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Katy Mikhailova

Atrapada en un calcetín

Kim Kardashian fue a la Gala MET enfundada en una especie de calcetín negro desde los pies a la cabeza.

Kim Kardashian fue a la Gala MET enfundada en una especie de calcetín negro desde los pies a la cabeza.
Kim Kardashian en la gala MET. | Gtres

La creatividad está claramente agotada, cuando se llega a un nivel en el que todo se ha diseñado y presentado, y hay que seguir siendo noticia. Este podría ser el caso de Kim Kardashian en esta última Gala MET enfundada en una especie de calcetín negro desde los pies a la cabeza. Lo misterioso es que ni se cayera ni tampoco se ahogara. Al menos no necesitaba mascarilla y ha sido, en este sentido, la más prudente de todos los invitados. Ironías aparte: una Gala MET que más que gala podría ser un carnaval de disfraces y de esperpentos, un año más (aunque 2020 llorara por la ausencia de este desfile).

Retomando lo de la empresaria, influencer famosa por sus curvas… ¿quién firma la obra de "arte"? Balenciaga. Y pensar que la marca se debe al apellido de aquel diseñador, aquel genio, que el siglo pasado hacía auténticas joyas para la vestimenta, y que en su nombre ahora (ya muerto y enterrado) crean bazofias vendidas a precio de oro.

El calcetín infinito, o mascarilla total-look, lo único que dejó ver de Kim fue su coleta: y, para una cosa que se puede apreciar, es postiza. Aunque postizo hay mucho más que su pelo… pero eso ustedes ya lo conocen.

Toda ‘parida mental’ en esta industria de fantasía y tontería, debe venir acompañada de una filosofía, y la de Demna Gvsalia (el autor de destrozar Balenciaga en la estética pero el culpable de levantar lo más alto la marca en cuanto a la parte económica) consiste en rescatar su pasado para hablar de su dura infancia (es georgiano, y la Guerra Civil estalló cuando tenía 12 años, refugiándose su familia en Düsseldorf). ¿Y esto a qué viene?

En un momento en el que estamos reviviendo una terrible crisis en Afganistán, en donde más que nunca se intenta relegar a la mujer a un plano invisible escondiendola tras un burka, este atuendo que esconde a una mujer es tan inapropiado como de mal gusto. Recordemos el escándalo de aquel famoso desfile de David Delfín, en el que la propuesta implicaba que las modelos salieran con una bolsa en la cabeza (modelos encapuchadas) en un momento político algo similar a este.

Corría el año 2003. Hoy: 2021. No hemos aprendido nada. Que no piensa Gvsalia que es original ni Kardashian que es la reina de la moda, porque lo que hemos visto hace unos días en la alfombra roja de la Gala es un insulto a la inteligencia y al buen gusto. Tanto, que hasta La Rosalía ha pasado desapercibida.

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