
La menstruación es uno de esos temas que, aunque no se habla todo lo que debería, hace sufrir a la mayoría de las mujeres en el mundo. Aunque es cierto que no a todas afecta de la misma manera y algunas tienen más dolores que otras, las estadísticas demuestran que hasta el 60% de la población femenina en edad fértil padece dismenorrea, popularmente conocida como dolor menstrual. Tanto afecta que un 50% de las mujeres se ven afectadas por el dolor de regla en sus formas leves, pero, hasta un 10% sufren síntomas tan intensos que ven condicionada su vida normal.
A pesar de que muchas personas puede que no lo sepan, existen dos tipos distintos de dismenorrea, la primaria y la secundaria. El primer caso es el más común y es algo natural que no viene derivado de ninguna dolencia concreta a pesar de traducirse en dolores, molestias y calambres. Por el contrario, la dismenorrea secundaria viene marcada por enfermedades como la endometriosis, los fibroides uterinos o el síndrome del ovario poliquístico y otras dolencias.
El dolor durante la menstruación tiene un motivo científico y es que, en un porcentaje de mujeres, durante el ciclo menstrual, hay una liberación más elevada de prostraglandina de lo habitual que produce contracciones uterinas intensas. Esto da lugar a dolores de regla mayores.
¿Qué causa los períodos menstruales dolorosos?
Hay dos tipos de dismenorrea, primaria y secundaria y cada tipo tiene diferentes causas. La dismenorrea primaria es el tipo más común de dolor menstrual. Es el dolor menstrual que no es causado por otra afección. La causa suele ser tener demasiadas prostaglandinas, que son productos químicos del útero. Estos productos químicos hacen que los músculos de su útero se contraigan y relajen, lo que provoca los calambres. El dolor puede comenzar uno o dos días antes de su período. Normalmente, dura unos pocos días, aunque en algunas mujeres puede durar más tiempo.
Por lo general, el dolor menstrual comienza en la juventud, justo después de comenzar a tener períodos menstruales. A menudo, a medida que se envejece, se experimenta menos dolor. El dolor también puede mejorar después de haber dado a luz.
La dismenorrea secundaria a menudo comienza más tarde y es causada por enfermedades que afectan al útero u otros órganos reproductivos, como la endometriosis y los fibroides uterinos. Es común que este tipo de dolor a menudo empeore con el tiempo. No obstante, puede comenzar antes de que empiece el período, y continuar incluso cuando haya terminado.
Los mejores tratamientos
Una de las soluciones más efectivas y recomendadas es el uso de remedios herbales. Las infusiones de hierbas como la manzanilla, el jengibre y la menta tienen propiedades antiinflamatorias y relajantes que pueden ayudar a reducir los calambres y la tensión muscular. El jengibre, en particular, se ha destacado por su capacidad para aliviar el malestar menstrual al reducir la producción de prostaglandinas.
Además de las infusiones, la aplicación de calor localizado también puede ser útil. Esto es tan sencillo como colocar una bolsa de agua caliente o una almohadilla térmica en la parte baja del abdomen para ayudar a relajar los músculos uterinos y aliviar el dolor. El calor ayuda a aumentar el flujo sanguíneo en la zona, reduciendo la sensación de malestar.
Como siempre, la dieta desempeña un papel crucial en el alivio de los dolores menstruales. Por ello, el hecho de incorporar alimentos ricos en calcio, magnesio y ácidos grasos omega-3 puede ayudar a reducir la inflamación y los calambres. Ejemplos de estos alimentos incluyen los productos lácteos bajos en grasa, los vegetales de hojas verdes, las nueces y los pescados grasos como el salmón.
El ejercicio regular también puede ser beneficioso para reducir los dolores menstruales. El motivo es que la actividad física libera endorfinas, que son conocidas como las "hormonas de la felicidad", y pueden actuar como analgésicos naturales. El yoga y el estiramiento suave pueden ser especialmente útiles para relajar los músculos y aliviar la tensión.
No obstante, en casos en que los dolores menstruales sean más intensos y persistentes pueden considerarse opciones como medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs), dentro de los cuales los más usados son el ibuprofeno, el ketoclorato, el diclofenaco, el naproxeno, el dexketoprofeno, el piroxican y el ácido mefenámico. También suelen utilizarse los anticonceptivos orales ya que se trata de un método que mejora el dolor en el 90% de mujeres.
Otros remedios para calmar el dolor
- Cápsulas de aceite de onagra
Uno de los ingredientes naturales más recomendados por los especialistas para la regularización de los ciclos menstruales, así como los dolores derivados de estos, es el aceite de onagra. El motivo de su recomendación es que además de combatir algunos de los síntomas como dolores en el bajo vientre, también es muy útil con otros como los dolores de cabeza, la debilidad general o las náuseas, por ejemplo. ¿De dónde surge el aceite de onagra? El aceite de onagra se extrae de las semillas de la planta Oenothera, originaria de América del Norte, y es especialmente rica en ácidos grasos esenciales. Entre las propiedades por las que destaca están el alivio de problemas circulatorios (varices, piernas cansadas, entre otros), el efecto antiinflamatorio y la regulación hormonal.
- Infusiones de canela
También muy útil con los síntomas de la menstruación es la canela. De acuerdo con varios estudios, este condimento ayuda a reducir los niveles de prostaglandinas y aumentar los niveles de endorfinas, mejorando la circulación sanguínea y, con ello, síntomas del síndrome premenstrual como el dolor de vientre.
Además, también se sabe que el consumo de té de canela tiene un efecto relajante que disminuye las contracciones uterinas en la dismenorrea y disminuye el flujo menstrual en mujeres que lo tienen muy abundante.
- Cúrcuma y jengibre
Igual que la canela, tanto la cúrcuma como el jengibre son buenos aliados a incluir en la lucha contra los dolores de la menstruación. Además de que ayudan a reducir el exceso de prostaglandinas y leucotrineos proinflamatorios, causantes de las molestias premenstruales en muchos casos, también tienen potentes propiedades antiinflamatorias que serán de gran utilidad.
- Infusiones de 'bolsa de pastor'
Otra planta que, desde la antigüedad, se usa para las molestias y la regulación de los ciclos menstruales, sobre todo en caso de reglas abundantes e irregulares y durante la pubertad y menopausia, es la bolsa de pastor. Las infusiones con este tipo de elementos se han utilizado tradicionalmente para controlar las hemorragias y sangrados por su alto contenido en vitamina K.
Además, la bolsa de pastor también destaca por propiedades antioxidantes por su alto contenido en flavonoides, ácido quínico y ácido linoleico (omega 6). Más allá de lo útil que puede ser tomarla para aquellas personas que padecen reglas muy molestas, también puede ayudar en caso de que se sufran grandes retenciones de líquidos, varices, hemorroides, hipotensión, hemorragias o se quiera contribuir a una buena cicatrización de heridas.
- Suplementos de hierro
Por último, dado que el hierro es uno de los químicos que más escasean en las mujeres por la menstruación y que causan más debilidad y malestar general, se pueden tomar suplementos en forma de cápsulas que nos ayuden con eso. Combinado con miel de brezo y agua, este producto concreto ofrece un gran aporte de hemoglobina y enzimas necesarias antes, durante y después de la menstruación, así como el embarazo.

