
Si simplemente caminar por la playa ayuda a quemar grasa, imagina lo que correr por la arena puede hacer por tu peso. Pero no solo está indicado para quienes eligen el running para adelgazar, sino para quienes desean aumentar su rendimiento y forma física en general. Además, es una manera estupenda de mantenerse activo en vacaciones. Más que uno de esos trucos para seguir practicando deporte en vacaciones, correr por la arena se trata de un ejercicio completísimo que reforzará y potenciará tu estado físico por sus enormes beneficios. Por supuesto, lo ideal es siempre hacerlo al amanecer o al atardecer para evitar golpes de calor o similares, además es importante llevar una buena base antes de ponernos a correr por la playa.
Llevar tu rutina de entrenamiento a la playa puede evadirte del aburrimiento, mejorar el rendimiento de la carrera y ayudarte a alcanzar nuevos picos en tus objetivos. También puede desafiar a tu cuerpo de formas que quizá no creías posibles. Y hay suficientes motivos para afirmar que es un entrenamiento de lo más completo.
La sensación de libertad, el sonido del mar o tener un mayor contacto con la naturaleza son algunos de los motivos que incitan a correr por la playa, pero ¿es bueno correr por la arena? ¿Mojada o seca? ¿Descalzo o con zapatillas? ¿Cuáles serían las lesiones más típicas? Correr por la arena de la playa tiene múltiples beneficios para la salud de quien lo practica:
- Nuevas exigencias de energía y quema de calorías
Correr sobre la arena proporciona una resistencia adicional para los músculos de la parte inferior del cuerpo. Esto supone que requiere más esfuerzo y energía para poder impulsarte hacia adelante, por la resistencia de la arena, esto supondrá también un mayor requerimiento de energía que equivale a una mayor quema de calorías.
De hecho, un estudio clásico de 2014 ya encontró que las superficies de arena obligan a un mayor gasto de energía durante el entrenamiento en comparación con superficies más tradicionales como el pavimento o el césped.
- Proporciona una pisada más suave
Correr sobre la arena permite un aterrizaje más suave de las plantas de los pies comparado con correr sobre pavimento o superficies duras. Como tal, se ejerce menos presión sobre tobillos, rodillas y caderas, lo que ayudará a evitar posibles lesiones en el tren inferior de cuerpo ya que se reduce el impacto en las articulaciones.
- Desarrolla fuerza y facilita la estabilidad de pie y tobillo
La arena es una superficie inestable y solo por eso ya obliga a trabajar a músculos, tendones y ligamentos cada vez que se posan los pies sobre el suelo. Todos juntos trabajan para estabilizarse con el fin de mantener el equilibrio y evitar que el tobillo se mueva. Siempre que no sufras ninguna lesión en esa zona, la arena ofrece una superficie ideal para desarrollar fuerza y aumentar la estabilidad en el pie y el tobillo.
- Mejora el rendimiento deportivo
El entrenamiento en superficies de arena propone un extraordinario desafío para músculos, articulaciones, ligamentos, tendones y sistema cardiovascular. Vas a mejorar tu resistencia y con el tiempo invertirán menos energía en realizar una misma actividad.
¿Es bueno correr por la playa?
Seguramente sepas que el caminar por la playa es una de las actividades que cuenta con múltiples beneficios para el organismo tanto para la forma física como psicológica. Pues imagínate el correr. Si hay un ventaja que destaque por encima de todas es la de que ayuda a reforzar la musculatura del pie y ganar en equilibrio. Sin embargo, el correr por la playa también tiene sus inconvenientes, sobre todo si piensa que es igual que por el asfalto. De hecho, no es una actividad recomendada para aquellos que están iniciándose en el running sino solamente para los ya habituados porque la respuesta del cuerpo y el tren inferior es distinta en arena que en asfalto y pueden surgir complicaciones.
Y es ahí donde te encuentras con otro de los inconvenientes: el tiempo que le vas a dedicar a correr por la playa. Si no eres de los que viven cerca del mar y tienes la oportunidad de entrenar sobre la arena de la playa a diario, será mejor que sigas haciéndolo por el asfalto y los paseos por la playa totalmente descalzo, porque en cambio podría tener graves consecuencias.
Pros de correr por la playa
- Cuando corres por la playa vas a realizar un trabajo más intenso. Y esto se debe en gran parte al terreno, ya que, al ser de arena, va a oponer mayor resistencia que la tierra firme y gracias a eso conseguirás quemar más calorías y fortalecer más los músculos de las piernas.
- También estarás mejorando la respiración. Gracias a la humedad del mar, las bajas presiones y la temperatura respirarás mejor y tu organismo recibirá mayor cantidad de oxígeno.
- El poder relajante de la playa es otro de los factores a su favor. Aunque estés ejerciendo un esfuerzo, el sonido de las olas del mar mantendrá tu mente y tu cuerpo relajados. Además piensa que romper con la rutina y correr por un nuevo ambiente siempre aumentará tu motivación.
Contras de correr por la playa
- La arena de la playa es un terreno inclinado e irregular con fuertes desniveles. Esto repercute en tu carrera, ya que siempre vas a correr con un pie más alto que otro, la cadera desnivelada y una pierna más flexionada. Ese movimiento asimétrico no es bueno para ti y puedes verte obligado a forzar una pisada antinatural que te obligará a adoptar una postura inadecuada al correr y que además puede desencadenar la aparición de una lesión.
- Si tienes algún problema articular en los huesos o en los tendones, no es aconsejable que salgas a correr por la playa. De igual modo, si has sufrido alguna lesión en el último año en rodillas o tobillos podría reaparecer si realizas está práctica.
- Las altas temperaturas y la humedad favorecen la deshidratación, por lo que deberás tenerlo en cuenta. Del mismo modo, una exposición al sol prolongada sin una buena protección solar puede ser muy lesiva. Sobre todo si tienes la piel muy sensible o atópica.