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Katy Mikhailova

¿Por qué no sonríen?

A partir de ahora, en lugar de desfilar con cara de mala leche, las modelos parecerán más amigables y cercanas en la pasarela.

A partir de ahora, en lugar de desfilar con cara de mala leche, las modelos parecerán más amigables y cercanas en la pasarela.
Vuelven las sonrisas a la pasarela | Cordon Press

Soy una adicta a las sonrisas. Y es que el mundo de la moda, y los espectadores del mismo, están de suerte, porque, según el portal S Moda, las modelos de pasarela volverán a sonreír. Sí. En lugar de desfilar con cara de mala leche -no sé si será porque pasan hambre-, ahora parecerán más amigables y cercanas. Amén de guapas, pues una sonrisa embellece a cualquiera.

Y es que esto me recuerda a la eterna lucha entre modelos de "pasarela seria" -sí, los desfiles de discotecas o de centro comerciales no valen- y las misses, una especie ya en extinción. Tuve la ocasión de trabajar como reportera oficial en Miss España 2010 -cuando el certamen era algo relativamente profesional-.

De ahí me llevo algunas amigas. Recuerdo cómo algunas concursantes de aquella edición ocultaban en sus CVs, pasado el concurso, que habían llegado a ser Miss Cuenca o Miss Málaga, o lo que fuera. Y es que en las agencias de modelos que deciden quiénes desfilan en la Fashion Week Madrid rechazaban, hasta hace no mucho, a las misses. Al parecer, una Miss debe de ser esa especie rara, supongo, que cuando desfila en la pasarela sonríe y disfruta desfilando. En fin. Cosas más graves ocurren en la moda, supongo.

Me encanta la frase del artículo de la revista de moda que menciono, en la que dicen "poco a poco parece que la moda quiere alejarse de su faceta más seria y elitista para enseñar dientes". ¡Sublime! Lo de enseñar dientes no necesariamente tiene que ir ligado a la felicidad. Mi gato Mourinho enseña los dientes cuando algo no le gusta. Aunque con ese nombre, no es de extrañar que enseñe los dientes con frecuencia -los dientes, y las garras, aunque por el momento no mete el dedo en el ojo a nadie; sí, por lo de José Mourinho y eso, ¿recuerdan?-.

Y bueno, yo siempre he dicho eso de que se puede sonreir con la mirada. Sobre todo en la época en la que tuve que llevar brackets. Lo admito: sufrí complejo de sonrisa con aparato de dientes. Es curioso porque, en realidad, nunca dejé de sonreír; menos en las fotos. Ahí buscaba otra forma de transmitir felicidad. Más curioso aún, y tirando de hemeroteca de fotografías de Facebook de mis 17, 18, 19 y 20 primaveras, ya sin el aparato y con la sonrisa cuasi perfecta, seguía sin enseñar los dientes en las fotos. Menos mal que la tontería se me fue pasando, y comprendí que no hay nada más natural que una carcajada auténtica inmortalizada en una fotografía.

Según la autora del artículo Adiós a las modelos mustias, el reflejo de esta tendencia en la estética se manifiesta en el momento en el que marcas importantes como Zara optan por una imagen más amable y divertida. Y es algo que se agradece; a pesar de que los escaparates de la misma marca continúen con esa posición hierática, la pestaña arriba y esa postura extraña con los brazos cruzados a modo de negación.

Claro que, cuando hablamos de modelos frías y enfadadas, nadie se refiere a los Ángeles de Victoria's Secret. Estas se contonean, viven, disfrutan y regalan amor sobre el podium. Supongo que es la diferencia entre modelo con nombre y apellido y modelo anónima que desfila para una firma y que debe pasar desapercibida.

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