
La edad en la que una mujer tiene su primera menstruación podría ofrecer muchas más pistas sobre la salud de lo que se pensaba hasta ahora. Un estudio reciente ha demostrado que tanto una primera menstruación temprana (antes de los 10 años) como una tardía (después de los 15) están relacionadas con diferentes riesgos para la salud en etapas posteriores de la vida, como la obesidad, la diabetes o los problemas cardíacos.
La investigación fue presentada durante la reunión anual de la Sociedad de Endocrinología (ENDO 2025), celebrada en San Francisco, y forma parte del Estudio Longitudinal Brasileño de Salud del Adulto (ELSA-Brasil), uno de los mayores análisis de este tipo realizados en un país en desarrollo. Se evaluaron datos de 7.623 mujeres brasileñas de entre 35 y 74 años, utilizando entrevistas, exámenes físicos, pruebas de laboratorio y ecografías.
Tras analizar los resultados, se muestra que las mujeres que tuvieron su primer período antes de los 10 años presentaron un riesgo significativamente mayor de desarrollar problemas como obesidad, presión arterial alta, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Además, también eran más propensas a sufrir complicaciones en su salud reproductiva, como la preeclampsia —una complicación del embarazo que se caracteriza por la aparición de hipertensión y daño en órganos, generalmente los riñones, después de la semana 20 de gestación—.
Según la autora principal del estudio, la doctora Flávia Rezende Tinano, de la Universidad de São Paulo: "Ahora contamos con evidencia de una amplia población brasileña que confirma cómo tanto la pubertad temprana como la tardía pueden tener diferentes impactos en la salud a largo plazo".
Un periodo tardío
Por el contrario, aquellas mujeres que comenzaron su menstruación después de los 15 años tenían menos probabilidades de desarrollar obesidad. Sin embargo, el estudio establece que esta condición no implica una protección completa, ya que presentaban un mayor riesgo de experimentar otras patologías, como irregularidades menstruales y algunos tipos de afecciones cardíacas.
Uno de los aspectos más relevantes del estudio es que la mayoría de las mujeres recuerdan con claridad la edad en que tuvieron su primer período, lo que convierte este dato en una herramienta práctica y accesible para identificar riesgos a tiempo.
"Nuestros hallazgos sugieren que conocer la edad de una mujer al momento de su primera menstruación puede ayudar a los médicos a identificar a aquellas con mayor riesgo de padecer ciertas enfermedades", explica la doctora Tinano.



