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El asesino de las oficinas de Nueva York alegó sufrir ETC: el riesgo entre deportistas se dispara

Estudios revelan que los jugadores tienen 3,5 veces más riesgo de enfermedades neurodegenerativas y cinco veces más de Alzheimer.

Estudios revelan que los jugadores tienen 3,5 veces más riesgo de enfermedades neurodegenerativas y cinco veces más de Alzheimer.
Collage de la imange de Shane Tamura y un cerebro | Libertad Digital

Shane Tamura, el asesino de las oficinas de la NFL en Nueva York dejó una nota en la que afirmaba tener ETC o encefalopatía traumática crónica y que fue la enfermedad la que le impulsó a realizar el ataque. Recordemos que el joven viajó desde Las Vegas hasta Nueva York solo para la matanza en la que arrebató la vida de cuatro personas en el 345 Park Avenue de Manhattan.

Después del ataque se conoció que el joven de 27 años había dejado una nota en la que culpaba a la ETC. pero, ¿qué es esta enfermedad? Es una enfermedad asociada con golpes repetitivos en la cabeza y que podría haber estado vinculada con su carrera deportiva como jugador de fútbol americano.

De momento no se ha podido demostrar que la enfermedad fuera la culpable del asesinato múltiple. Lo que se sabe es que Tamura descendió de un vehículo BMW negro empuñando un rifle de asalto M4 entró en el vestíbulo del edificio en donde comenzó a disparar matando a tres personas, posteriormente subió en el ascensor hasta el piso 33 para dirigirse a la oficina de Rudin Managment en donde continuó disparando y asesinó a otra persona. Después, se suicidó con un tiro en el pecho.

Pero, ¿qué es el ETC que padecía Tamura?

La encefalopatía traumática crónica (ETC) o traumatismo craneoencefálico y enfermedad traumática crónica (TCE) está provocado por un golpe, sacudida o impacto en la cabeza que interrumpe el funcionamiento normal del cerebro y puede ser causado por la gravedad de la lesión.

De hecho, los golpes en la cabeza pueden llegar a producir cambios en el estado mental, periodos largos de inconsciencia y serios problemas cerebrales después de la lesión. Además, según el Instituto Nacional de la Salud de los Estados Unidos, el TCE puede causar un grave problema cerebral en deportistas como los jugadores de la NFL.

¿Cómo se producen estos daños en el cerebro? Un movimiento repentino de la cabeza y el cerebro puede hacer que el cerebro rebote o se retuerza en el cráneo, lesionando las células cerebrales, rompiendo los vasos sanguíneos y creando cambios químicos. Este daño se denomina un traumatismo craneoencefálico (TCE).

Para hacernos una idea, cada año se producen en España más de 100.000 casos de daño cerebral traumático y aproximadamente el 75% de los casos se dan en menores de 35 años. Aunque algo más del 60% de los casos de TCE que se producen al año son debidos a accidentes de tráfico y a accidentes laborales, la Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que al menos un 20% de los casos se deben a lesiones deportivas.

Además, según estimaciones de la SEN, entre el 10 y el 20% de las lesiones deportivas que se producen cada año son traumatismos craneoencefálicos y alrededor de un 20% de los jugadores de deportes de contacto padecen, al menos, un episodio de daño cerebral traumático al año, siendo el fútbol, el fútbol americano, el rugby, el hockey y el boxeo los deportes donde hay mayor incidencia de este tipo de lesiones.

Causas de los TCE y la ETC

Como decimos, los traumatismos craneoencefálicos (TCE) generalmente son causados por un golpe, una sacudida o un impacto explosivo a la cabeza, es decir, una lesión penetrante de la cabeza que interrumpe el funcionamiento normal del cerebro. Hay que destacar que no todos los golpes de la cabeza causan un TCE. Pero cuando ocurre, el traumatismo craneoencefálico puede ser desde leve (como un breve cambio en el estado mental o la conciencia) hasta grave (como un período más largo de inconsciencia o problemas serios con el pensamiento y el comportamiento después de la lesión). Afortunadamente, alrededor del 75% de los TCEs que ocurren cada año son leves.

Por su parte, la encefalopatía traumática crónica (ETC) es un trastorno poco frecuente que no parece que esté relacionada con una única lesión en la cabeza sino con lesiones reiteradas como las que a menudo se producen en deportes de contacto o el combate militar. Pero además, el desarrollo de la encefalopatía traumática crónica ha estado asociado con el síndrome del segundo impacto, en el que se produce una segunda lesión en la cabeza antes de que se hayan resuelto completamente los síntomas de la primera lesión.

De hecho, se ha descubierto encefalopatía traumática crónica en el cerebro de personas que jugaban al fútbol americano y otros deportes de contacto, como el boxeo. Como decimos, también puede producirse en militares que han estado expuestos a explosiones. Pero, ¿cuáles son los síntomas? Se considera que algunos de los síntomas de la encefalopatía traumática crónica incluyen dificultades para pensar y mostrar emociones, problemas físicos y otras conductas. Pero no son efectos inmediatos sino que se cree que estos se desarrollan años o décadas después de producirse el traumatismo craneal.

Síntomas de la ETC

Además de los síntomas característicos de un traumatismo craneoencefálico, no hay síntomas específicos que hayan sido claramente relacionados con la encefalopatía traumática crónica. Algunos de los posibles síntomas pueden darse con muchas otras afecciones. No obstante, en las personas con encefalopatía traumática crónica confirmada tras la autopsia, los síntomas incluían alteraciones cognitivas, conductuales, motoras y del estado de ánimo.

Pero, algunos de los signos de alerta de una posible encefalopatía traumática crónica son deterioro cognitivo como dificultad para pensar, pérdida de memoria, problemas para planificar, organizar y hacer tareas. O cambios en la conducta como conducta compulsiva o agresividad. También incluye trastornos del estado de ánimo como depresión o apatía, inestabilidad emocional, abuso de sustancias adictivas o pensamientos o conductas suicidas. Sin olvidar los síntomas motores como problemas para caminar o para mantener el equilibrio, Parkinson o enfermedad de las neuronas motoras.

Como hemos dicho anteriormente, los síntomas de la encefalopatía traumática crónica no aparecen inmediatamente después de un traumatismo craneal sino que, según los expertos puede tardar décadas o años en desarrollarse después de sufrir repetidos traumatismos craneales.

Los futbolistas tienen más riesgo de enfermedad neurodegenerativa

Un estudio americano comparó los datos de más de 600 exjugadores de fútbol americano y descubrió que el riesgo de sufrir la enfermedad depende del nivel de juego y el tiempo que practicaba este deporte cada persona. "Por cada año adicional de juego, el riesgo de sufrir ETC aumentó en un 15%. El tipo y la fuerza de los impactos en la cabeza también fueron predictores más fuertes del riesgo de ETC que la cantidad de golpes en la cabeza que experimentó un jugador", reveló el estudio de NIH.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también reconoce que TCE está detrás de un 30% de las muertes con jugadores de fútbol americano y un 84% de las lesiones se producen porque las personas no están protegidas adecuadamente. Además, señala que los traumatismos craneoencefálicos son la primera causa de muerte e incapacidad en personas menores de 45 años en los países desarrollados y un 43% de los afectados padece algún tipo de discapacidad.

Desde hace tiempo se conoce la asociación del daño cerebral traumático y el desarrollo de encefalopatía traumática crónica, una enfermedad neurodegenerativa que se produce, principalmente, por haber padecido lesiones cerebrales traumáticas repetitivas en el pasado. Algunos estudios apuntan a que cerca del 90% de los casos de encefalopatía crónica postraumática se producen en jugadores profesionales de deportes de contacto, sobre todo, en deportistas de boxeo, rugby, fútbol americano, hockey, artes marciales y lucha libre. Además, son diversos los estudios que han señalado que el daño cerebral ocasionado por los golpes repetidos en la cabeza conlleva para los deportistas un riesgo superior de desarrollar otro tipo de demencias, como el Alzheimer, pero también otras enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Parkinson.

¿Cuántos estudios hay en deportistas sobre este asunto? Pues, al de Estados Unidos hay que añadirle un reciente estudio con futbolistas suecos que señala que, salvo los porteros, los futbolistas tenían 1,5 veces más probabilidades de desarrollar una enfermedad neurodegenerativa en comparación con la población general. Además, otro estudio realizado en Escocia aumentaba esta cifra, señalando que los futbolistas profesionales tienen 3,5 veces más riesgo de desarrollar una enfermedad neurodegenerativa que el resto de la población y cinco veces más probabilidades de desarrollar Alzheimer.

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