
A veces uno no se da cuenta pero el cepillo no engaña, los 365 días del año el pelo se cae. De hecho, es normal perder entre 50 y 100 cabellos diarios, pero es importante fijarnos si ese cabello contiene la raíz o no, ya que esto nos va a ayudar a saber si es la caída normal o significa que tenemos el cabello frágil y por ello se parte.
Para que nos hagamos una idea, el ciclo de vida del cabello va desde 2 a 7 años pero generalmente es de 3 años, que es el tiempo que tarda en crecer y separarse del bulbo hasta caerse. Al comienzo de primavera y otoño la caída es mayor por lo que es normal que esto suceda.
Es decir, la caída del cabello en otoño se debe a una alteración normal del ciclo del pelo y se trata de un proceso que suele durar entre dos y tres meses. Ahora bien, si pasado este tiempo, el cabello no ha recuperado su ritmo normal de crecimiento, sería conveniente acudir a un especialista para que descarte enfermedades como la alopecia androgénica.
Mientras que la alopecia androgénica se debe a un incremento de la sensibilidad de ciertas zonas del cuero cabelludo a las hormonas locales, la pérdida de cabello en otoño se debe a una alteración natural del ciclo del pelo. En esta estación, se inicia un proceso completamente normal que consiste en la desincronización del ciclo del pelo de forma que, mientras que en condiciones habituales la mayor parte de los cabellos están en fase de anagen (anclados al cuero cabelludo), en esta época del año se produce un cambio a fase de telogen (fase de caída), que al cabo de un tiempo variable se regulariza solo. De este modo, la mayoría de pelos recupera la fase de anagen.
Por tanto, que se caiga el pelo en otoño no significa que padezcamos alopecia, una patología que preocupa a hombres y a mujeres por igual y que aumenta con la edad. De hecho, para que nos hagamos una idea hasta un 75% de los hombres sufrirán alopecia androgénica y esta suele empezar sobre los 30 o 40 años. En el caso de las mujeres, tan solo entre el 15 y el 30% sufre esta patología. Para entender por qué se cae el cabello debemos conocer sus tres fases del ciclo de crecimiento capilar:
- Fase de crecimiento o anágena: Es la más larga, de media son 3 años pero puede ser más duradera. El cabello está alimentado y en constante crecimiento. El folículo piloso es como un mini túnel donde está la papila que es la que alimenta el cabello. Suele crecer 1cm al mes, pero con una dieta saludable y un cuidado correcto del cabello puedes ver cómo crece más rápido.
- Fase de reposo o catágena: El cabello deja de alimentarse porque se separa de la papila y por lo tanto deja de crecer, es la transición de una fase a otra y suele durar entre 1 y 3 semanas
- Fase de reemplazo o telógena: Es la que llamamos de caída, el cabello pasa sobre 3 meses en esta fase, a la espera de caerse por su propio peso o cuando desenredamos. Tras esta fase el pelo caído es reemplazado por otro y empieza de nuevo el ciclo
Estas son las principales causas por las que se cae el cabello:
- La pérdida excesiva de cabello está asociada a menudo a una secreción excesiva de sebo que engrasa el cuero cabelludo, lo irrita y limita el ciclo de crecimiento capilar, lo que produce un pelo cada vez más fino y débil.
- El estrés, tanto físico como emocional, y la ansiedad son factores que pueden desencadenar la caída del cabello.
- Cepillados fuertes y el uso de champús o de tratamientos agresivos en exceso (permanentes, desrizados, etcétera) son causas mecánicas que pueden explicar la pérdida de densidad capilar y la aparición de calvas.
- Operaciones quirúrgicas y tratamientos médicos como la quimioterapia pueden ocasionar, igualmente, calvicie.
- Enfermedades de la piel como lupus, liquen plano pilar u hongos pueden propiciar la caída del cabello.
- Los cambios hormonales también pueden dar origen a un episodio de alopecia. Momentos especialmente delicados son la menopausia y el postparto.
Consejos para frenar la caída
Como se ha comentado, además de que el otoño es una época propicia para la caída del pelo, esta puede ser mayor si se dan otros factores. En este sentido, se pueden realizar algunas prácticas para intentar frenar esta pérdida:
- Estimular el cuero cabelludo. Puede llevarse a cabo mediante masajes que impulsan la microcirculación sanguínea que riega los folículos pilosos.
- Emplear suplementos nutricionales, entre los que están incluidos vitaminas y minerales como el zinc, cobre y hierro, vitaminas del grupo B, vitamina D y ácido fólico.
- Seguir una alimentación rica en frutas, verduras y proteínas. Así, podemos llevar una dieta que incluya zanahorias, calabaza, melocotón, kiwi, fresas, naranjas, acelgas, col, brócoli, pimientos, frutos secos, marisco, pescado, legumbres, huevos, carnes magras (conejo, pollo, pavo) y cereales integrales, entre otros.
- Reducir niveles de estrés, causante o agravante de diferentes enfermedades de la piel, como la pérdida del cabello.
- Secar sin agresividad. Hacer movimientos bruscos y fuertes para secar el pelo con la toalla no solo lo encrespará más, sino que puede dañar la fibra capital. Lo más recomendable es hacer movimientos sutiles y utilizar materiales muy suaves, preferiblemente, de algodón.

