
El dolor menstrual, conocido médicamente como dismenorrea, es una experiencia común para muchas mujeres durante su ciclo menstrual, tanto es así que un 50% se ven afectadas por el dolor de regla en sus formas leves, pero, hasta un 10% de las mujeres sufren síntomas tan intensos que ven condicionada su vida normal. El motivo es que, en un porcentaje de mujeres, durante el ciclo menstrual, hay una liberación más elevada de prostaglandina de lo habitual que produce contracciones uterinas intensas. Esto da lugar a dolores de regla mayores. No obstante, estos dolores pueden experimentarse justo antes o durante el periodo.
Pero, antes de saber cómo tratarla, hay que conocerla un poco más a fondo. ¿Qué es la dismenorrea? No hay que olvidar que la regla no debería ser dolorosa, por lo que la dismenorrea se considera una alteración de la menstruación. Entre los factores que incrementan el riesgo de padecer estos dolores menstruales se incluyen ser menor de 30 años, tener un índice de masa corporal bajo, flujos abundantes o ciclos más largos. Existen dos tipos:
- La dismenorrea primaria no está causada por ninguna afección. Se vincula a una mayor presencia de prostaglandinas, unas sustancias químicas involucradas en el dolor y la inflamación, que entran en escena cuando, durante el ciclo, el útero se contrae.
- La dismenorrea secundaria está relacionada con un problema médico no detectado como puedan ser endometriosis, fibromas uterinos o infecciones entre otras.
Además hay que destacar que no es solo dolor sino que, alrededor del 50% de las personas que experimentan dolor de regla presentan síntomas asociados como, náuseas y vómitos, fatiga, nerviosismo, mareos, dolor de espalda y de cabeza entre otros.
Tratamientos con medicamentos
Para muchas mujeres, los analgésicos de venta libre son una opción conveniente y efectiva. Los medicamentos como el ibuprofeno, el paracetamol o el naproxeno sódico son antiinflamatorios no esteroides (AINE) que ayudan a reducir la inflamación y aliviar el dolor asociado con la menstruación. Estos medicamentos también pueden ayudar a disminuir el flujo menstrual abundante, lo que añade un beneficio adicional. No obstante, la desventaja del paracetamol frente al ibuprofeno o el naproxeno es que sólo es analgésico, por lo que no actuaría sobre la inflamación.
Otra opción son los anticonceptivos orales, los más indicados son los contraceptivos combinados, empleándose las combinaciones de etinilestradiol (30-35 microgramos) y levonorgestrel (150 microgramos) o etinilestradiol y norestisterona (500 microgramos). Se trata de un método que mejora el dolor en el 90% de mujeres.
No obstante, a día de hoy, el ibuprofeno es el fármaco más utilizado y posiblemente el de primera elección en el tratamiento de la dismenorrea primaria. El motivo es que estos medicamentos bloquean la producción de prostraglandina actuando sobre los dolores abdominales y aliviándolos.
Otros remedios para calmar el dolor
- Ejercicio físico: contribuye a que de forma fisiológica se aumente la producción de endorfinas y se disminuya la de prostaglandinas, lo que permite una disminución del dolor. Algunos de los más favorables son caminoar o hacer yoga, ya que no requieren grandes esfuerzos.
- Acupuntura: parece que puede aliviar la sintomatología al conseguir un aumento en la producción de sustancias biológicas que disminuyen el dolor.
- Calor local: la aplicación de calor en la zona abdominal mediante una almohadilla térmica o una botella de agua caliente puede ayudar a relajar los músculos y reducir la sensación de dolor.
- Omega-3: su consumo favorece la disminución de prostaglandinas y, pudiendo mejorar la dismenorrea.
- Las infusiones de hierbas, como la manzanilla, la valeriana, la salvia o el jengibre, han sido utilizadas tradicionalmente para aliviar el dolor menstrual. Estas hierbas contienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir los calambres y la incomodidad.
- El uso de plantas como la salvia, las hojas de frambuesa, la artemisa o el jengibre pueden ayudar a mitigar el dolor ya que tienen capacidad antiinflamatoria que ayudan a relajar la musculatura.
- Los aceites esenciales, tomados con medida y razón, pueden ser una buena alternativa. Para aliviar las molestias asociadas a la menstruación se recomiendan ciertos aceites esenciales antiinflamatorios. Se recomienda el aceite esencial de lavanda verdadera para contrarrestar la inflamación del útero y los vasos sanguíneos circundantes. Además, es conocido por sus efectos calmantes. Eso sí, hay que recordar que los aceites esenciales nunca se aplican directamente sobre la piel porque la puede irritar fácilmente.

