
La sinestesia es uno de esos conceptos de los que en ocasiones se escucha hablar, pero de los que no siempre se tiene muy claro su significado. Por ejemplo, en el terreno de la literatura, la sinestesia es una figura retórica que atribuye una sensación a un concepto que no le pertenece, es decir, atribuir un efecto de un sentido a otro. Sin embargo, no solo existe este concepto en la literatura, también está en la neurociencia y lo cierto es que su significado no dista demasiado, porque describe la habilidad de mezclar o alterar los sentidos, asociando colores, sonidos o sabores, asociado dos sentidos que no están unidos.
Por tanto, en la vida real, es una cualidad que muchas personas poseen. Estas viven de una forma diferente, puesto que sus vías neurológicas se entremezclan con los sentidos o estados que aparentemente no están relacionados. Lo que influye en numerosos aspectos de su vida cotidiana. De hecho, los expertos lo describen como "una variación no patológica de la percepción humana". En otras palabras, los sentidos no se mezclan, sino que las personas sinestésicas perciben los estímulos como un atributo sensorial añadido que aparece de forma automática e involuntaria.
Más concretamente se conocen más de 80 tipos diferentes de sinestesia, aunque la más común, es la denominada, grafema-color, aquella en la que se pueden percibir los colores a partir de las letras, viendo cada una de ellas en un tono distinto. Pero no solo existe la posibilidad de conectarlo con la vista, sino también con cualquier otro sentido, como son el gusto o el tacto. Pero ¿Cuál es la relación entre la sinestesia y el sexo? Los expertos, indican que, las sensaciones sinestésicas pueden tener lugar mientras se mantienen relaciones y experiencias sexuales.
Las personas sinestésicas son aquellas que, entre otras cosas, asocian colores a la música o sabores a las texturas que tocan. Existen muchos tipos de sinestesia diferentes, pero hay algunas que son más frecuentes que otras, por ejemplo, una de las más habituales es la que asocia colores a las letras, aunque estas aparezcan impresas en otro diferente.
Estas sensaciones sinestésicas también pueden aparecer durante el sexo. Los orgasmos sinestésicos son una experiencia sensorial única en la que los estímulos sexuales provocan una respuesta no solo en el área genital, sino también en otros sentidos, como el gusto, el olfato, la vista o el oído. Se trata de una mezcla de sensaciones eróticas y sensoriales que se entrelazan y amplifican, brindando una experiencia orgásmica más intensa y rica.
Sin embargo, no todas las personas experimentan orgasmos sinestésicos, ya que son fenómenos poco comunes, pero, para aquellos que los experimentan, pueden ser experiencias profundamente gratificantes y enriquecedoras. Las investigaciones sugieren que las personas con una mayor conexión entre las áreas sensoriales y sexuales del cerebro tienen más probabilidades de experimentar orgasmos sinestésicos.
La sinestesia sexual
Los estudios de la sinestesia en relación con la sexualidad de cada persona es algo relativamente reciente en psicología, pero los últimos estudios han revelado cómo hay personas con sinestesia sexual que perciben en su cerebro colores mientras mantienen relaciones sexuales. Estas tonalidades varían según las distintas fases de la actividad, desde la excitación hasta el orgasmo, cambiando su intensidad o estallando en un tono muy concreto en el momento del éxtasis.
En todo caso, no se debe olvidar que las experiencias sexuales son particulares por completo en cada individuo, que las vive de una forma única, por lo que tampoco se debe pensar que es mejor ser sinestésico o que de esta manera se logra el placer con mayor intensidad. No tiene por qué estar relacionado, simplemente son percepciones diferentes de cada persona. Al fin y al cabo, hay que recordar que la sinestesia no es ninguna enfermedad ni trastorno, sino simplemente una cualidad de algunas personas para percibir los estímulos por los sentidos.
¿Qué son los orgasmos sinestésicos?
Los orgasmos sinestésicos son aquellos que provocan que las personas que los están experimentando perciban respuestas a través de otros sentidos cuando alcanzan el clímax, pudiendo aparecer olores, colores e incluso sabores. Las reacciones varían a lo largo de la experiencia, por ejemplo al besarse o acariciarse. Estas cambian de intensidad o de tonalidad en función del momento o de la propia intensidad de la relación. Pueden provocar explosiones de color o llegar a producir música y no tiene por qué ser solo al alcanzar el clímax, puede producirse en cualquier momento. No obstante, no hay demasiados estudios con relación a este tema, pero en general, el orgasmo sinestésico se suele asociar con el color azul, pero también con ciertos tonos de naranja o verde.
¿Quién puede experimentar un orgasmo sinestésico?
A pesar de lo apasionante que parece, también puede ser algo desconcertante, porque no es algo que experimente todo el mundo, no existe una técnica o unos pasos a seguir para poder tener un orgasmo sinestésico, solo lo experimentan las personas que tienen esta condición.
Además, las formas en las que se manifiestan los orgasmos sinestésicos pueden variar ampliamente de una persona a otra. Algunas personas pueden experimentar una sensación de gusto u olor placentero durante el clímax, como saborear el chocolate o percibir un aroma floral. Otras pueden experimentar sensaciones visuales, como ver colores vibrantes o patrones en su mente durante el orgasmo. Algunas personas incluso pueden experimentar una conexión entre el sonido y el placer sexual, donde los sonidos eróticos o la música pueden intensificar el clímax.
Pero, lo que está claro es que los orgasmos sinestésicos no solo brindan una experiencia sexual más intensa, sino que también pueden abrir nuevas formas de explorar la sexualidad y el placer. Estas experiencias pueden ser potencialmente transformadoras y ayudar a las personas a descubrir nuevas dimensiones de su sexualidad. Sin embargo, es importante destacar que cada experiencia sexual es única y personal. No todas las personas experimentarán orgasmos sinestésicos, y eso no significa que su sexualidad sea menos valiosa o satisfactoria. Conviene destacar también que la sinestesia no es ninguna enfermedad, por lo que no es algo malo tenerla, es solo una cualidad a la hora de experimentar los sentidos.

