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Hábitos matutinos para perder grasa más fácilmente

Unos buenos hábitos matutinos influyen en lo que se hace el resto del día. Si se realizan determinadas acciones ayuda a perder grasa más fácilmente.

Unos buenos hábitos matutinos influyen en lo que se hace el resto del día. Si se realizan determinadas acciones ayuda a perder grasa más fácilmente.
yoga, ejercicio, aptitud física | Pixabay/CC/lograstudio

¿Cómo optimizar la quema de grasa desde la mañana? Un buen día comienza por haber tenido un buen descanso y tener un buen despertar, y sigue por hacer pequeñas rutinas y rituales que conecten con el propio cuerpo, la sensación de bienestar e impulsen a mantener buenos hábitos.

Por supuesto hay que ver el día entero al completo, y no sólo hacer las cosas bien por la mañana. Todo cuenta y todo suma o resta. Pero es cierto que cuando uno se levanta bien y hace actividades que ayuden a mantener un buen equilibrio mental, emocional, de actividades, etc... Pues todo lo demás tiende a salir mejor, por extensión.

Tener un metabolismo rápido es sinónimo de salud y energía; un metabolismo lento, en cambio, trae consigo otros problemas como fatiga, insomnio, aumento de peso, etc. Por lo tanto, el deseo de acelerar el metabolismo no es solo una necesidad asociada a la pérdida de peso: involucra la salud general del cuerpo. Es por eso que hay algunos cambios en la rutina que se pueden realizar para acelerar el metabolismo y ayudar a la pérdida de grasa.

  • No desayunar hasta que no se tenga hambre

El ser humano debe de ser el único animal que come cuando no tiene hambre. Y también el único que se fuerza a comer aun estando enfermo y sin apetito. Bueno, no es así en el caso de los niños, ellos sí están conectados con sus cuerpos y sus necesidades. Comen cuando tienen hambre, y dejan de comer cuando no tienen hambre o están enfermos.

¿Qué pasa cuando somos adultos? ¿Por qué consideramos que el cuerpo es "estúpido" y vamos contra natura con él? Con un gran porcentaje de acierto por el marketing de la industria alimentaria. "Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo" para empezar el día con fuerza y energía... ¿No? Y claro, que ese desayuno esté basado en cereales refinados, zumos de frutas, tostadas por muy integrales que sean, leche chocolateada, bollería etc.

Pues bien, hay que saber que la hormona grelina está en su punto más bajo por la mañana. Por lo que es totalmente normal y saludable que no se tenga hambre por las mañanas. Sobre todo si la noche anterior se ha hecho una cena rica en grasas saludables y proteína y baja en carbohidratos y se han dormido las suficientes horas. ¿Entonces? ¿Por qué forzarse? No es necesario para nada. Lo ideal es desayunar cuando se tenga hambre y no forzarse. El metabolismo está diseñado para despertar en la mañana y entrar en actividad. No para ponerse a comer "como un rey/reina".

  • 2. Agua tibia con zumo de limón

Tan pronto como se despierte por la mañana, tomar un vaso de agua tibia con limón con el estómago vacío. ¿Cómo funciona? Permite "limpiar" el organismo y ayuda a eliminar las toxinas acumuladas, además de estimular una buena digestión.

  • 3. Hacer ejercicio en ayunas

Es probable que los eternos mitos de la alimentación hayan hecho creer que si se hace ejercicio en ayunas uno se va a desmayar y casi a morir de quién sabe qué. Quizás se crea que al menos "hay que comer un plátano" antes de hacer ejercicio, "por el tema de la glucosa".

De nuevo aquí tratando al cuerpo como si fuera "estupido" en lugar de la máquina que es. El cuerpo está diseñado para la superviviencia y casi siempre tiene un "Plan B". Si se quedan cortas las reservas de glucosa y el glucógeno (que es lo que te interesa) el cuerpo es capaz, con mayor o menor atino según el grado de "flexibilidad metabólica", de utilizar las grasas como combustible.

Claro, el problema es que la persona media del mundo moderno no suele tener buena "flexibilidad metabólica". Sufre hipoglucemias porque cuando falta el azúcar... No puede pasar así como así a la otra ruta metabólica: la oxidación de grasa para producir energía. De hecho, el ambiente hormonal y metabólico del organismo está configurado para que por la mañana se tenga menos hambre (hormona grelina, punto 1 de esta lista) y se realice más actividad física...

  • 4. Desayunar proteína

Comer alimentos ricos en proteínas para el desayuno ayuda a aumentar la termogénesis: los alimentos con proteínas necesitan más energía del cuerpo para ser metabolizados.

  • 5. Comer más manzanas

Las manzanas ayudan a regular el colesterol, sacian el hambre y son un excelente refrigerio para reducir el apetito. Además, las manzanas pueden quemar calorías con solo masticarlas gracias al esfuerzo de masticarlas.

  • 6. Una taza de café

El café aumenta la adrenalina en sangre, una hormona involucrada en la descomposición de la grasa. Beber una taza por la mañana para comenzar el día acelerando tu metabolismo.

  • Hacer un diario de la ingesta diaria

Mantener un diario de los alimentos que se toman al día para realizar un seguimiento de todo lo que se come puede ser una forma efectiva de ayudar a aumentar la pérdida de peso. Un ensayo con 123 personas a las que se siguió durante un año se encontró que completar un diario estaba asociado con una mayor cantidad de pérdida de peso. Hay que intentar, por tanto, usar una aplicación o incluso solo un bolígrafo y papel para registrar lo que se come y bebe, comenzando con la primera comida del día.

  • Pesarse en ayunas

Subir a la báscula y pesarse cada mañana puede ser un método eficaz para aumentar la motivación y mejorar el autocontrol. Pesarse cada mañana también puede ayudar a fomentar hábitos y comportamientos saludables que pueden promover la pérdida de peso. Para obtener mejores resultados, pesarse justo cuando se despierta.

  • Obtener un poco de sol

Abrir las cortinas para dejar pasar la luz del sol o pasar unos minutos extra al aire libre cada mañana puede ayudar a acelerar su pérdida de peso. La exposición a la luz solar es la mejor manera de satisfacer sus necesidades de vitamina D. Algunos estudios han encontrado que cumplir con los requisitos de vitamina D puede ayudar a perder peso e incluso a prevenir el aumento de peso. La cantidad de exposición al sol que necesita puede variar según su tipo de piel, la estación y su ubicación. Sin embargo, se recomienda una exposición durante 10-15 minutos.

  • Practicar mindfulness

La atención plena o mindfulness es una práctica que implica centrarse completamente en el momento presente y despertar la conciencia de sus pensamientos y sentimientos. Un análisis de 19 estudios encontró que las intervenciones basadas en mindfulness aumentaron la pérdida de peso y redujeron las conductas alimentarias relacionadas con la obesidad. Practicar el mindfulness es simple. Para comenzar, hay que tratar de pasar cinco minutos cada mañana sentado cómodamente en un espacio tranquilo y conectando con sus sentidos.

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