
En la foto o en el vídeo, queda ideal y puede resultar muy inspirador para aquellas personas que están a dieta o buscan ‘desintoxicar’ su cuerpo. Además, el plan, en principio, resulta bastante seductor: "Si te bebes este licuado tan rico y nutritivo, vas a detoxificar tu organismo, quemar grasa, adelgazar y sentirte superbien", proclaman. El problema viene al desvirtualizar el consejo para descubrir que ese licuado verde milagroso, en realidad, suele estar bastante malo, y que, además, no solo no es depurativo, sino que puede perjudicar, a largo plazo, nuestra salud.
Los batidos detox, esos licuados verdes hechos con verduras y frutas, por lo general diuréticas, preparados en batidora, que se presentan como los mejores aliados para detoxicar o depurar el organismo, combatir la hinchazón y la retención de líquidos, quemar grasa y adelgazar, pueden no ser tan beneficiosos para nuestra salud.
De hecho, los especialistas explican que los alimentos no depuran ni detoxifican. De eso se encargan el hígado, los riñones, los pulmones y la piel, que son los órganos destinados a eliminar de nuestro organismo los compuestos de desecho.
Aunque por sí mismos no sean destoxificantes, estos batidos se pueden tomar acompañados de una alimentación saludable y equilibrada, y sin que supongan un sustitutivo de una comida. Esto es porque tomarlos como una forma de corregir excesos o malos hábitos de alimentación no servirá de nada y, además, pueden afectar a nuestra salud a largo plazo.
Lo primero que habría que hacer es desmitificar ese 'rollito detox' que nos intentan colar ya que la ingesta de licuados de verduras y frutas para, presuntamente, limpiar el organismo no tiene sentido. Estos zumos ni siquiera sirven para que nos beneficiemos de las propiedades de esos alimentos.
Porque, aunque parezca un asunto baladí, estos batidos no solo no son tan 'healthies' como nos los venden sino que pueden convertirse en el origen de problemas de salud, tal y como ha advertido la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que ha vinculado su consumo con el aumento del número de pacientes diagnosticados con cálculos renales, cuyo número se ha duplicado.
Pero todavía hay más. Al contrario de lo que se dice, si se utilizan como nutriente principal en una dieta drástica, favorece que haya una mayor acumulación de grasa y una pérdida de masa muscular. Además, son menos saciantes que las frutas enteras, no ayudan a llevar una dieta saludable, tienen un alto contenido en oxalatos (en exceso, interfieren en la absorción de determinados nutrientes y pueden producir problemas renales), tienen alto contenido en nitratos (en exceso, puede provocar problemas sanguíneos, especialmente en los niños), y pueden transmitir microorganismos patógenos.
Además hay que tener claro que no estamos intoxicados, no contrarrestan los efectos de una dieta poco saludable o ni los excesos que se hayan cometido en verano o en Navidad, y de depurar y detoxificar se ocupa nuestro organismo, el hígado, los riñones, los pulmones, la piel… los órganos cuya función es eliminar los compuestos de desecho. Por tanto, lo que sí está claro es que la moda detox es una vuelta de tuerca a las dietas milagro, un truco del marketing.
A todo esto, habría que añadir un dato esencial: Las frutas y las verduras tienen fibra soluble e insoluble, que es la que nos ayuda a ir de una manera más frecuente al baño y a limpiar nuestros intestinos. Sin embargo, las licuarlas, perdemos esa fibra tan valiosa, propiciando la absorción de azúcares. El vaciado gástrico, además, se hace más rápido con lo que los hidratos de carbono pasan antes al torrente sanguíneo, elevando los niveles de glucosa en sangre. El páncreas, para contrarrestar este efecto, eleva la producción de insulina, lo que activa la lipogénesis o lo que es lo mismo, el aumento de la producción de grasa.
¿Qué son los oxalatos?
Al hacernos licuados de espinacas, acelgas o remolacha, por poner tres ejemplos muy populares, no solo nos estamos perdiendo sus propiedades originales sino que, además, su ingesta puede conllevar múltiples contraindiaciones.
¿Por qué? Porque todos estos alimentos son ricos en oxalatos, sales que interfieren en la absorción del hierro, del potasio o del calcio, entre otras cosas, y favorecen la aparición de cólicos nefríticos y otros problemas renales. Es más, en numerosos estudios se relaciona directamente el consumo de este tipo de zumos con una nefropatía por oxalato.
¿Qué hacemos entonces? Si los cocinamos a la temperatura adecuada, logramos 'desactivar' en gran medida esa acción de los oxalatos. Por eso no eso, no es recomendable tomarlos crudos, ni en esas cantidades tan grandes como las que se utilizan para los licuados.

