
Día a día nos todo el mundo se cruza y hace vida con elementos que pueden pasar desapercibidos y que tienen ciertas consecuencias para la salud por inimaginable que parezca. La sociedad está acostumbrada a convivir con ellos y se obvia su peligrosidad. Diversos estudios científicos así lo demuestran. De hecho, según el portal ‘Genial Guru’, se tratan de cosas vinculadas a la higiene, a la alimentación e incluso la moda.
Se supone que una casa debería ser un refugio y un lugar seguro para sus inquilinos, pero se crea o no, muchas de las cosas que se utilizan día tras día son potencialmente peligrosas. Algunas de ellas son quizá verdaderamente sorprendentes.
- Radiadores
Los radiadores pueden provocar incendios, por lo que no deben dejarse nunca desatendidos. Cuando estén encendidos, hay que asegurarse de que estén al menos a un metro de distancia de cualquier objeto inflamable.
- Ventanas
Las ventanas sin seguro son un peligro para los niños y las mascotas. Las barreras pueden ayudar a prevenir sustos, pero lo ideal es que sean fáciles de desinstalar en caso de que un día se produzca un incendio y haya que salir por la ventana. Es importante asegurarse de que no haya ningún mueble cerca de la ventana que los niños puedan utilizar para escalar.
- Regletas
Una regleta defectuosa puede ser muy inflamable. Hay que optar por una de buena calidad y reemplazar las que ya no funcionen correctamente o sean muy antiguas.
- Humificadores
Los humificadores son beneficiosos siempre y cuando estén limpios. La falta de mantenimiento puede hacer que aparezca moho y que las personas lo inhalen cuando se use el humificador.
- Vitrocerámica
Nadie está del todo a salvo de quemarse con la vitrocerámica, pero el riesgo aumenta exponencialmente si hablamos de niños pequeños. Nunca hay que dejar la cocina desatendida para evitar riesgos innecesarios.
- Bañeras
Aunque parezcan inofensivas, las bañeras son un gran peligro para los niños, ya que corren el riesgo de ahogarse. Para que esto no ocurra, basta con supervisarles mientras se bañan. Lo mismo puede ocurrir con las personas mayores, ya que un simple resbalón puede ser muy peligroso.
- Secadoras
Las secadoras pueden ser el escondite perfecto para los niños pequeños y, por lo tanto, un peligro. No obstante, hay un motivo más por el que las secadoras pueden poner en riesgo a toda la familia: el peligro de incendio. Para evitar que esto ocurra, hay que asegurarse de que el filtro para pelusas esté limpio y de que haya espacio suficiente entre la secadora y la pared para que corra bien el aire.
- Sartenes antiadherentes
Aunque es un gustazo no tener que andar poniéndolas a remojo, las sartenes antiadherentes tienen un lado oscuro. El politetrafluoroetileno, el revestimiento que evita que la comida se pegue a la sartén, desprende un gas cuando se calienta que se ha vinculado al desarrollo de cáncer y otras enfermedades.
- Cuchillos
Los cuchillos son un peligro a cualquier edad, pero los niños son especialmente vulnerables. Es importante mantenerlos lejos de su alcance y tener cuidado de no cortarse cuando se utilicen para cocinar.
- Calderas
La falta de mantenimiento de la caldera puede derivar en una intoxicación por monóxido de carbono. Para evitar riesgos, lo ideal es que un profesional la revise al menos una vez al año.
- Productos de limpieza para hornos
Muchos de estos productos contienen álcalis corrosivos que pueden ser peligrosos si se inhalan. Por ejemplo, pueden dañar el tracto gastrointestinal y el sistema respiratorio.
- Insecticidas
Los insecticidas son veneno, por lo que respirar los químicos que contienen también es malo para las personas. Cuando se utilicen, hay que asegurarse de ventilar acto seguido.
- Productos de limpieza para inodoros
Los ingredientes corrosivos de estos productos pueden causar quemaduras en los ojos y la piel. Asimismo, pueden ser increíblemente peligrosos si se mezclan con otros tipos de limpiadores.
- Lámparas fluorescentes compactas
Estas bombillas solo son peligrosas si se rompen, ya que de ser así, liberan una pequeña cantidad de mercurio al aire que no conviene inhalar.
- Lejía
La lejía es un químico extremadamente peligroso que casi todo el mundo tiene en casa. Su ingesta no solo puede provocar heridas internas de gravedad y la muerte, sino que su uso también aumenta el riesgo de sufrir enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
- Velas
Las velas son otro objeto potencialmente peligroso si se deja desatendido. Además, las velas perfumadas que pasan mucho tiempo encendidas pueden emitir químicos como el formaldehído, destilados del petróleo, alcohol y éster. Estos pueden provocar problemas de salud como dolores de cabeza, mareos, alergia e incluso algunos tipos de cáncer.
- Rimel
Antes de seleccionar uno u otro hay que prestar atención a los componentes, ya que algunos pueden dañar considerablemente tus ojos. Lo adecuado es evitar los parabenos, el polvo de aluminio, el propilenglicol y el acetato de retinol. También debes evitarse compartirlo con otra persona para evitar conjuntivitis.
- Contenedores de plástico o ‘tuppers’
El peligro procede de las sustancias que se emplean para dar resistencia a esos recipientes. Con el desgaste o el lavado de los mismos se agrava. No deben usarse más de cinco meses ni para calentar alimentos.

