
En la actualidad la decisión de ampliar la familia se va retrasando cada vez más, tanto en España como en el resto del mundo, por razones como las económicas o dar prioridad a la carrera profesional. En el caso de España, estos y otros factores han elevado a los 32 años la edad media en la que la mujer española decide tener su primer hijo. Sin embargo, la fertilidad de la mujer disminuye con la edad, por lo que ante esta postergación de la maternidad es conveniente que en las revisiones ginecológicas las mujeres pidan saber la reserva ovárica, si en algún momento desean tener hijos.
Pero, ¿Qué es la reserva ovárica? La reserva ovárica es la cantidad de óvulos que hay disponibles en los ovarios en un determinado momento. Estos óvulos se pueden cuantificar y medir en función de una serie de indicadores. Los más importantes son la ecografía vaginal, que permite hacer un recuento de folículos para obtener una idea proporcional de la cantidad de óvulos que hay, y la hormona antimulleriana, con un análisis de sangre se obtiene este marcador que señala en función de la edad si la reserva de óvulos es normal, alta o está disminuida. A mayor reserva ovárica, mayor cantidad de óvulos quedan y por tanto hay mayor probabilidad de quedarse embarazada. En cambio, si la reserva ovárica es baja, es posible que haya que recurrir a la fecundación in vitro ya que el embarazo se complica de manera natural.
El motivo de que haya que hacer un recuento a partir de cierta edad es sencillo y es que la mujer nace con una dotación ovárica finita de alrededor de un millón de óvulos y los va perdiendo con la edad. En la pubertad, esta cantidad se reduce hasta aproximadamente los 400.000 o 500.000 óvulos. Y, en cada uno de los ciclos menstruales que se inician mes a mes a partir de este momento, sólo alrededor de 400-500 óvulos llegarán a la ovulación. El resto degenerará en el camino.
Por ello, hay que tener en cuenta que el período más fértil para la mujer va desde los 16 a los 30 años, en ese momento, tiene una buena cantidad y calidad de óvulos. A partir de los 35-37 años, hay un importante descenso de la reserva ovárica. A partir de los 40 años de edad, la reserva ovárica se va viendo comprometida hasta su completo agotamiento, aproximadamente entre los 45 y los 55 años. Empieza así la nueva etapa de la vida reproductiva de la mujer: la menopausia.
¿Cómo se mide la reserva ovárica?
Actualmente, para la estimación de la reserva ovárica se realizan pruebas bioquímicas y ecografías de los ovarios. ¿Qué se ve en estas pruebas?
- FSH (hormona foliculoestimulante). Esta hormona se produce en la hipófisis y se encarga de estimular la producción de óvulos maduros en los ovarios. A medida que la reserva ovárica disminuye, la hipófisis libera una mayor cantidad de FSH para estimular a los ovarios. De este modo, valores elevados de esta hormona indican una baja reserva ovárica. Los niveles de FSH se miden mediante un análisis de sangre entre los días 3 y 5 del ciclo menstrual, considerando el primer día de la menstruación como el primer día del ciclo menstrual. Aunque es muy variable y puede cambiar entre ciclo y ciclo.
- AMH (hormona antimulleriana). La hormona antimulleriana se produce en los folículos ováricos, que son las estructuras donde se desarrollan los óvulos dentro de los ovarios. Valores elevados de esta hormona indican la maduración de muchos óvulos y, por tanto, la existencia de una buena reserva ovárica. Los niveles de AMH son independientes del ciclo menstrual, de modo que se pueden medir cualquier día mediante un análisis de sangre. Es muy estable, no varia entre ciclos.
- E2 (estradiol). El estradiol es uno de los estrógenos más importantes, y se produce también en los folículos de los ovarios. Niveles elevados de esta hormona en los primeros días del ciclo menstrual pueden indicar una reserva ovárica baja. Al igual que con la FSH, los valores de estradiol se miden mediante un análisis de sangre entre los días 3 y 5 del ciclo menstrual.
¿Cómo afecta la edad a la reserva ovárica?
La reserva ovárica es totalmente dependiente de la edad biológica. Las mujeres sólo generan óvulos entre la 12ª semana y el 5º mes de embarazo, y nacen con un número de óvulos limitado para toda su vida. De estos óvulos, sólo serán ovulados a partir de la pubertad unos 400, uno en cada ciclo menstrual. El resto se contraen sin llegar a ovularse. El periodo de mayor fertilidad en la mujer oscila entre los 18 y los 30 años aproximadamente, que es cuando se ovulan los óvulos de mayor calidad. Al llegar a la menopausia quedan solamente unas decenas.
¿Qué otros factores pueden afectar a la reserva ovárica?
- Tratamientos oncológicos con radioterapia o quimioterapia
- Trastornos genéticos como alteraciones en el cariotipo o portadoras de la premutación FMR1 o síndrome de cromosoma X frágil
- Antecedentes familiares de menopausia precoz
- Cirugías ováricas
- Enfermedades ginecológicas como la endometriosis
- Trastornos autoinmunes
- Tabaquismo
- Exposición a contaminantes o disruptores endocrinos
Por qué es importante medir la reserva ovárica
- Importancia de la reserva ovárica: La reserva ovárica disminuye a medida que una mujer envejece. La cantidad y calidad de los óvulos disminuyen gradualmente a lo largo de los años, lo que puede afectar a la fertilidad. La reserva ovárica es especialmente relevante para las mujeres que desean concebir después de los 35 años, ya que la probabilidad de tener problemas de fertilidad aumenta con la edad.
- Evaluación de la reserva ovárica: Los médicos pueden evaluar la reserva ovárica a través de pruebas hormonales y ecografías. Los niveles de hormonas como la hormona folículo-estimulante (FSH) y el estradiol se miden en ciertos días del ciclo menstrual para obtener información sobre la reserva ovárica. Además, una ecografía transvaginal puede proporcionar una imagen de los folículos ováricos y su tamaño.
- Factores que afectan la reserva ovárica: Además de la edad, otros factores pueden influir en la reserva ovárica. Estos incluyen antecedentes familiares de menopausia temprana, cirugías ováricas previas, tratamientos contra el cáncer, enfermedades autoinmunes y exposición a toxinas ambientales. Estos factores pueden acelerar la disminución de la reserva ovárica.
- Opciones para preservar la fertilidad: Si una mujer desea preservar su fertilidad debido a una reserva ovárica baja o por otras razones, existen opciones disponibles. La criopreservación de óvulos es una técnica en la que los óvulos se extraen y se congelan para su uso posterior. Esto permite a las mujeres utilizar sus óvulos almacenados en el futuro cuando estén listas para concebir.
- Alternativas para la concepción: Si la reserva ovárica es baja o agotada, existen alternativas para la concepción, como el uso de óvulos donados o la adopción. Estas opciones pueden brindar a las parejas o mujeres solteras la oportunidad de tener un hijo y formar una familia.
¿Qué quiere decir que la reserva ovárica es baja?
Como ya se ha dicho, la reserva ovárica depende de la edad de la mujer y, para saber unas cifras sobre las que guiarse se pueden observar los valores de referencia indicativos de la reserva ovárica más empleados comúnmente:
- De 20-25 años: 3.3 (3.0-3.9) ng/ml.
- De 30-34 años: 2.8 (2.3-3.5) ng/ml.
- De 35-39 años: 2.0 (0.3-3-2) ng/ml.
- De 40-44 años: 1.1 (0.7-2.1) ng/ml.
- De 45 a 50 años 0.2 (0.1-0.5) ng/ml.
Cuando los niveles están por debajo de de 0.8 ng/ml, una se encuentra ante una reserva ovárica baja. Conocer estas cifras implica saber que la producción de óvulos está limitada en su cantidad, que no en calidad. Con el paso del tiempo, la reserva va agotándose de manera fisiológica. También por procesos patológicos como la endometriosis ovárica, enfermedades autoinmunes u otros trastornos. La cirugía que implique al ovario es causa importante también de disminución de la reserva ovárica. Conocer la reserva ovárica no es algo obligatorio pero este hecho es una información muy valiosa que permite a la mujer valorar todas sus opciones en caso de querer ser en el futuro.

