
Muchos ciudadanos están notando ya una temporada de la gripe adelantada y más intensa: más casos a su alrededor, con más síntomas y particularmente pronunciada entre los niños. El responsable es el denominado subclado K, una variante de la gripe A (H3N2) que podría terminar siendo la dominante en esta temporada atípica que se prevé más dura porque se producirán más casos. En medio de lo mucho que se está hablando de la gripe estos días, estas son algunas de las cuestiones clave, explicadas por los expertos.
¿Por qué la incidencia puede ser mayor?
Hace unos días, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) alertó sobre la posibilidad de una temporada de gripe más "dura" por la presencia, probablemente dominante, de un subtipo de la gripe A (H3N2) con "divergencias sustanciales" frente a los virus que habían circulado en las últimas temporadas. El denominado subclado K tiene entre sus características un R0 (el número reproductivo básico que marca el número de contagios que produce cada paciente) "ligeramente más alto de lo habitual para virus de gripe estacionales", señala a LD el profesor de Microbiología y consejero científico del Centro Nacional de Gripe Raúl Ortiz de Lejarazu. Eso significa, señala, que "mientras que con un virus de gripe estacional habitual 100 personas infectadas generan 110-120 casos (R0 1,1-1,2) con el subclado K cada 100 infectados pueden generar entre 130 y 150 casos". La consecuencia es un número de infectados mucho mayor durante las entre 8 y doce semanas que puede durar una epidemia invernal de gripe.
Por otro lado, según recordó la agencia europea, la gripe A (H3N2) no había sido la dominante desde la temporada 2022/2023. En las últimas, el más frecuente fue el A (H1N1). Eso hace, según explica el catedrático de Microbiología Ignacio López Goñi en The Conversation, que la población pueda tener una inmunidad algo menor al no haberse expuesto recientemente a esta variedad del virus. Añade además que "las temporadas dominadas por este patógeno suelen ser más fuertes, con menor eficacia de la vacuna y con casos más graves en adultos mayores que en temporadas dominadas por A(H1N1)".
¿Produce la variante K una enfermedad más grave?
Tanto Goñi como Lejarazu coinciden en que no. Goñi destaca los datos de los países de Asia que ya han vivido el pico de gripe y que no han experimentado ni una menor eficacia de los antivirales, ni una "mayor virulencia del patógeno ni gravedad de la enfermedad". "No parece que cause una enfermedad más grave", señala el catedrático. Mientras, el doctor Lejarazu recuerda que en cualquier caso "a mayor número de casos y con igual porcentaje de casos graves o complicaciones que con otros virus, al final tendremos un mayor número absoluto de casos aunque la proporción sea la misma". "Tenemos un virus de gripe con mayor fitness (en alusión a su eficacia biológica o capacidad de replicación) y mayor infecciosidad", explica. "Puede haber un mayor número de casos (incidencia) y ésta dependerá del porcentaje de dominancia del nuevo subclado K en esta epidemia". De ahí los avisos sobre la posibilidad de que esta temporada se tensionen aún más de lo habitual los servicios sanitarios.
¿Qué importancia tiene que se haya adelantado?
El aviso europeo aludía al hecho observado en muchos países (y que también se está experimentando en España) de que la temporada de gripe se está adelantando entre tres o cuatro semanas. Una circunstancia que entre otras cosas provoca que la mayor circulación del virus pille aún a muchas personas entre las consideradas de riesgo sin vacunar. Por ello, el mensaje principal era que esos ciudadanos "se vacunen cuanto antes".
¿Cuánto protege la vacuna frente a la variante K?
Quizás el mayor motivo de confusión entre lo publicado sobre la nueva temporada de gripe sea lo relacionado con la vacuna. La vacuna de la gripe, un virus que muta mucho, es distinta cada año puesto que se elabora con las cepas que se prevé que puedan ser las predominantes en función de las que circularon el año anterior. Según recuerda López Goñi, la de este año se diseñó para proteger "contra dos subtipos de A (H1N1), gripe B y una clase de A (H3N2) anterior a esta nueva clase K".
"El virus presenta varias mutaciones respecto a la cepa incluida en la vacuna de esta temporada, lo que podría significar cierto desajuste en protección frente a la infección", señala el inmunólogo José Gómez Rial, del Hospital Clínico Santiago de Compostela. Pero eso no significa que la vacuna sea menos útil, sino todo lo contrario: según el inmunólogo, las vacunas "siguen protegiendo bien contra enfermedad grave, gracias a las defensas cruzadas del sistema inmunitario", y cita los primeros datos de efectividad publicados en Inglaterra.
Al respecto, el doctor Lejarazu señala que "cuando se prevé que una vacuna vaya a tener menor efectividad hay que aumentar al máximo la cobertura para obtener el máximo de eficacia previsto". Y destaca que además de en los grupos de riesgo como mayores de 65 años y con enfermedades previas, "es especialmente importante la vacunación de los niños menores de 5 años y de las mujeres embarazadas". "La gripe multiplica por 2 el riesgo de recién nacido muerto y también el de bajo peso en el recién nacido", apunta. Y señala que es necesario aumentar la cobertura en niños: "La gente desconoce que el riesgo de meningitis mortal por meningococo es similar o incluso menor que el de gripe mortal en niños durante sus dos primeros años de vida. Hace trece años que la OMS advirtió de la necesidad de vacunar de gripe todos los años a los niños. No es un tema nuevo. Ha sido otra vez más un tema de ignorancia política contra la salud ciudadana".
"El problema potencial es la mayor transmisión: al haber circulado poco H3N2 estos años, tenemos menos inmunidad reciente, sobre todo los niños, que suelen iniciar la cadena de contagios", señala Gómez Rial, que apunta que "incluso con un virus algo distinto (como todos los años), la vacuna reduce hospitalizaciones y complicaciones graves".

