Para cualquier perro, es imprescindible salir a pasear, ya que el contacto con todo tipo de estímulos les ayuda a ejercitarse tanto física como mentalmente. Sin embargo, no todos los perros disfrutan de la misma manera al salir a la calle. Algunos presentan problemas de comportamiento, como miedo o agresividad, debido a experiencias pasadas que han moldeado su carácter. The Yellow Dog Project es una iniciativa surgida hace 12 años en Suecia que supo comprender esta realidad y que ahora se ha extendido a otros países como Reino Unido o Dinamarca.
El objetivo de esta iniciativa es establecer un código que permita a las personas con las que nos cruzamos durante el paseo entender que nuestra mascota necesita más espacio. Este símbolo es especialmente útil para los niños, quienes suelen acercarse a los perros sin considerar las posibles consecuencias para el animal. La organización introdujo una cinta amarilla para indicar que un perro requiere su espacio, y posteriormente se añadieron otros colores para identificar diferentes situaciones. De esta forma, el verde indica que el perro no tiene problemas de interacción, mientras que el rojo se asocia con perros que pueden ser agresivos.
Es importante señalar que la cinta amarilla no indica necesariamente un peligro para las personas. Las razones por las que un perro puede necesitar espacio son diversas: problemas de salud, malas experiencias con otros perros, estar en celo, ser de edad avanzada o haber sido rescatado, entre otras. Por ello, es crucial no estigmatizar a estos animales.
Para dar visibilidad a esta iniciativa, The Yellow Dog Project instauró el 20 de marzo como el "Dogs in Yellow Day", y desde 2012, muchos países se han sumado a esta propuesta. Según un estudio publicado en Scientific Reports en 2020, más del 72% de los perros sufren ansiedad y presentan comportamientos problemáticos, por lo que crear un lenguaje que nos permita entender sus circunstancias es el primer paso para generar un entorno en el que puedan sentirse seguros.