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El próximo reloj de Samsung no será Android

Saldrá al mercado con el sistema operativo Tizen, basado en Linuz y hecho por exdesarrolladores de MeeGo.

Saldrá al mercado con el sistema operativo Tizen, basado en Linuz y hecho por exdesarrolladores de MeeGo.
Reloj smartphone Samsung Gear. | Samsung

Recientemente salió a la luz que Samsung tuvo la oportunidad de comprar en su día, o al menos invertir, en Android, cuando solo era un proyecto de una pequeña compañía compuesta por ocho personas. La surcoreana dejó pasar la oportunidad y fue Google quien se hizo con el sistema operativo. Años después, es el ecosistema móvil más popular del mundo.

Aunque está basado en software de código abierto y resulta muy jugoso para los fabricantes por lo barato, Google controla en bastante medida Android, especialmente los servicios que deben estar asociados a él. Y eso se traduce en pingües beneficios por el uso de aplicaciones como el correo, YouTube, etc.

No resulta fácil penetrar en este mercado ahora, a menos que seas Apple, que golpeó antes y desarrolla smartphones que venden por millones a pesar de hacer la guerra por su cuenta. Microsoft lo está intentando con Windows Phone, pero a pesar de que los analistas predicen que llegará un momento en el que tenga una cuota significativa, por ahora es muy baja con respecto a Android.

Después de la eclosión de los smartphones primero y las tabletas después, en estos momentos vivimos los primeros pasos de una nueva categoría de dispositivos móviles: los ponibles. En inglés 'wearables', estos dispositivos son aquellos que llevamos encima, que monitorizan nuestra actividad y que pueden tener forma de pulsera, reloj, gafas o hasta camisetas.

Es un mercado muy jugoso; no solo por el dinero que puede venir de la venta de dispositivos, sino también del asociado a los datos. Y Samsung no quiere que ocurra lo mismo que ocurrió con Android. Ahora que estos dispositivos aún no están en las mentes de todos los consumidores, ahora que no hay una gran base instalada y ahora que no hay una compañía que gobierne con puño de hierro... Hay que intentar ser esa compañía y no bailar al son que toca otra.

De esta forma, tiene mucho sentido que Samsung esté planeando presentar una segunda versión de su smartwatch, el Galaxy Gear, basado en el sistema operativo Tizen. Al margen de los cambios que necesita el reloj, sería un paso importante en la estrategia de Samsung para potenciar el 'software' propio. Este sistema operativo ha sido patrocinado por la Fundación Linux y su desarrollo está dirigido por Intel, Samsung y ex-desarrolladores de MeeGo, el antecesor de Tizen.

Los programadores pueden crear aplicaciones para Tizen en HTML5 o nativas con las librerías Enlightenment Foundation. La parte negativa del asunto es que a pesar de que ha sido construido tomando el código abierto como base, la última versión de Tizen tiene un SDK con código propietario de Samsung.

El objetivo y los motivos de Samsung están bastante claros: que Tizen vaya conquistando un terreno bastante virgen mientras sigue trabajando para que el sistema operativo consiga hacerse también un hueco en los smartphones y móviles, donde Google es el rey.

La cuestión es: ¿Qué beneficia más a los usuarios, una compañía de servicios de Internet que impone sus reglas a todos los fabricantes o un único fabricante que domina el mercado -Samsung tiene la mayoría de la cuota y los ingresos que obtienen los fabricantes con Android a día de hoy-, haciendo la guerra por su cuenta con un sistema operativo?

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