
Cuando una persona fallece, organizar el entierro o funeral, gestionar la herencia y cerrar los asuntos legales suelen ser las mayores preocupaciones de los seres queridos. Sin embargo, hay una cuestión que muchas veces pasa desapercibida: borrar la huella digital de la persona fallecida.
Todos los datos que alguien deja en sus redes sociales, correos electrónicos, cuentas bancarias digitales, suscripciones a servicios e interacciones online son susceptibles de delitos de robo, fraude, estafa y suplantación de identidad en Internet.
De hecho, la semana pasada, la princesa Leonor fue víctima de una estafa en Internet con la suplantación de su identidad en la que ciberdelincuentes utilizaron su voz para robar dinero a decenas de afectados.
El borrado de la huella digital, una tarea en auge
Borrar la huella digital tras el fallecimiento de una persona se ha convertido en una tarea completamente necesaria, ya que la información comienza a ser más accesible para los estafadores después de la muerte de un usuario.
A diferencia de los bienes tangibles, borrar la presencia digital de alguien no es un trámite automático. ¿Quién se encarga de eliminar esas cuentas? El borrado de la huella digital cada vez es más demandado, por ello, Alejandro Nieto, CEO de Pazy, una funeraria digital, ha explicado en el programa En casa de Herrero, de esRadio, el funcionamiento de esta tarea.
La cantidad de datos que una persona deja a lo largo de su vida en Internet es innumerable y tras el fallecimiento "los datos comienzan a estar desprotegidos", ha comentado el CEO de Pazy. Cabe destacar que el borrado digital va mucho más allá de borrar las imágenes de las redes sociales. "Existen muchos datos repartidos por Internet que es necesario borrar porque te puedes llevar una sorpresa no grata", según el experto.
El trabajo de Pazy surgió a raíz de una situación que enfrentaban sus clientes: "Además de perder a un familiar, perdían datos relevantes", ha señalado Alejandro Nieto.
A pesar de que antes el borrado digital no era un trabajo sencillo y contaba con "trámites muy complicados", ahora gracias a "la digitalización" se ha convertido en "un trámite más que hay que hacer" cuando fallece un ser querido, ha expresado Nieto.
Hoy en día la eliminación de la huella digital es una gestión "sencilla". Según el experto, "solo es necesario acreditar que la persona ha fallecido y las plataformas ofrecen de manera sencilla el borrado de datos".
Internet no es un sitio seguro
Aunque los jóvenes están cada vez más conscientes de dónde comparten su información, la gente mayor "no sabe las consecuencias de estar en Internet de una manera o de otra", ha expresado Nieto.
Las fechas de nacimiento o los teléfonos son informaciones vulnerables a fugas de datos, por lo que las personas mayores deben tomar mayor conciencia de que también pueden ser afectadas. "Cada vez surgen más compañías que no respetan las protecciones de datos y ahí es cuando aparecen los sustos", ha señalado el experto.
Este problema cobra aún más relevancia con la entrada en vigor del nuevo registro de viajeros, que obliga a los huéspedes de hoteles y apartamentos a proporcionar más datos personales que antes no eran requeridos.
Ha sido una medida muy criticada tanto por los hoteleros como por los clientes, aunque en Internet a los usuarios no les importa dar sus datos en plataformas que no son fiables: "A los ciudadanos les falta más información sobre dónde dejar sus datos", ha expresado Alejandro Nieto. En definitiva, "Internet no es un sitio seguro" y todos los usuarios deberían revisar bien "las políticas de seguridad de las plataformas", ha señalado el experto.