
A veces, el secreto para ahorrar energía no está en cambiar los electrodomésticos ni en bajar la calefacción, sino… en las paredes de tu casa. Literalmente. Un estudio realizado en el norte de Irán demuestra que reforzar los muros y techos con un tipo específico de aislamiento térmico puede reducir el consumo energético de una vivienda hasta en un 47%. ¿La clave? Poliestireno expandido, un material tan común como eficaz, que puede marcar una gran diferencia en zonas con climas suaves y húmedos.
Muros inteligentes: cómo una capa de espuma puede cambiarlo todo
La investigación se centró en la ciudad de Chalous, ubicada entre el mar Caspio y las montañas de Alborz, una zona con veranos húmedos e inviernos fríos. Allí, los investigadores simularon el comportamiento térmico de un edificio de tres plantas con y sin aislamiento de poliestireno.
Los resultados fueron claros: al aplicar 50 mm de poliestireno en techos y paredes, la pérdida de calor en invierno cayó más del 50%, y el gasto total en climatización (frío y calor) se redujo casi a la mitad. En verano, el efecto también se notó: las viviendas aisladas necesitaban menos energía para enfriarse, incluso bajo la intensa radiación solar que recibe el tejado.
¿Por qué funciona? Menos fugas, menos gasto, más confort
El secreto está en cortar los llamados "puentes térmicos": esos puntos por donde se escapa el calor en invierno o se cuela en verano. Al usar una capa continua de aislamiento por fuera del muro, se eliminan muchas de esas fugas invisibles que hacen que el aire acondicionado o la calefacción trabajen el doble.
Además, el aislamiento actúa como escudo contra las condiciones exteriores, estabilizando la temperatura interior durante todo el año. Esto no solo se traduce en menos consumo energético, sino también en mayor confort para los habitantes.
Casi sin inversión, grandes beneficios
El estudio destaca que este tipo de mejoras no requiere una remodelación costosa: basta con aplicar el aislamiento en el revestimiento exterior del edificio. Y aunque hay un costo inicial, se compensa rápidamente gracias al ahorro en electricidad y gas. En zonas turísticas como Chalous, donde la demanda energética se dispara en verano, el beneficio es doble: menos gasto para las familias y menos presión sobre la red eléctrica local.
Amani, N. (2025). Energy efficiency of residential buildings using thermal insulation of external walls and roof based on simulation analysis. Energy Storage and Saving, 4, 48–55.



