
El magnesio es un mineral imprescindible para el organismo humano pero un exceso del mismo, llamado hipermagnesemia, puede ser malo para la salud. Quienes más pueden sufrirlo son personas con insuficiencia renal porque los riñones son los encargados de eliminar el exceso de magnesio. Pero, ¿qué es la hipermagnesemia? La hipermagnesemia es una afección médica que se caracteriza por niveles elevados de magnesio en la sangre. Si bien el magnesio es un mineral esencial que desempeña un papel crucial en varias funciones corporales, los niveles excesivos pueden provocar complicaciones de salud graves.
Síntomas de hipermagnesemia
- Síntomas leves a moderados: Diarrea que suele ser común cuando el exceso proviene de suplementos o laxantes con magnesio. Náuseas y vómitos, debilidad muscular y fatiga e hipotensión.
- Síntomas graves: Confusión o letargo, alteraciones en el ritmo cardíaco, dificultad para respirar, parálisis muscular y colapso cardiovascular.
Causas de la hipermagnesemia
- Insuficiencia renal: La enfermedad renal crónica o insuficiencia renal aguda es la causa más común de hipermagnesemia. El motivo es que los riñones son los encargados de excretar el exceso de magnesio y, cuando no funcionan correctamente, el magnesio se acumula en la sangre.
- Ingesta excesiva de magnesio: La ingesta elevada de magnesio, ya sea a través de suplementos dietéticos o medicamentos que contienen magnesio, puede provocar hipermagnesemia.
- Otras afecciones médicas: Ciertas afecciones médicas, como el hipotiroidismo, la enfermedad de Addison y la hipercalcemia hipocalciúrica familiar, también pueden contribuir a niveles elevados de magnesio.
- Medicamentos: Algunos medicamentos, incluidos los antiácidos y laxantes que contienen magnesio, pueden causar hipermagnesemia, especialmente cuando se toman en grandes cantidades.
Recordemos que en personas sanas, el cuerpo regula bien los niveles de magnesio a través de los riñones, por lo que la toxicidad es rara a menos que haya un problema de salud subyacente o una ingesta excesiva y prolongada.
¿Cuándo se deben tomar suplementos de magnesio y cuando no?
Desde hace años, los profesionales sanitarios advierten de que el boom que han experimentado los suplementos nutricionales carece de sentido, ya que la mayoría de las personas pueden obtener las vitaminas y minerales con una dieta variada y equilibrada. A pesar de ello, entre los suplementos más vendidos se encuentran los de magnesio. Recordemos que el magnesio es un mineral esencial que participa en diversas reacciones bioquímicas dentro del organismo, como por ejemplo la contracción muscular, el impulso nervioso, es un componente óseo, estimula la síntesis proteica…. Pero, ¿cuáles son las funciones del magnesio en el organismo humano?
- La actividad de muchas coenzimas y de gran cantidad de reacciones que dependen del nucleótido trifosfato de adenosina, fundamental para la obtención de la energía celular.
- Papel estructural: Ejerce como estabilizador de la estructura de las cadenas de ADN y ARN.
- Participa en el desarrollo de neuromoduladores y neurotransmisores.
- Procesos calmantes.
- Interviene en la relajación muscular.
- Facilita el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
- Contribuye a regular los niveles de glucosa en sangre.
Quiénes deben tomar suplementos de magnesio
Algunas personas deben tomar suplementos de magnesio, pero siempre bajo la prescripción de un profesional sanitario autorizado. Se trata, aquellos casos donde no se puedan cubrir las necesidades mediante alimentación o situaciones que demanden una mayor necesidad, como cuando se están administrando determinados fármacos. También pueden estar aconsejados en algunas personas con ciertas enfermedades como hipertensión, diabetes o migrañas. Pero incluso en estos casos, con la alimentación puede que sea suficiente.
Si bien es cierto que también los deportistas pueden tener necesidades ligeramente superiores debido a una mayor pérdida por sudoración y a la mayor demanda metabólica. Sin embargo, esto suele cubrirse con una dieta adecuada, por lo que la suplementación solo es útil si hay signos de déficit o riesgo aumentado, como en deportes de resistencia prolongada o en climas muy calurosos.

