
Hay pocas cosas más desagradables que despertarse en mitad de la noche con muchas ganas de hacer pis y tener que levantarse al baño. El cuerpo está programado para orinar más durante el día que durante la noche, pero, en ocasiones, puede producirse una desregulación que es señal de una enfermedad más importante. A veces simplemente son los hábitos de cada persona los que hacen que se tenga uno que levantar por la noche. Una costumbre muy común es tomarse un té caliente o un vaso de leche antes de dormir y, en ese caso, entra dentro de la normalidad despertarnos en mitad de la noche. Entonces, ¿Cuándo tenemos que empezar a preocuparnos?
Nocturnia, la patología que lo define
Si se lleva una vida sana, se beben 2 litros de agua durante el día y no se toma ningún diurético antes de dormir, una persona no debería levantarse en mitad de la noche para ir al baño. Si esto ocurre, puede que se esté sufriendo nocturnia qué es la interrupción del sueño principal una o más veces por la necesidad de micción. No se trata de una enfermedad como tal sino de un complejo síntoma en el que intervienen dos mecanismos fisiopatológicos causales principalmente, que ocurren solos o en combinación: poliuria nocturna o disminución de la capacidad vesical. En personas mayores de 70 años se trata de una cuestión fisiológica y es que el propio envejecimiento lleva a la pérdida del ritmo circadiano que es, en parte, el que regula que la necesidad de ir al baño sea mayor por el día que por la noche.
Algunos expertos estiman que lo normal es ir 6 o 7 veces durante el día y desde que se va a dormir, una vez. Despertarse por la necesidad de orinar muchas veces cada noche es señal de un problema. No obstante, la normalidad en este caso depende de cómo se siente la persona y sus hábitos de vida.
Dependiendo de cuál sea la causa, el tratamiento será uno u otro. Las pautas médicas generales hablan de restringir la ingesta de líquidos después de las seis de la tarde, eliminar el consumo de alcohol y cafeína, ajustar los horarios de ingesta de diuréticos, elevar las piernas por el día o usar medias de compresión si existe retención y, en los casos indicados por un experto, utilizar anticolinérgicos para reducir las contracciones involuntarias de la vejiga.
¿Cuáles son sus causas más comunes?
- Exceso de líquido
Una de las causas más obvias y comunes por las que te estás despertando a menudo por la noche para ir al baño es haber tomado demasiado líquido horas antes de dormir.
De hecho es uno de los motivos más frecuentes de despertares nocturnos a medida que la gente envejece. Pues con la edad la capacidad de controlar la vejiga va decreciendo. Lo mismo ocurre con las fases más profundas del sueño, que disminuyen al envejecer. ¿La solución? Evitar beber hasta 2 horas antes de irse a la cama y limitar la ingesta de café y alcohol en la tarde.
- Apnea del sueño
Levantarse para orinar dos o más veces en una noche es un síntoma común de la apnea del sueño. Se observa en aproximadamente el 80% de las personas que padecen este problema.
La apnea del sueño es un trastorno respiratorio que provoca pausas breves y frecuentes en la respiración durante el sueño. Lo que reduce el flujo de oxígeno y afecta tanto la calidad del sueño como la salud en general, ya que puede aumentar el riesgo de diabetes o enfermedades de corazón.
- Infecciones urinarias
Las infecciones urinarias no solo conlleva unas ganas continuadas de orinar, lo cual puede hacer que uno se tenga que despertar a menudo en la noche, además pueden conllevar escozor al miccionar. Estas se dan cuando alguna bacteria logra traspasar las barreras de protección de tu organismo y llegar hasta las vías urinarias. La infección de vejiga (cistitis) es el tipo más común.
- Problemas de próstata
La próstata suele agrandarse con la edad. Lo que puede traducirse en mayor necesidad de orinar al presionar la uretra, evitando que la vejiga pueda vaciarse adecuadamente.
- Incontinencia o vejiga hiperactiva
Hacer pis 8 o más veces al día o más de 2 veces a la noche es uno de los síntomas de la vejiga hiperactiva.
En general este trastorno se caracteriza por unas ganas repentinas y urgentes de orinar, tan fuertes que en ocasiones pueden incluso llevar a pérdidas antes de llegar al baño. Cambios en la dieta, micción cronometrada y técnicas de contención de la vejiga utilizando los músculos del piso pélvico, son estrategias que pueden ayudar.
- Diabetes
Orinar con frecuencia es un síntoma común de la diabetes. También tener una sensación de sed continuada. esto sucede ya que cuando se padece esta afección, el exceso de glucosa se acumula en la sangre. A causa de esto, los riñones se ven obligados a trabajar más para filtrar y absorber el exceso de glucosa. Lo que produce más orina.
- Cáncer de próstata
La necesidad urgente de orinar por las noches puede ser un síntoma silencioso del cáncer de próstata. Sentir dolor o tener problemas para miccionar así como dificultad para eyacular o problemas en la espalda son otros signos que pueden delatar esta enfermedad.
- Insuficiencia cardíaca
Cuando el corazón no funciona correctamente el flujo de sangre a los riñones no es suficiente y se produce retención de líquidos, al disminuir la orina. La posición horizontal, al dormir, puede favorecer que el líquido pase al torrente y de ahí sea eliminado por los riñones, lo que genera que se orine más por la noche.

