Un edificio en España ha captado la atención por una peculiaridad arquitectónica única: su tejado es, en realidad, una carretera transitable. Esta curiosa estructura, ubicada en el municipio de Tacaronte, en Tenerife, combina en un solo espacio la funcionalidad de un edificio habitacional con el paso de vehículos por su parte superior, un diseño muy atrevido que se remonta a los años sesenta.
Este edificio, tan curioso que se ha convertido en una atracción turística en sí mismo, se llama Los Ficus y cuenta con 60 viviendas. Se construyó en los años 60 y 70 con el objetivo de mantener en pie dichas viviendas, que estaban en construcción, y, al mismo tiempo, crear un acceso a la zona de Mesa del Mar, pues la carretera baja hasta una rotonda que comunica con una magnífica playa.
El ruido de los vehículos
Sin embargo, este edificio tan original tiene una parte negativa: el ruido de los vehículos. Algunos vecinos, sobre todo los de las últimas plantas, se han quejado de que vehículos pesados, como camiones y autobuses, provocan mucho ruido y vibraciones en las casas. Por ello, desde hace años se prohibió el paso a camiones, y solo pueden circular dos autobuses.
El edificio Los Ficus ha logrado perdurar a lo largo de los años y se mantiene como uno de los símbolos más representativos de la ciudad. Además, ha vuelto a captar la atención gracias a su popularidad en redes sociales, donde numerosos usuarios comparten fotografías y vídeos sobre su diseño tan peculiar.
La construcción se encuentra en una ubicación privilegiada, algo que puede apreciarse en plataformas como Google Maps, lo que permite a curiosos y turistas de todo el mundo descubrir esta obra arquitectónica tan especial sin necesidad de estar allí en persona.
El edificio Lingotto
Un edificio que en cierto sentido es un antecedente del Los Ficus es la sede de Fiat, que además, de tener oficinas, cuenta con un circuito en su azotea. Tras la inauguración de la compañía automovilística en 1899 y sus buenos resultados económicos en los años posteriores, Giovanni Agnelli — presidente de la Juventus de Turín de 1947 a 1954— encargó la construcción de una nueva sede en el barrio de Lingotto, en su ciudad natal.
Esta nueva sede debía contar con oficinas y un circuito de pruebas, por lo que, para conseguir la máxima funcionalidad, los ingenieros Mattè-Trucco y Ugo Gobbato propusieron colocar la pista de pruebas en el tejado, y así ahorrar espacio. Tras recibir el visto bueno, la construcción del Lingotto comenzó en 1916 y acabó en 1923, cuando el edificio fue inaugurado por el rey de Italia, Víctor Manuel II.
Escenario de películas
Al finalizarse, se convirtió en la mayor fábrica de automóviles del mundo, el mayor edificio de Europa y el segundo del mundo. En el Lingotto se han fabricado más de 80 modelos diferentes del Grupo Fiat y también ha sido escenario de la película The Italian Job (1969).
Todo el edificio giraba alrededor del circuito de la azotea; de hecho, esta estructura determinó la forma del resto del edificio, con dos enormes rampas de 30 metros de altura, y el clásico Fiat Turbina llegó a circular por su tejado a más de 250 km/h, según informa Diaromotor. El Lingotto se convirtió en un símbolo, y el techo se utilizó para realizar pruebas de sus modelos hasta la década de 1970, cuando comenzó a quedarse obsoleto y finalmente se decidió cerrar la pista en 1982.
Nuevos cambios
En los años posteriores, para reaprovechar el edificio, se hicieron algunos cambios: un helipuerto, un centro comercial, un hotel (Hotel NH Torino Lingotto Congress), espacios para realizar conferencias y una galería de arte. Actualmente, la azotea se puede visitar con la exposición Casa 500, donde se cuenta la historia de la marca Fiat y el modelo Fiat 500.