
Valorarse, quererse y priorizarse son aspectos fundamentales para sentirse bien, aunque la mayoría de las veces suelen quedar relegados a un segundo plano. No hay que olvidar que la autoestima es clave para alcanzar el bienestar. El motivo es tan claro como que solo cuando una persona se trata con respeto y se ama, es capaz de exprimir todo su potencial y crear relaciones sanas con los demás. De ahí que conocerse y valorarse a uno mismo sea una de las llaves para alcanzar la felicidad y conectar con los demás.
No hay que olvidar que los motivos por los que la autoestima se ve afectada a veces son múltiples y muy variados pero casi siempre se derivan de la presión que el entorno social ejerce y que a algunos afecta de más por la falta de confianza en sí mismos, o por decepciones de índole sentimental, por mencionar algunos. No obstante, también es cierto que mejorar la autoestima no es algo que se pueda conseguir de un día para otro. Requiere de mucho trabajo interno personal y de mucho esfuerzo y dedicación en los momentos en los que uno se siente peor consigo mismo.
Pero, ¿Y si realmente lo único que se necesita es un nuevo enfoque para intentar conseguirla? ¿Y si simplemente haya que centrarse en eliminar viejos hábitos en lugar de buscar otros nuevos? Muchas veces se tiende a optar por soluciones, como iniciarse en la meditación, o hacer deporte, pero, en realidad, lo que se necesita es cambiar las costumbres y patrones que resultan dañinos y que hacen sentir inseguros.
Tener una vida feliz no sucede por arte de magia, por eso es importante reconocer cuáles son los malos hábitos que roban la felicidad y el amor propio sin que uno se de cuenta. ¿Cuáles son los malos hábitos que roban la felicidad y el amor propio?
- No descansar y dormir bien: Uno de los peores errores que se suelen cometer es el prestar poca atención al descanso o reposo, no hay que olvidar que el cerebro humano necesita entre 7 u 8 horas de sueño de calidad diario, para así permitir la correcta regeneración de las células y neurotransmisores. Pero este punto no solo se refiere al sueño, sino también a saber desconectar un poco del estrés y los muchos estímulos que provoca el mundo. ¿Cómo mejorar? Pues algo tan sencillo como creando y respetando los horarios de sueño, completado con buenos hábitos de desconexión como descansar los fines de semana, alejarse de redes sociales, apagar el celular a las 10:30 pm, trabajar de corrido por 1 hora sin distracción y descansar 5 min para volver a comenzar, etc.
- No cuidar de la parte física del cuerpo: Otro de los malos hábitos que están arruinando las vidas en general es no tratar al cuerpo con el respeto que se merece. Generalmente se suele dar por sentada la salud y se olvida lo más valioso que se tiene, el amor propio y la felicidad están ligados con una buena salud física. ¿Cómo mejorar? Hay que buscar tener una dieta balaceada rica en vegetales, frutas, fibras y proteínas, reducir los niveles de harinas procesadas, azúcares y grasas saturadas, y realizar un poco de actividad física por lo menos 15 minutos al día.
- Ignorar la salud mental: Así como el tener un cuerpo sano fortalece nuestra autoestima, la salud mental es pieza clave para tener una vida feliz y plena. Los expertos en salud mental aconsejan dedicar unos minutos al día para mirarnos a profundidad y conocernos mejor, o de lo contrario no sabremos lidiar con los sentimientos negativos que rondan en nuestras vidas. ¿Cómo mejorar? Se pueden probar técnicas de mindfulness como la meditación, al igual que buscar contenido relacionado con temas de desarrollo humano y superación personal y hay que olvidarse de los tabúes negativos.
- Relacionarse con personas malas para uno: Otro de los malos hábitos que roban la felicidad y el amor propio, se trata de no saber elegir correctamente a las personas que forman parte de la vida de cada uno. El motivo es que, para fortalecer la autoestima es necesario rodearse de gente que aporte cosas positivas a la vida. ¿Cómo mejorar?: hay que evitar involucrarse con personas o relaciones que atenten contra el bienestar personal, el hecho de sacarlas de la vida lejos de ser algo difícil, será en realidad lo mejor que se puede hacer por uno mismo.
Percepción y sentimientos
La falta de autoestima, viene determinada por una falta de seguridad en sí mimo, sentirse inferior y menos valorado por los demás. No sentirse merecedor de reconocimiento, ni del éxito. Falta de seguridad en la capacidad de conseguir los objetivos, ejecutar las tareas. Habitualmente la falta de confianza lleva a las personas a tener una necesidad imperiosa de reconocimiento personal, que cuando no llega agudiza la desesperación, el desasosiego e incluso la irritabilidad y enfrentamiento personal con las personas.
Todo esto lleva, a que la falta de confianza lleva a no intentarlo, a abandonar o no ser constante en el proceso de ejecución de cualquier conducta para finalizar cualquier tarea o proyecto. Ese pensamiento y actitud favorecen, a la vez que refuerzan la falta de éxito y alentar el fracaso, y el fracaso lleva al fracaso y a reforzar aún más si cabe una mayor falta de confianza en sí mismo; el pez que se muerde la cola… Este círculo envenenado es el que hay que romper si no se quiere caer en un proceso depresivo y de abandono personal.
¿Se puede hacer algo por mejorar la autoestima?
Se pueden tomar dos decisiones, no hacer nada y vivir en el submundo de autocomplacencia, pena e infelicidad o cambiar de actitud, salir de esta espiral y ser feliz. Cambiar de estado representa cambiar de hábitos y actitudes, y para esto hay que asumir que no es inmediato, que cambiar no garantiza de forma inmediata los resultados y que la constancia es clave para conseguir los resultados.
Los cambios de hábitos y su traducción en conductas y pensamientos efectivos son idénticamente comparables con un cambio en la forma física de una persona. Por ir una vez al gimnasio no cambiamos la forma física. Todo requiere esfuerzo, constancia, asumir que requiere tiempo y la focalización de nuestra actividad en conseguir los objetivos que perseguimos. Que estrategias hay que seguir:
- Silenciar al crítico interno para salvar la autoestima
- Dejar de compararse constantemente con los demás
- Abandonar la autocrítica excesiva
- Dejar de lado el perfeccionismo desmesurado
- No dejar que las críticas ajenas definan la autoimagen
- No dejar que el miedo al fracaso impida la toma de decisiones
- Establecer límites personales
- Cuidar de uno mismo
- No aislarse socialmente
- Reconocer los logros personales
- Dejar de pedir siempre opinión a los demás
- Dejar de preocuparse por cosas que no se pueden controlar
- Dejar de torturarse por fallos del pasado
- Dejar de guiarse por los sentimientos a la hora de tomar decisiones
- Dejar de verbalizar frases negativas en relación a uno mismo

