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¿Qué es realmente el amor?

El amor es el sentimiento menos entendido del mundo, a pesar de ser de los más estudiados. ¿Qué es realmente el amor? ¿Es solo química en el cerebro?

El amor es el sentimiento menos entendido del mundo, a pesar de ser de los más estudiados. ¿Qué es realmente el amor? ¿Es solo química en el cerebro?
corazón, boda, matrimonio | Pixabay/CC/Takmeomeo

¿Qué es el amor? ¿Cómo definir ese sentimiento tan complejo y contradictorio, que al mismo tiempo hace a las personas sentirse tan vivos y fascinados? No puede observarse bajo un microscopio, pero, hay quienes lo definen en términos químicos y también quienes hacen poesía de él. Decía Mahatma Gandhi que "donde hay amor hay vida" y esta es, sin duda, una de las definiciones más sencillas pero realistas. No cabe duda de que esta emoción es la que nutre al bebé que acaba de nacer, la que ayuda a crecer, la que hace sentirse parte de un grupo social a cualquier ser humano. El amor sitúa a las personas en el mundo: es inspiración, pasión, confianza, respeto y compromiso.

En general no solo pasa con el amor sino que existen palabras que cuesta definir o, al menos, consensuar un significado único. Además, cuando uno se refiere a sentimientos complejos entran en juego factores como la experiencia personal, el contexto emocional y la cultura, que determinan la forma de entenderlos y expresarlos. El amor es uno de los mejores ejemplos de estas palabras que varían su significado según quién y cuándo la emplee. Un niño quizá lo entienda como la necesidad de apego a sus padres, muchos adolescentes lo verán como la pasional atracción física hacia algunos de sus iguales, mientras que para un adulto casado es la base del bienestar que le proporciona la vida en pareja. Pero, ¿Qué dice la ciencia? ¿Hay una definición consensuada sobre qué es el amor?

¿Qué es el amor?

El amor, ese sentimiento universal que ha sido objeto de estudio, inspiración de artistas y motor de incontables actos a lo largo de la historia, sigue siendo una de las experiencias humanas más complejas y multifacéticas. Aunque intentar encapsular su esencia en una definición concreta puede resultar una tarea desafiante, explorar sus diferentes dimensiones permite acercarse a comprender qué es realmente el amor. De hecho, según la ciencia, el «juego del amor» es un proceso neurológico que se produce en el cerebro e implica a diferentes partes: el hipotálamo, la corteza prefrontal, la amígdala, el núcleo accumbens y el área tegmental frontal. Además, un estudio llevado a cabo por neurólogos recopiló datos que sugieren que estar enamorado no solo tiene un efecto sobre las emociones, sino también sobre las transmisiones cognitivas de alto nivel. Eso significa que es posible que el amor tenga una función real: no solo poderse conectar emocionalmente con las personas, sino mejorar el comportamiento.

No obstante, en su nivel más básico, el amor puede ser visto como una intensa emoción de afecto hacia otra persona. Sin embargo, esta simplificación no hace justicia a la profundidad y variedad de formas en que el amor se manifiesta. Desde el amor filial y el amor platónico hasta el amor romántico y el amor incondicional, cada tipo ofrece una perspectiva única sobre cómo los seres humanos conectan entre sí y valoran a los demás.

Tan importante es el amor en la sociedad que filósofos, psicólogos y teólogos han intentado durante siglos definir el amor, llegando a la conclusión de que abarca una combinación de componentes emocionales, cognitivos y conductuales. Emocionalmente, el amor implica sentir un gran afecto y cuidado por otra persona, a menudo acompañado de felicidad cuando se está cerca de ella y tristeza en su ausencia. Cognitivamente, incluye la valoración de la otra persona como digna de amor y el deseo de su bienestar. Conductualmente, se traduce en actos de generosidad, comprensión y sacrificio hacia el ser amado. Pero no es algo estático sino que el amor es dinámico y evolutivo, cambiando y profundizándose con el tiempo. No es estático ni se limita a un sentimiento pasajero de euforia; implica compromiso, trabajo y, a menudo, enfrentar desafíos juntos.

El amor desde la biología

En el amor existe cierto componente biológico, de hecho, seguro que todo el mundo ha escuchado sobre esa tormenta química conformada por neurotransmisores como la dopamina, la serotonina, la oxitocina. Ahora bien, tampoco se puede dejar de lado la cultura y el peso de la sociedad como mecanismo de influencia. Lo que si es cierto es que, cuando uno está enamorado se activan regiones cerebrales relacionadas con la recompensa y la motivación, como el hipocampo, el hipotálamo y el córtex del cíngulo anterior. Adicional a esto, la oxitocina y la vasopresina, producidas bajo el efecto del enamoramiento, estimulan la liberación de dopamina y generan sensaciones placenteras asociadas a la persona amada, su presencia y sus recuerdos. Este cóctel neuroquímico, que hace sentir tan a gusto cuando se está empezando una relación, también es la causa de los malestares emocionales que aparecen tras la ruptura.

¿Por qué se produce el amor?

Las principales razones por las que las personas se enamoran tienen mucho que ver con los ancestros ya que, en el inicio de la humanidad, la necesidad de establecer vínculos de pareja y reproducirse era esencial para la evolución de la especie. Por este motivo, la naturaleza se aseguró de que los hombres no se extinguieran preparando las respuestas hormonales para sobrevivir como especie. Pero ¿Qué sucede realmente cuándo una persona se enamora? Para empezar, en su cerebro se empiezan a producir una serie de cambios químicos. Los niveles de dopamina y norepinefrina aumentan, al mismo tiempo que la serotonina disminuye. Todo esto provoca que surjan las siguientes emociones:

  • Dopamina: provoca euforia y un aumento de la energía.
  • Norepinefrina: causa insomnio, pérdida de apetito y ansiedad.
  • Serotonina: cuando los niveles están bajos provoca pensamientos obsesivos y una necesidad imperiosa de estar con la persona amada.

Todos estos cambios químicos se producen durante la etapa del enamoramiento. Pero no es algo estable sino que estos cambian cuando se lleva un tiempo con la pareja y, entonces, empieza otro tipo de amor. Algunos expertos lo denominan amor maduro, otros simplemente la etapa de apego.

En este punto de la relación, será la oxitocina y la vasopresina sérica las hormonas que tendrán mayor protagonismo. La primera, estabiliza las relaciones amorosas y hace que se tenga la necesidad de buscar el apoyo de la pareja. Con respecto a la vasopresina sérica, esta se libera tras experimentar un orgasmo, de esta forma, se siente esa sensación de fusión con la otra persona y cercanía que favorece que se afiance más el apego.

Tres fases de enamoramiento

  • Lujuria: En este momento, el sistema límbico va al 100 % y es la atracción sexual inicial que se siente por una persona. Los estrógenos y la testosterona son las principales hormonas responsables de este sentimiento. La norepinefrina o noradrenalina es una anfetamina natural que aumenta la sensación de alegría y reduce el apetito. Normalmente se revela en esta fase y continúa en la fase de atracción.
  • Atracción: En esta fase, se produce tras la primera respuesta biológica y desencadena muchas respuestas hormonales. El amor desencadena un circuito de retroalimentación en el sistema de premios del cerebro, haciendo que siempre se quiera más. Sí, la primera ráfaga proviene de la adrenalina, el enamoramiento, en realidad, causa una respuesta de estrés en el cuerpo. Es probable que se hayan experimentado los síntomas propios de la adrenalina: taquicardias, sequedad en la boca, sudoración en las manos, etc. Estar enamorado hace que el cuerpo produzca dopamina, que es un neurotransmisor también conocido como la hormona de la felicidad o del amor. La dopamina es un subidón natural y sus efectos estimulantes en el cerebro pueden hacer que uno se sienta de maravilla. Los efectos de los niveles altos de dopamina incluyen un aumento de energía y de concentración y una disminución del apetito. Además, aparece la serotonina. En las mujeres suelen producir niveles de serotonina un poco más altos que los hombres cuando se enamoran.
  • Apego: Esta es la hormona que hace querer abrazos y es la responsable del sentimiento de apego hacia los seres queridos .Hay un pico en los niveles de oxitocina durante el orgasmo. La oxitocina también es la hormona que hace sentir vínculos con los demás y es clave en las relaciones maternofiliales tras el parto. De hecho, juega un importante papel durante la lactancia ya que hace que se genere leche materna cuando el bebé lo necesita. La arginina vasopresina es una hormona antidiurética que afecta a los riñones y controla la sed. Esta hormona también se libera inmediatamente después del sexo y juega un papel clave en el sexo y en la elección de la pareja. Es una hormona muy importante que favorece las relaciones saludables y duraderas.

¿Por qué uno se enamora de unas personas y no de otras?

Ahora que ya se sabe más o menos lo que es el amor es biológico y que surge cuando se empiezan a producir una serie de cambios químicos en el cerebro, es importante tener claro ¿Qué es lo que los desencadena? Lo que más peso tiene es la similitud familiar, el motivo es que, inconscientemente, se suele buscar a los padres en las parejas. Esto tiene una explicación y es que la relación de los padres ha sido el primer modelo de relación en pareja. Además, a través de ellos se llega a comprender lo que es el amor. Por lo tanto, en el momento de enamorarse, normalmente se hace de una persona que se parezca o al padre o a la madre. Pero, en algunos casos, se relaciona la afinidad o la admiración con el amor. No obstante, la ciencia habla también de las feromonas, estas son sustancias que secretan algunas glándulas que se tienen en los labios, axilas o ingles y que provocan que los demás se sientan atraídos por cada uno.

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