
El suelo pélvico es un grupo de músculos ubicados en la base de la pelvis que desempeñan un papel crucial en el bienestar general. El motivo es que el suelo pélvico lo configuran una serie de ligamentos y músculos, cuya función es hacer de sostén de los órganos de la cavidad abdominal, vejiga, útero, vagina y recto, y conferir estabilidad a la columna y a la pelvis. Sin embargo, al igual que el resto de los músculos del cuerpo, este se debilita de manera progresiva con el paso de los años debido a la pérdida del tono muscular, pero también tienen mucho que ver el embarazo y la menopausia. No obstante, no se le suele prestar demasiada atención hasta que surgen las primeras señales de pérdida de fuerza en forma de incontinencia o disfunción sexual.
No hay que olvidar que un bajo tono muscular en el suelo pélvico se puede traducir en incontinencia urinaria ante cualquier esfuerzo como reír o toser; incontinencia fecal, prolapso uterino, cistocele (de la vejiga) y rectocele (del recto) o alteraciones en las relaciones sexuales como disminución de la sensibilidad y de la intensidad de los orgasmos, penetración dolorosa... Estos efectos, además, tienen consecuencias emocionales, ya que causan inseguridad y vergüenza a la afectada y provocan una disminución de la calidad de vida.
Por tanto, el cuidado adecuado del suelo pélvico es esencial para prevenir y tratar afecciones como la incontinencia urinaria, el prolapso de órganos pélvicos y los problemas sexuales. Mantener estos músculos fuertes y flexibles es fundamental para disfrutar de una buena calidad de vida. Mantener un peso adecuado, una vida sexual activa, tomar las precauciones necesarias para practicar deportes de impacto y evitar el tabaco son algunas medidas preventivas.
Cada vez hay más conocimiento sobre las disfunciones del suelo pélvico entre la población y cada vez más personas buscan una solución cuando aparecen los problemas, pero es habitual que se normalicen y que se atribuyan al envejecimiento. Sin embargo, en las disfunciones del suelo pélvico se engloban las incontinencias (urinaria y anal) incluidas aquellas pérdidas de orina en esfuerzos tales como toser, reír, estornudar…, el dolor pélvico crónico (vaginismo) y los prolapsos de órganos pélvicos (útero, vejiga y recto).
Otros síntomas de mal estado son la abertura vulvar, la urgencia miccional, un aumento de su frecuencia, levantarse más de dos veces por la noche a orinar, un chorro de orina débil, intermitente, dolor genital, vesical, rectal, así como en las relaciones sexuales, alteración de la sensibilidad en la zona genital y la incompetencia abdominal.
Este tipo de problemas afectan a mujeres de todos los continentes y es una patología en la que el papel preventivo es importantísimo, ya que una vez que aparecen es más difícil la recuperación completa. Pero, no hay que olvidar que los hombres también pueden sufrir del suelo pélvico, de hecho, más del 50% de los pacientes son hombres. Algunos llegan porque al realizar numerosas series de ejercicio abdominal y tener un core demasiado ejercitado se perjudica al suelo pélvico y, por ello, surge dolor genital. Independientemente de quien los realice, los ejercicios donde se abusa del core constituyen uno de los factores de riesgo.
¿Qué causa la debilidad del suelo pélvico?
Existen varios factores de riesgo que pueden desencadenar la debilidad del suelo pélvico. Hay que tener claro que la mayoría de los factores se aplican a las mujeres, por lo que las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de verse afectadas por la debilidad del suelo pélvico. Por lo tanto, los ejercicios del suelo pélvico son especialmente importantes para las mujeres. Cuales pueden ser los orígenes de problemas en el suelo pélvico:
- Partos vaginales rápidamente sucesivos o nacimientos de niños grandes y pesados
- Lesiones de nacimiento (desgarro o incisión perineal)
- Enfermedades neurológicas
- Debilidad del tejido conectivo
- Sobrecarga física (trabajo pesado, tos crónica)
- Adelgazamiento hormonal del tejido después de la menopausia
- Sobrepeso
¿Cuáles son los síntomas del debilitamiento del suelo pélvico?
No todas las mujeres con debilidad del suelo pélvico lo notan. Por lo tanto, lo mejor es que todas las mujeres hagan ejercicios del suelo pélvico regularmente como medida preventiva. El motivo es que los problemas ocurren cuando la vagina o el útero ya no están suficientemente sostenidos por el suelo pélvico y, por lo tanto, se hunden. Esto puede llegar tan lejos que emergen del cuerpo. Por lo tanto, si ya hay indicios, los ejercicios del suelo pélvico son especialmente importantes. Porque no sólo ayuda a prevenir los síntomas, sino que también puede mejorarlos o incluso revertirlos. Estos síntomas incluyen:
- Dolor abdominal
- Incontinencia urinaria y fecal
- Trastornos de evacuación de la vejiga y el intestino, hasta la reabsorción en los riñones
- Sensación de presión en el suelo pélvico
- Sensación de cuerpo extraño
- Disminución de la sensibilidad sexual
Prevención
Además de las precauciones relacionadas con los deportes de impacto, las medidas preventivas comienzan por mantener un peso adecuado, ya que la obesidad y el sobrepeso aumentan la posibilidad de sufrir pérdidas de orina. También es aconsejable disminuir la ingesta de irritantes vesicales, como las colas, la teína y la cafeína, y mantener una vida sexual activa. Incluso rehuir de situaciones que aumenten la presión intraabdominal como cargar pesos o hacer grandes esfuerzos; reducir o eliminar el tabaco y realizar entrenamiento muscular del suelo pélvico con profesionales que enseñen cómo realizar los ejercicios.
Tratamiento personalizado
Cuando aparecen los problemas, no se trata sólo de hacer ejercicios de Kegel (apretar y relajar los músculos del piso pélvico), sino individualizar la terapia. Hay que comprobar que el recorrido y la intensidad sean óptimos, y dirigir los ejercicios a trabajar unas propiedades musculares u otras según lo que se quiera recuperar. Además, lo más aconsejable es hacer revisiones como se hacen de otras partes del cuerpo a cualquier edad y, cuando aparecen las disfunciones, tener una consulta previa con un médico especializado. ¿Qué más consejos se pueden tomar para evitar problemas con el suelo pélvico?
- Ejercicios de Kegel: Los ejercicios de Kegel consisten en contraer y relajar los músculos del suelo pélvico de forma regular. Estos ejercicios fortalecen los músculos y mejoran su capacidad de control. Para realizarlos, hay que contraer los músculos del suelo pélvico como si se estuviera deteniendo el flujo de orina y mantener la contracción durante unos segundos antes de relajar. Lo ideal es repetir este ejercicio varias veces al día.
- Evitar el estreñimiento: El esfuerzo excesivo durante la evacuación puede debilitar el suelo pélvico. Para prevenir el estreñimiento, lo mejor es consumir una dieta rica en fibra, beber suficiente agua y realizar ejercicio regularmente.
- Control de peso: El exceso de peso puede ejercer presión adicional sobre el suelo pélvico, lo que puede debilitarlo con el tiempo. Mantener un peso saludable mediante una alimentación equilibrada y ejercicio regular contribuirá a proteger la salud de los músculos pélvicos.
- Evitar el levantamiento de objetos pesados: Levantar objetos pesados de manera incorrecta puede poner una carga significativa en el suelo pélvico. Si se van a levantar objetos pesados hay que asegurarse de levantarlos utilizando las piernas y no la fuerza de los músculos pélvicos.

