Limpiar el microondas es una de las actividades que más se debería realizar dentro de las tareas domésticas, de hecho, la limpieza de la cocina y del baño es algo esencial. Pero, la razón por la que el microondas es especial es que es de los electrodomésticos más utilizados puesto que su facilidad y practicidad permite ahorrar tiempo y esfuerzo en la vida cotidiana. No obstante, pese a que el microondas ofrece un procedimiento más rápido y poco laborioso para preparar platillos o calentar algún alimento, no hay que descuidar su estado.
Y es que en el microondas se acumula mucha suciedad, en la zona externa es normal que el polvo y las partículas de suciedad se posen, pero es el área interna la que se lleva la peor parte de esto, pues tiende a ensuciarse con restos de alimentos, grasas y todo tipo de residuos. Así mismo, la suciedad no solo trae consigo un pésimo aspecto para el microondas. Sino, que además, puede generar malos olores que inundarán toda la cocina. Y, esto puede ocasionar problemas de salud.
¿Con qué frecuencia debe ser limpiado el microondas?
El microondas es el artefacto doméstico que más requiere de mantenimiento, debido al uso constante que se le otorga. Para saber cada cuánto tiempo hay que limpiar el microondas conviene notar qué tanto es utilizado. Pero, a rasgos generales lo mejor es realizar una limpieza profunda una vez por semana, y de forma diaria realizar un mantenimiento básico.
Consejos para una buena limpieza del microondas
- No usar productos químicos agresivos: Hay que evitar usar limpiadores que contengan productos químicos abrasivos como blanqueadores o amoníaco dentro del microondas. El motivo es que estos químicos pueden corroer las superficies interiores y dañar el aparato. Además, pueden dejar residuos que podrían contaminar los alimentos.
- No utilizar estropajos metálicos: Los estropajos de metal o cualquier material abrasivo pueden rayar y dañar el revestimiento interior del microondas. Estas rayaduras pueden convertirse en focos de suciedad y bacterias, además de disminuir la eficacia del microondas.
- No encender el microondas vacío para quemar la suciedad: Algunas personas piensan que encender el microondas vacío ayudará a quemar los restos de comida pegados, pero esto es un error grave ya que operar el microondas sin contenido puede causar daños al magnetron, reduciendo la vida útil del aparato.
- No usar bolsas no aptas para microondas para la limpieza con vapor: Aunque limpiar con vapor usando una bolsa puede ser efectivo, hay que asegurarse de que la bolsa sea apta para microondas. El motivo es que usar materiales no adecuados puede provocar la liberación de sustancias químicas tóxicas y es un riesgo de incendio.
- No descuidar la limpieza de las ranuras y la puerta: Es fácil olvidar limpiar las ranuras de ventilación y los bordes de la puerta, pero la acumulación de suciedad y grasa en estas áreas puede afectar la eficiencia y la seguridad del microondas.
- No usar agua excesiva: Mientras limpiar con un paño húmedo es efectivo, hay que evitar usar demasiada agua que podría filtrarse en los componentes eléctricos y causar un cortocircuito.
- Nunca poner líquido al microondas para limpiarlo: Una alternativa segura y eficaz que implica el uso de un bowl con agua. Poner un recipiente con agua, un bowl que de preferencia sea de vidrio a temperatura alta a hervir por 4 minutos. El secreto de esta técnica reside en el aprovechamiento del vapor para desincrustar la suciedad sin necesidad de abrir el microondas inmediatamente después de que el agua haya hervido. De hecho, una vez que hierve, no hay que abrir el microondas, así cerrado, se deja que el vapor reaccione con todo lo que hay de suciedad. Este método no solo facilita la limpieza, sino que también protege el aparato.
Trucos para una buena limpieza
Técnica con vinagre
Para limpiar las paredes del microondas es tan sencillo como poner a hervir un bol de agua con chorro de vinagre blanco durante 5 minutos. Luego, dejar que el vapor actúe durante 10 minutos. Pasado este tiempo hay que abrir la puerta y pasar una esponja para retirar la suciedad de las paredes internas. Cuando se ha retirado toda la suciedad hay que dejar secar con la puerta abierta para que también se ventile.
Es importante enfocarse en limpiar muy bien todos los rincones del microondas con la esponja, tanto los laterales como la zona de arriba. Así mismo, si se nota que es complicado acceder a algunas áreas se puede usar un cepillo dental viejo para restregar. Posteriormente, cuando el horno microondas está libre de suciedad y grasa adherida, hay que usar una bayeta humedecida con desinfectante que dejará un excelente aroma dentro del equipo.
Truco del agua, el vinagre y la sal
Consiste en poner en un recipiente apto para microondas 250 mililitros de agua, otros tantos de vinagre y una cucharada de sal y se tapa con film transparente, haciendo unos agujeros con un palillo o tenedor, o bien con la tapa del micro. Luego se mete en el microondas a máxima potencia durante cinco minutos. El vapor que sale al hervir humedecerá las paredes y desincrustará la suciedad acumulada y, antes de abrir la puerta, hay que dejar que la reacción actúe durante 10 minutos. Después solo hay que quitar el plato y pasar un paño o una esponja y luego secar con un papel de cocina. El mismo proceso se puede realizar en lugar de con vinagre, con una mezcla de dos vasos de agua y el zumo de medio limón.
Truco con limón y bicarbonato
La forma recomendada de limpiar un microondas de manera segura y efectiva es utilizando un bol con agua y un poco de vinagre o jugo de limón. Basta con calentarlo durante varios minutos hasta que el vapor suavice los residuos de comida. Luego, con un paño suave o una esponja no abrasiva, se limpia el interior. Por último, es importante asegurarse de secar bien todas las superficies.
Con bicarbonato
Limpiar el microondas también es muy fácil usando un poco de bicarbonato de sodio, agua caliente y una esponja. Como en los distintos trucos tan solo hay que introducir un recipiente pequeño con bicarbonato y agua caliente que quepa en el microondas y hacerlo funcionar durante 5 minutos. Luego, se retira el bol y se limpia el microondas con la esponja y la suciedad más apegada se irá fácilmente.
Con bicarbonato y vinagre
Si el microondas está muy sucio, se pueden unir fuerzas y usar el vinagre y el bicarbonato juntos para limpiar de forma efectiva. Tan solo será necesario un bol o recipiente apto para microondas con dos vasos de agua y una cucharada sopera de vinagre. Ponerlo en marcha hasta que el agua se haya evaporado y el microondas esté lleno de vapor. Luego, hay que coger una esponja o estropajo en la que se ha puesto un poco de bicarbonato ya que ayudará a eliminar la suciedad incrustada en las paredes y el plato. Por último, hay que aclararlo con un trapo mojado con agua caliente y secarlo bien.
Método con jabón lavavajillas
La composición del jabón para lavar los platos es más agresiva que los productos naturales, pero mucho menos que la de otros productos específicos para la limpieza del microondas. Y lo cierto es muchas veces se convierte en un gran aliado para limpiar este electrodoméstico. Por tanto, igual que con el vinagre, simplemente hay que colocar en un bol un poco de agua con un chorro de jabón lavavajillas y calentarlo hasta que hierva. Esperar a que el vapor que se haya generado desaparezca, retirar el bol y limpiar con un trapo la suciedad.
Truco del trapo empapado
Es tan sencillo como coger un trapo de cocina normal y meterlo en un recipiente con agua y una cucharada de jabón de lavavajillas. Sacar el trapo y ponerlo en el plato del microondas sin escurrir. Hay que calentarlo tres minutos a máxima potencia, vigilando que no se queme. Al igual que en los consejos anteriores, saldrá vapor que desincrustará la grasa y las manchas de comida y, con el mismo trapo, una vez se haya enfriado un poco, hay que repasar todo el interior y secar con un papel de cocina.
Para la zona exterior del microondas es suficiente una bayeta humedecida con agua y jabón, o bien con bicarbonato. Si es de acero inoxidable, las huellas se retiran más fácilmente si se pasa un trapo humedecido con agua y amoniaco.