Hace unos días ha transcurrido el desfile de Chanel dirigido por Karl Lagerfeld. Un desfile millonario (un par de millones para llevarlo a cabo), que una temporada más se ha convertido en el foco de atención de la industria entera. Pero, si después de recrear un supermercado con tetrabricks de leche en forma de bolsos al "genios de la moda" le sabía a poco, ha decidido en esta ocasión presentar su colección trasladando la playa (sí, sí, con la arena blanca incluida) al centro de París.
El fotofóbico y gordofóbico (ex gordo, por cierto) de Karl (sí, ese mismo que cuando vino a diseñar en los 80 a Loewe a Madrid llevaba en las maletas litronas de agua porque creía que España era el Sáhara, tal como me confesaba Enrique Loewe) ha decidido en esta ocasión "rejuvenecer" la marca, como apuntan los titulares, presentando un estilo fresco y jovial. ¡Original también! Como es para la colección de primavera verano… Y lo más importante: bolsos en forma de pelotas de playa. ¡Qué genialidad!
Modelos con chaquetas en tejido tweed (un clásico) chocaba con el entorno caribeño de la decoración de la pasarela. Los críticos siguen llamándole el "káiser" de la moda. Para mí es una tomadura de pelo y es otro desfile más del montón.
Tomadura de pelo como la de las modelos digitales, la polémica de moda de la semana, que Balmain ha creado. Sí, modelos, no de carne y hueso, pero idénticas a las reales. Sólo imagen. La canción de reguetón don Omar (el de ‘Dale Don Dale’ y ‘Baila Morena’) de ‘Diva Virtual’ podría hasta cobrar sentido. ¿Podríamos decir que el cantante latino predijo el futuro de la industria de la moda?
¿Qué pretende Balmain con este tipo de acciones? ¿Ahorrar dinero en modelos? ¿Ser los pioneros de una nueva tendencia innovadora en el negocio?
Según la semana de la Moda de París las tendencias clave que se van a imponer son las pieles de serpiente y leopardo (de toda la vida), las rayas marineras, vestidos asimétricos, colores eléctricos (plateados y dorados) y la bien llamada "logomanía" (para dejar claro el logo, marcar la marca y el estatus).
Así es de simple la moda y así de fácil nos la comemos.