completar esta parte de la visita es pasando por el Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid (MARPA), instalado en el Colegio-Convento de la Madre de Dios, un edificio de los siglos XVII y XVIII, donde se exhiben piezas arqueológicas de Complutum y otras muchas descubiertas en excavaciones por toda la región.

La Alcalá medieval

Durante la Edad Media, Alcalá de Henares estaba rodeada de una muralla que aún hoy se puede contemplar en parte, con elementos en un excelente estado de conservación, como un torreón del siglo XIV. Ya posterior, de finales del siglo XVIII, es la Puerta de Madrid, que sustituyó a la original demolida en 1788 y que resulta imprescindible para los apasionados por el cine, ya que aparecía en una escena de la maravillosa Espartaco, de Stanley Kubrick, protagonizada por Kirk Douglas.

De esa época medieval procede también el Palacio Arzobispal, aunque la mayor parte de lo visible hoy data de la intervención que llevó a cabo en el siglo XVI el arquitecto Alonso de Covarrubias.

Además de su belleza, es un edificio de singular importancia en la historia de España: albergó reyes de Castilla, acogió concilios y, sobre todo, fue el lugar donde se entrevistaron por primera vez los Reyes Católicos y Colón. Tradicionalmente se sitúa en este palacio el nacimiento de Catalina de Aragón, futura reina de Inglaterra, y se documenta el nacimiento de Fernando I de Habsburgo, hijo de Juana I, quien con el tiempo sería emperador del Sacro Imperio.

Y, por fin, la Universidad

Pero sin duda la gran maravilla de Alcalá de Henares es su Universidad, un caso único en el mundo ya que con el inicio del gigantesco proyecto del Cardenal Cisneros toda una ciudad se diseñó y se construyó para ese fin: ser sede de la que iba a ser una de las instituciones académicas más prestigiosas de España y de Europa durante al menos dos siglos, pieza clave en el Siglo de Oro español.

El Colegio Mayor de San Ildefonso era el ámbito de la élite universitaria y el centro de esa nueva ciudad creada como templo del saber. Su fachada, debida en gran parte a Rodrigo Gil de Hontañón, es una de las piezas más notables de la arquitectura renacentista europea.

alcala-de-henares-a7b0642-2019cbelen-imaz-comunidad-de-madrid.jpg
El patio de Santo Tomás de Villanueva | Belen Imaz/Comunidad de Madrid

Impresionante es también el llamado Patio de Santo Tomás de Villanueva, un claustro majestuoso diseñado a comienzos del siglo XVII, que recoge ecos de milenios de arquitectura, desde el Coliseo de Roma hasta El Escorial.

La manzana universitaria se completaba con otros dos edificios, también dos joyas de la arquitectura y del arte: el primero la Capilla de San Ildefonso, con su bellísimo gótico y con el cenotafio del Cardenal Cisneros, obra cumbre de la escultura renacentista.

El segundo es el Paraninfo, un espacio de una belleza singular, coronado por uno de los techos de madera más impresionantes de nuestro país. Actualmente, en ese espacio Sus Majestades los Reyes entregan cada año el Premio Cervantes, el máximo galardón de las letras en español que, por supuesto, no podía tener otro nombre que el de un vecino de Alcalá de Henares nacido en 1547.

paraninfo-alcala-ayto-alcala-de-henares-comunidad-de-madrid.jpg
El techo del Paraninfo de la Universidad de Alcalá | Ayto-Alcala-de-Henares/Comunidad de Madrid

Alrededor de Cervantes

No se tiene constancia de que Miguel de Cervantes estudiase en la Universidad de Alcalá, pero es difícil no pensar que el más conocido escritor de la historia de España pudiera haber nacido en otra ciudad que aquella en la que las letras y la cultura jugaban un rol tan importante.

Alcalá de Henares le dedica su plaza principal, que todavía hoy es en buena medida el centro de la vida social y cultural, sede de conciertos en verano y epicentro de la Semana Cervantina en otoño. En ella están la estatua del escritor, el Ayuntamiento y otro de los edificios destacados de la ciudad: el Corral de Comedias.

hr-alcala-de-henares-corral-de-comedias-h-2019-cbelen-imaz.jpg
El Corral de Comedias | Belén Imaz/Comunidad de Madrid

Es uno de los corrales de comedias más antiguos conservados en España: data de 1601, si bien fue convertido durante el siglo XVIII en un coliseo techado y, ya en el XIX, en el teatro romántico que sigue siendo hoy en día. Por supuesto tiene una completa programación teatral, y además se pueden hacer también visitas guiadas.

De la Plaza de Cervantes nace la calle Mayor, otro de los grandes atractivos de Alcalá de Henares y otra de las cosas que la hace única: es la calle doblemente porticada más larga del mundo, nada más y nada menos.

En ella está, además, el Museo Casa Natal de Cervantes, en el mismo solar en el que estaba la vivienda en la que nació y vivió el genio, si bien reconstruida el siglo pasado de acuerdo con la original. En sus habitaciones y estancia se recrean las costumbres, gustos y quehaceres cotidianos de la época en la que el autor de El Quijote vivió en Alcalá de Henares, antes de emprender su azarosa vida, que habría de convertirlo en un genio inmortal.

La Casa Natal de Cervantes cuenta con un importante fondo bibliográfico de ediciones cervantinas de todas las épocas y en muchos idiomas y, además, mantiene una programación muy activa, con propuestas de estilos diversos y para todos los rangos de edad, especialmente alrededor de fechas señaladas como el Día del Libro, que se celebra el 23 de abril, en recuerdo de William Shakespeare y del entierro en Madrid del propio Cervantes en 1616.

Todavía hay más

No pueden irse de Alcalá de Henares sin visitar su Catedral Magistral de los Santos Niños Justo y Pastor, de estilo gótico, vinculada también al mecenazgo del Cardenal Cisneros. Son muy notables el claustro de estilo herreriano y la torre, obra también de Rodrigo Gil de Hontañón, a la que se puede subir y ofrece unas preciosas vistas de la ciudad. En el claustro hay un interesante centro de interpretación, pero además cuenta con un museo en el que encontraremos obras de arte sacro y una espectacular colección de orfebrería.

Algo que puede ayudarles mucho a mejorar la experiencia de conocer la ciudad y a aprovechar más el tiempo que pasen allí es participar en alguna de las varias visitas guiadas con las que, de la mano de expertos, profundizarán más en la historia, la cultura y el arte y lo harán de una forma muy amena.

Y si necesitan una última razón para visitar Alcalá de Henares, pueden hacerlo por sus fiestas: la Semana Santa cuenta con la declaración de Interés Turístico Nacional y es, sin duda, una de las más interesantes de Madrid, con diez cofradías que procesionan y numerosas actividades; en el Puente de Mayo se celebra Complutum Renacida, con desfiles, campamentos históricos, combates de gladiadores, tabernas romanas, mercado artesanal y recreaciones que transportan a la antigua Roma; y, finalmente, en octubre, la Semana Cervantina, que de nuevo nos hace viajar en el tiempo con su mercado de época y más de 500 actividades culturales.

Por último, no dejen de acercarse a la gastronomía alcalaína, con una deliciosa cultura de la tapa en todo el centro histórico y también con varios restaurantes destacables —la Hostería del Estudiante, Ambigú o Ki-jote, entre otros—. No menos importante, la repostería: rosquillas de Alcalá, costradas de Alcalá y almendras garrapiñadas del Convento de las Clarisas de San Diego.

Y todo esto, a unos 45 minutos del centro de Madrid, en una ciudad a la que es muy fácil llegar en Cercanías y, además, donde es posible vivir un viaje especial en un tren turístico: el Tren de Cervantes, claro, ¿qué otro nombre podía tener?

Temas

En Chic

    0
    comentarios