
Si uno se para a pensar seguro que conocer a más de uno o un rescatador nato, esa persona que en vez de corazón parece que tiene un radar para detectar necesidades y ser el abanderado de la utilidad. Tanto es así que, en ocasiones, esa ayuda puede ser enormemente intrusiva causando incomodidad o llegando a vetar la oportunidad de ser responsables y solucionadores de los problemas propios.
No obstante, aunque en ocasiones puede ser molesto, en otros momentos se puede agradecer ese altruismo sincero y siempre entregado. Pero, lo que no se suele ver es el trasfondo que hay detrás de esas dinámicas. El síndrome del caballero blanco define a la perfección a una parte de la población, estas son personas a menudo invisibles, un perfil comportamental que tiene tras de sí heridas que nadie ve.
Por tanto, el síndrome del caballero blanco define a esa persona con una necesidad casi compulsiva por salvar, ayudar y solucionar los problemas ajenos. Cabe destacar que la conducta de este perfil de personas normalmente viene explicada por un historial de abandonos, traumas y afectos no correspondidos, de ahí que su capacidad para empatizar con el dolor ajeno sea muy elevada.
Hay que tener en cuenta que el síndrome del caballero blanco se define como un impulso fuerte y crónico de ayudar a los demás. Las personas que lo padecen tienden a ofrecer consejo aunque nadie se lo pida y a dar lo necesario para echar un cable a quienes les rodean, aunque eso vaya en su propio detrimento. Además, hay que saber que algunas personas se sienten terriblemente culpables por no poder resolver los problemas ajenos, mientras que otras experimentan una profunda decepción cuando los demás rechazan su ayuda.
Además, el síndrome del caballero blanco es un término que también se utiliza en el contexto de las relaciones románticas y se refiere a un patrón de comportamiento en el cual una persona intenta "rescatar" a su pareja de una situación difícil o problemática. Este comportamiento puede parecer altruista en la superficie, pero a menudo está motivado por el deseo de control o la necesidad de ser visto como un salvador.
No hay que olvidar que, sea en el contexto que sea, el término "caballero blanco" proviene de la idea de un caballero medieval que viene al rescate de una doncella en apuros. Hay que destacar que en una relación afectada por este síndrome, una persona se posiciona a sí misma como el salvador o protector de su pareja, incluso cuando no se lo han pedido o cuando la ayuda no es necesaria. Esto puede manifestarse de diversas maneras, como tomar decisiones por la pareja, intervenir en sus problemas personales o financieros, o incluso aislar a la pareja de sus amigos y familiares bajo el pretexto de protegerla.
Causas que originan el síndrome del caballero blanco
Un pasado de abusos, la figura de unos padres autoritarios o la falta de un apego saludable y afectuoso en la infancia, suele factores comunes a la hora de dar forma al síndrome del caballero blanco. Haber vivido varias experiencias de abandono, tanto a nivel familiar como de parejas afectivas, suelen ser otros disparadores.
Consecuencias negativas del síndrome del caballero blanco
- Falta de autonomía: La persona que recibe constantemente ayuda puede sentir que no tiene control sobre su propia vida y decisiones. Esto puede llevar a una sensación de dependencia y pérdida de autonomía.
- Resentimiento: El receptor de la ayuda puede comenzar a sentirse abrumado o resentido por la sobreprotección de su pareja, lo que puede generar conflictos y tensiones en la relación.
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Falta de crecimiento personal: Cuando una persona se siente constantemente rescatada, puede perder la oportunidad de enfrentar y superar sus propios desafíos, lo que limita su crecimiento personal y habilidades de resolución de problemas.
- Aislamiento social: La persona que ejerce el síndrome del caballero blanco a menudo intenta alejar a su pareja de amigos y familiares, lo que puede llevar al aislamiento social y al debilitamiento de otras relaciones importantes.
- Falta de equidad: La dinámica de poder desequilibrada puede dar lugar a una relación desigual, donde una persona tiene el control y el poder en la relación, lo que no es saludable ni sostenible a largo plazo.
Tipos de caballero blanco
- Excesivamente empático: Los caballeros blancos de este tipo suelen tener un sentido apabullante de la responsabilidad desde muy temprana edad, algo que arrastran hasta la adultez. Además, este tipo de caballero blanco vive el dolor de sus seres queridos con mucha intensidad y se siente culpable por no poder ayudarles. Hay que tener en cuenta también que es alguien que establece una conexión emocional desmesurada con su pareja u otra persona. Ahora bien, esa empatía se convierte a menudo en una fuente de miedos extremos. De ahí que aparezcan los celos, el deseo de control o la angustia ante la idea de ser traicionados.
- Deslustrado: Este se siente increíblemente vulnerable y experimenta un fuerte impulso de ayudar a los demás por miedo a que le abandonen en cuanto dejen de ser útiles. El origen suele estar en un trauma de la infancia.
- Atemorizador/atemorizado: Este es el más problemático ya que es increíblemente manipulador, probablemente a consecuencia de un trauma de la infancia. Este tipo de caballero no necesariamente tiene buenas intenciones cuando ayuda a los demás, de hecho, suele hacerlo para retener a las personas a su lado. Además, hay que tener en cuenta que estas personas arrastran graves traumas como pueden ser abusos o maltratos. Sienten la necesidad de ser de ayuda a los demás, sin embargo no saben cómo prestar esa ayuda, como acercarse a los demás, como ofrecer afecto.
- El caballero blanco idealista: Esta tipología define a esa figura que busca personas a las que rescatar y reparar. Ansían crear a alguien perfecto, a alguien ideal. Ser responsable de esa mejora les permite a su vez a ellos llenarse de gloria.
- Salvador equilibrado: Una alternativa saludable a estos tres tipos de caballero blanco es el salvador equilibrado. Las personas con este perfil reproducen los comportamientos empáticos, amables y solidarios. Los salvadores equilibrados reconocen tanto las necesidades de quienes les rodean como su capacidad para ayudarles. Les echan un cable siempre que pueden, pero no porque necesiten ni esperen nada a cambio.
Síntomas
Una clara señal de que se padece el síndrome del caballero blanco es que se tiende a ofrecer ayuda o consejo sin que nadie lo pida. Esto significa que uno se ofrece a echar un cable porque cree que la otra persona lo necesita, pero no porque lo haya pedido o quiera esa ayuda.
- Ofrecer consejo sin que lo pidan
- Sentirse dolido cuando los demás rechazan la ayuda
- Buscar una pareja a la que se pueda "arreglar"
- Sentirse culpable cuando no se puede ayudar
- Anteponer las necesidades ajenas a las propias
- Tener un pasado traumático
El caballero blanco solo debe rescatar a una persona: a sí mismo
Ser un caballero blanco "equilibrado" no exime del auténtico problema. Se siguen matando dragones ajenos, sujetando una espada y un yelmo para introducirse en batallas que no pertenecen. Ayudar a quien lo necesita está bien y es noble. Ser esa mano amiga para las personas que amamos es positivo. Sin embargo, nadie merece ir por la vida siendo solo un salvador. Por todo ello, además hay que tener en cuenta que el síndrome del caballero blanco se resuelve de una sola manera: salvándose primero uno mismo.

