Una cirugía ortopédica oncológica realizada en un niño con osteosarcoma en estadio IV marca un hito europeo. Gracias a la colaboración entre médicos e ingenieros biomédicos, se diseñó e implantó un espaciador anatómico personalizado impreso en 3D que permitió reconstruir el húmero completo, una alternativa a las prótesis convencionales en pacientes pediátricos.
El húmero, el hueso largo del brazo que une el hombro con el codo, es esencial para la movilidad y la función del miembro superior. Cuando un cáncer óseo como el osteosarcoma lo invade por completo, la única opción es la resección total del hueso afectado.
Este fue el caso de un niño diagnosticado con osteosarcoma en estadio IV en el húmero izquierdo. Debido a su edad y al estado avanzado del tumor, ninguna prótesis convencional se ajustaba a sus necesidades clínicas.
El reto era enorme: ¿cómo sustituir por completo el hueso extirpado sin comprometer la estructura, la movilidad y el desarrollo del brazo en crecimiento?
Espaciador 3D: una solución personalizada e innovadora
El Hospital Universitario La Paz, en colaboración con la compañía española de bioingeniería Rayo-seco Systems, optó por una solución innovadora: diseñar un espaciador anatómico a medida mediante tecnología de impresión 3D.
Este espaciador, también conocido como molde estructural, fue impresa con materiales biocompatibles y se utilizó para fabricar, durante la propia intervención, un implante temporal funcional, resistente, estable y adaptado específicamente a la anatomía del paciente.
Según el Dr. Eduardo Ortiz, cirujano ortopédico oncológico responsable de la intervención, "el molde reproducía la morfología completa del húmero sano, incluía un canal longitudinal para varillas metálicas, puntos de anclaje y un diseño pensado para facilitar el cierre de tejidos blandos".
De este modo, no solo se restableció la forma del brazo, sino también su función biomecánica básica y la posibilidad de reconstrucciones posteriores.
¿Qué dice la ciencia sobre esta técnica?
Aunque se trata de una intervención pionera en Europa, existen antecedentes científicos que validan esta estrategia:
- Un estudio reciente describe el uso exitoso de una prótesis personalizada de titanio impresa en 3D en un caso pediátrico similar, con buenos resultados funcionales.
- Otros trabajos han documentado el uso de espaciadores de cemento fabricados con moldes impresos en defectos óseos tras infecciones o tumores.
- En adultos jóvenes, se han utilizado prótesis porosas impresas en 3D para reconstrucciones articulares conservadoras tras resección tumoral del húmero, con altas tasas de funcionalidad.
Una revisión sistemática de 51 estudios clínicos sobre impresión 3D en extremidad superior concluye que esta tecnología mejora la planificación quirúrgica, la precisión y la satisfacción funcional del paciente.
¿Qué ventajas tiene esta técnica frente a las prótesis convencionales?
Las prótesis estándar están pensadas para adultos, y no siempre se adaptan bien a niños en crecimiento ni a situaciones anatómicas complejas. Entre las principales ventajas del espaciador 3D personalizado destacan:
- Adaptación total a la anatomía del paciente, lo que mejora la funcionalidad.
- Posibilidad de fabricación intraoperatoria, reduciendo tiempos de espera y logística.
- Diseño específico para tejidos blandos, lo que favorece la recuperación.
- Base estable para futuros procedimientos reconstructivos, como injertos óseos o prótesis definitivas.
Un modelo de medicina personalizada
Esta intervención pone de relieve el valor de la ingeniería biomédica como herramienta transformadora en la medicina actual. El trabajo conjunto de cirujanos, ingenieros y técnicos de fabricación 3D permite diseñar soluciones únicas para pacientes únicos, con un enfoque centrado en la anatomía, la funcionalidad y la calidad de vida.
El Hospital La Paz, a través de su Laboratorio de Gestión 3D, ha consolidado su liderazgo en cirugía personalizada, y esta intervención pediátrica es un paso más hacia un modelo asistencial donde la tecnología se adapta al paciente, y no al revés.
En la frontera entre la medicina y la ingeniería, esta cirugía representa una esperanza concreta para niños con cáncer óseo. La implantación de un espaciador anatómico impreso en 3D, diseñado a medida y fabricado en quirófano, ha permitido reconstruir con éxito todo un húmero extirpado por un osteosarcoma avanzado.
La técnica abre un nuevo horizonte en cirugía oncológica pediátrica, con base científica sólida, beneficios funcionales demostrables y un futuro prometedor.