Estos son los alimentos para tener un pelo más sano

La alimentación influye en el cuerpo desde la piel, a las uñas y los órganos pasando por el pelo. Tanto es así que hay alimentos que suman y proporcionan a la dieta global nutrientes extra para reforzar la calidad la melena. Un cabello saludable no solo es un signo de belleza, sino también de bienestar general. La dieta desempeña un papel crucial en la salud capilar, ya que los nutrientes tienen un impacto directo en la fortaleza, el brillo y la apariencia en general del cabello. ¿Qué nutrientes necesita el cabello?

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Huevos

Consumir huevo a diario es bueno para el cabello porque, además de proporcionar proteínas de alto valor biológico, es decir, con todos los aminoácidos esenciales, los huevos contienen esa sustancia tan beneficiosa para el bello: la biotina. Se trata de una vitamina del grupo B que transforma los macronutrientes en energía y que, además, estimula el crecimiento del pelo, volviéndolo más fuerte y sano.

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Aguacata

Este delicioso alimento es rico en vitamina E algo beneficioso para el cabello ya que, además de ser antioxidante, también estimula la circulación, por lo que ayuda al crecimiento del cabello. Asimismo, ayuda a la producción de sebo, con lo que la melena se mantendrá bien hidratada. Además, el aguacate contiene alto niveles de ácidos grasos esenciales y antioxidantes como vitamina A, E y vitamina C y numerosos aminoácidos que contribuyen a nutrir el cuero cabelludo.

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Frutos secos

Los aminoácidos esenciales y las grasas saludables de las almendras, avellanas, nueces, anacardos o pistachos hacen que sean una buena opción para fortalecer el pelo desde el interior. Estos alimentos contienen vitaminas del complejo B que son necesarias para reducir el exceso de caída y las alteraciones del cuero cabelludo. Pero siempre deben tomarse en crudo y sin sal y solo un puñadito al día, ya que son altos en grasas. Además, concretamente las nueces evitan la caída del cabello ya que además de contener vitamina E, son ricas en vitaminas del grupo B y ácidos grasos esenciales. También contiene zinc, un mineral importante para evitar la caída del cabello.

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Semillas

Las pequeñas semillas de girasol y la chía son consideradas como los súper alimentos de hoy en día. Estas dan al cuerpo fibra, calcio, proteína, Omega 3, hierro y potasio. Una fantástica alternativa para incluirlas en la dieta es añadirlas en el yogur o en las ensaladas.

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Arroz

Estimula el crecimiento celular para un pelo fuerte y sano. No hay que olvidar que es aconsejable elegir una variedad de arroz de color lo más oscuro posible, como el basmati, el integral o el vaporizado, ya que contienen mayor nivel de vitamina B, útil para estimular el crecimiento celular y hacer que los folículos capilares sean más fuertes y grandes.

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Copos de avena

Además de su contenido en vitamina B y zinc, la avena también es especialmente beneficiosa debido a su riqueza en silicio. Este es esencial para la producción de queratina, un componente vital en la estructura del cabello, ya que lo fortalece, mejora su elasticidad y ayuda a prevenir la rotura y la caída. Además, este alimento es una fuente saludable de fibra, antioxidantes y vitaminas esenciales que contribuyen aumentar la cantidad y el grosor del pelo. Y no hay que olvidar que también aporta pequeñas dosis de ácidos grasos y proteínas, dos nutrientes que ayudan a sellar las cutículas a la vez que fortalecen el cabello.

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Lentejas

Las lentejas son una fuente perfecta de proteínas vegetales y una auténtica inyección de vitaminas para el pelo. Son ricas en zinc, magnesio y biotina, que son nutrientes esenciales para la salud capilar. Entre sus beneficios destacan, del zinc que favorece el crecimiento del cabello y regeneración de folículos, del magnesio que mejora la circulación en el cuero cabelludo y fortalece el cabello, de la biotina que estimula la producción de queratina y promueve el crecimiento de cabello nuevo.

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Espinacas

Contiene vitaminas A y C, antioxidantes clave para mantener el cabello saludable y fortalecido. Además, son ricas en minerales importantes para el cabello, como el zinc, el magnesio y, especialmente, el hierro. Este último promueve el crecimiento y la regeneración del cabello.

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Zanahorias

Previenen la caída y la caspa en el pelo. Es de sobra conocido que las zanahorias son buenas para la salud de la piel, pero también para otras partes del cuerpo, como la vista y el cabello. Estos beneficios se lo deben a los carotenos, sustancias antioxidantes que fortalecen el pelo, previenen su caída y también la producción de caspa.

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Pescado azul

El pescado azul es una fuente de proteínas, hierro y vitamina B12, es rico en omega-3, por eso tiene efecto antiinflamatorio y ayuda a dar luminosidad al pelo. Este tipo de grasa saludable fortalece las raíces del pelo y disminuye la inflamación de los folículos. También es clave para mejorar la circulación y controlar la caída.

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Ostras y mariscos

Cualquier tipo de marisco, a destacar las ostras, es rico en potasio, sodio, yodo, calcio, magnesio y vitamina A. Además, muchos crustáceos son una fuente de zinc, que contribuye a que el cabello se mantenga saludable y a el buen funcionamiento de la glándula tiroides, que regula el metabolismo. Además, el marisco es fuente de hierro, indispensable para el transporte normal de oxígeno a todo el cuerpo, incluida la fibra capilar.

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Carnes magras

Tanto el lomo o solomillo como las carnes blancas, como el pollo, el pavo o el conejo, son una fuente extraordinaria de proteínas completas con complementos imprescindibles para garantizar la regeneración y el crecimiento adecuado del cabello y también las uñas. Esto sucede porque el pelo está compuesto mayoritariamente por una proteína, la queratina, por lo que la dieta debe proporcionar el material necesario para que el organismo pueda producirla con normalidad.

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Aceite de oliva virgen extra

El aceite de oliva es un tipo de grasa saludable que, de forma moderada, le puede brindar muchos beneficios a la salud del pelo. Tanto su consumo como su aplicación ayudan a reducir el exceso de sequedad en el cuero cabelludo. Además, parece mejorar la circulación, para así lograr una óptima oxigenación y nutrición.