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Consejos para evitar la gripe en otoño

El otoño suele traer consigo resfriados y gripes. Pero pueden evitarse con remedios caseros, ¿Cuáles son los mejores trucos?

El otoño suele traer consigo resfriados y gripes. Pero pueden evitarse con remedios caseros, ¿Cuáles son los mejores trucos?
I sometimes think if Bill’s nose were the fountain of youth, if the world waded in his mucus, it would grant the population everlasting life. The struggle is real. | Unsplash/Brittany Colette

Durante el otoño suele haber más casos de gripe y resfriados con motivo de los bruscos cambios de temperatura. Por ello, lo mejor que se puede hacer es tratar de reforzar el sistema inmunitario y estar bien preparados ante esta estación del año. No obstante, seguro que todo el mundo ha caído alguna vez enfermo de esta contagiosa enfermedad y ha sentido esos dolores musculares, de cabeza, fiebre, trastornos gastrointestinales, malestar general... Pero, ¿Qué tomar para la gripe? ¿Cómo prevenirla?

¿Qué es la gripe?

La gripe estacional es una infección respiratoria aguda causada por virus gripales. Es común en todas partes del mundo y la mayoría de las personas se recuperan sin tratamiento. No hay que olvidar que se propaga fácilmente entre las personas cuando tosen o estornudan. Los síntomas de la gripe son inicio súbito de fiebre, tos, dolor de garganta, dolor corporal y fatiga.

El tratamiento tiene como objetivo aliviar los síntomas y una de las claves es que las personas con gripe deberían descansar y beber mucho líquido. Los casos graves y las personas con factores de riesgo pueden requerir atención médica. Existen cuatro tipos de virus gripales: A, B, C y D. Los virus gripales de tipo A y B circulan y causan epidemias estacionales de la enfermedad.

  1. Los virus de tipo A se clasifican a su vez en subtipos de acuerdo con las combinaciones de las proteínas en su superficie. Actualmente circulan entre los seres humanos los subtipos A(H1N1) y A(H3N2). El A(H1N1) también se conoce actualmente como A(H1N1)pdm09, ya que causó la pandemia de 2009 y sustituyó al virus A(H1N1) que circulaba hasta entonces. Todas las pandemias conocidas han sido causadas por virus gripales de tipo A.
  2. Los virus de tipo B no se clasifican en subtipos, pero pueden dividirse en linajes: B/Yamagata y B/Victoria.
  3. Los virus de tipo C se detectan con menos frecuencia y suelen causar infecciones leves, por lo que carecen de importancia desde el punto de vista de la salud pública.
  4. Los virus de tipo D afectan principalmente al ganado y no parecen ser causa de infección ni enfermedad en el ser humano.

Signos y síntomas

Los síntomas de la gripe generalmente comienzan unos dos días después de la infección por una persona portadora del virus. Los síntomas son:

  • Aparición súbita de fiebre
  • Tos, generalmente seca
  • Dolor de cabeza
  • Dolores musculares y articulares
  • Malestar general intenso
  • Dolor de garganta
  • Secreción nasal

La tos puede ser intensa y durar dos o más semanas. En la mayoría de los casos, la fiebre y los demás síntomas desaparecen en una semana sin necesidad de atención médica. No obstante, en personas con alto riesgo, la gripe puede ser una enfermedad grave e incluso letal. Además hay que tener en cuenta que la gripe puede empeorar los síntomas de otras enfermedades crónicas y, en casos graves, provocar neumonía y sepsis.

Diferencias entre gripe y resfriado

El malestar, la fiebre, etc. son mecanismos que el organismo genera para expulsar el virus, y con él muchas de las impurezas acumuladas tanto físicas como mentales. Para saber si es gripe o resfriado la mejor forma es fijarse en los síntomas.

En general, los virus causantes del resfriado son de un tipo más benigno que el de la gripe, por lo que el estado general de una persona acatarrada es mejor que si tiene gripe. Los síntomas más habituales de un resfriado son dolor de garganta, congestión nasal, tos moderada y estornudos, y, a veces, algunas décimas de fiebre.

La gripe, en cambio, produce fiebre alta, lo que quiere decir más de 38 ºC, dolor de cabeza intenso, cansancio, sensación de debilidad, tos seca y dolor muscular generalizado, debido a la acumulación de residuos del combate entre los linfocitos y el virus. Por ello, conviene beber mucha agua, descansar y controlar la fiebre, además, la gripe, como otras enfermedades, obliga a detenerse y descansar.

Aunque en ciertos grupos de riesgo puede llegar a ser grave y ofrecer complicaciones, existen varios remedios naturales que permiten prevenir el contagio y combatir la infección una vez se ha producido; y, en algunos casos, incluso atajar la enfermedad en sus primeras fases, o ayudar a sobrellevarla minimizando la sintomalogía y colaborando en expulsar los residuos de la lucha interna que causa el malestar.

¿Cómo prevenir la gripe?

  • Vacunación: La vacunación contra la gripe es una de las medidas más efectivas para prevenir la enfermedad.
  • Lavado habitual de manos: El lavado de manos frecuente y adecuado es esencial. Lo mejor es utilizar agua tibia y jabón durante al menos 20 segundos para eliminar gérmenes y virus. Es importante lavarse las manos antes de comer y después de estar en lugares públicos.
  • Evitar el contacto cercano: Mantener la distancia social con personas enfermas y evitar saludar con un apretón de manos o abrazo. La transmisión de la gripe ocurre principalmente a través de gotitas respiratorias.
  • Cubrir boca y nariz: Si se tose o estornuda, lo mejor es utilizar un pañuelo desechable o la parte interna del codo para cubrir la boca y la nariz. Esto ayuda a evitar que los virus se propaguen por el aire o a través de superficies.
  • Desinfectar superficies: Limpiar y desinfectar regularmente las superficies de alto contacto, como pomos de puertas, pasamanos y teléfonos. Los virus de la gripe pueden sobrevivir en estas superficies durante horas o incluso días.
  • Proteger la garganta: Usar bufandas, pañuelos y cuellos altos protegen la parte superior del cuello del viento, el frío y la lluvia. Es clave para evitar resfriados y gripes.
  • Reforzar sistema inmunológico: Mantener un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular, suficiente descanso y una hidratación adecuada es lo adecuado para mantener el sistema inmunológico en óptimas condiciones.
  • Comer alimentos de temporada: Cuando llega el otoño apetece tomar alimentos más calientes y saciantes en esta época del año. Por ello, es importante intentar comer menos alimentos fríos y crudos, como ensaladas, y cambiarlos por sopas, guisos y verduras al vapor. Además, hay que incorporar alimentos con alto contenido de vitamina C y zinc, como calabazas de invierno, brócoli, col rizada, berza, champiñones y coles de Bruselas.
  • Hidratación: Beber suficiente agua es importante para mantener las membranas mucosas saludables y ayudar a prevenir infecciones respiratorias.
  • Abstenerse de alimentos y sustancias que debiliten el sistema inmunológico: El alcohol, el azúcar refinado, los alimentos procesados, grasosos o crudos inhiben el sistema inmunológico. Es especialmente importante evitar estos alimentos si uno se siente más débil y decaído.
  • Evitar el tabaco y el exceso de alcohol: El tabaco debilita el sistema inmunológico y aumenta el riesgo de infecciones respiratorias. Reducir o eliminar el consumo de alcohol también es beneficioso para la salud.
  • Ventilación: Hay que asegurarse de que las áreas interiores estén bien ventiladas. El aire fresco puede reducir la concentración de virus en el ambiente. Es importante ventilar varias veces al día las estancias de la casa o de la oficina en las que más tiempo se pasa, sobre todo si suele haber más de una persona en ellas.
  • Usar mascarillas: En situaciones de alta transmisión de enfermedades infecciosas, como una epidemia de gripe, usar mascarillas puede ser una medida eficaz para prevenir la propagación de virus y proteger a los demás.

Remedios caseros para combatir la gripe

  • Ajo y cebolla

Estos dos bulbos constituyen el tándem más importante a la hora de prevenir el contagio de la gripe, debido a sus virtudes antiinfecciosas y capaces de combatir la progresión de los virus en el organismo. De hecho, numerosas invasiones patógenas remiten cuando se tratan en sus primeros estadios con ajo. Esta virtud se debe a sus compuestos azufrados, como la alicina y el sulfuro de alilo. Asimismo, en el organismo forma un compuesto denominado glutatión, considerado como uno de los más potentes desintoxicadores orgánicos. Por su parte, la cebolla posee características similares para prevenir las infecciones gripales, debido a su alto contenido en sustancias azufradas.

  • Acerola

Este arbusto originario de Puerto Rico, es el vegetal más rico en vitamina C, llegando a ser 30 veces más elevado que la naranja o el limón. Por tanto, su consumo ayuda a estimular el sistema inmunitario y también es un excelente preventivo ante los contagios gripales. Pero, además, estimula el sistema inmunitario y es un poderoso limpiador del organismo, de tal forma que los residuos que se acumulan en el cuerpo en la batalla de los leucocitos contra los virus de la gripe son eliminados con más facilidad por los órganos depurativos hígado y riñón.

  • Tomillo

Las virtudes del tomillo como desinfectante interno son popularmente reconocidas. De hecho, en muchas zonas de España se añade a sopas, paellas... ya que, además de brindar buen sabor, previene el malestar provocado por la ingestión accidental de alimentos en mal estado. Pero además es un remedio muy efectivo a la hora de prevenir y evitar los contagios gripales, y para eso bastará con tomar una infusión de la planta cada mañana unos minutos antes del desayuno.

  • Seta shiitake

Además de ser un placer para el paladar, las setas chinas poseen una importante acción antibiótica y antibacteriana, que las convierte en un alimento ideal para las épocas invernales, ya que son ligeras para el estómago e ideales para prevenir las infecciones gripales. De hecho, la medicina china las considera curativas de las afecciones húmedas como la gripe, causadas por el frío y con secreciones húmedas, y muy útiles en en tratamiento de dolencias pulmonares e intestinales.

  • Equinacea

Si alguna planta es especialmente eficaz para estimular el sistema inmunitario de tal modo que pueda hacer frente a los ataques de gérmenes patógenos entre los que se encuentran los de la gripe, ésta es la equinácea. El motivo más claro es que aumenta la producción de leucocitos, y sus principios activos, entre los que se encuentran la equinacina, betaína, filosterina y aceites esenciales, impiden que el virus llegue a colonizar las células.

  • Jengibre

Muy extendido su uso como condimento culinario, la raíz del jengibre tiene otras muchas propiedades, entre las que se encuentra la disminución de los síntomas de los procesos gripales. Su consumo se recomienda cuando se es víctima del virus, ya que minimiza las naúseas y el malestar estomacal, y ejerce un efecto curativo sobre los bronquios. Reduce también la intensidad del dolor de cabeza y es expectorante, además colabora en la bajada de la fiebre y su poder antiséptico ayuda al organismo a eliminar más rápidamente la infección.

  • Llantén

Esta planta es una gran regeneradora del organismo y se utiliza para revitalizar el cuerpo en casos de debilidad producida por varias enfermedades, entre ellas gripes y resfriados. Su uso es particularmente efectivo durante el transcurso de la enfermedad e incluso una vez pasados los síntomas más intensos. El motivo es que, entre sus virtudes se encuentra la de ser un buen expectorante, reducir la fiebre, combatir las infecciones de bronquios y garganta y actuar como un suave antidiarreico en los procesos catarrales que cursan con trastornos intestinales.

  • Arándanos

Las últimas investigaciones han demostrado que los componentes de esta fruta combaten las infecciones. Parece ser que el arándano contiene un agente que ataca directamente a las bacterias que pueden colonizar el cuerpo humano cuando las defensas están bajas. En EE.UU. rigurosos estudios científicos han destacado la capacidad de los arándanos para aliviar no sólo las infecciones de las vías urinarias, como se conocía hasta ahora, sino también su acción en otros ámbitos, como el de las infecciones respiratorias y de oído.

  • Zinc

La toma de algunos oligoelementos refuerza las defensas y ayuda a eliminar el virus gripal. El zinc es un mineral básico para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario y, tomado en las primeras fases gripales, puede llegar a eliminar el virus, evitando sus molestas y a veces complicadas consecuencias. Además puede ser más eficaz que la vitamina C para reducir la duración de los resfriados ya que es uno de los más potentes activadores del sistema inmunitario. Las ostras, los quesos curados, la ternera, las gambas, los langostinos, las judías y guisantes secos, el pan integral y las lentejas son otras buenas fuentes de este mineral.

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