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Daniel R. Rodero

Álvaro Morte 'dixit'

Álvaro, colegui, a ver cómo te lo explico. Mira, uno puede pensar lo que quiera, pero si no le has dado un par de vueltecitas, es mejor que calles.

Álvaro, colegui, a ver cómo te lo explico. Mira, uno puede pensar lo que quiera, pero si no le has dado un par de vueltecitas, es mejor que calles.
Álvaro Morte. | Gtres

Álvaro, colegui, a ver cómo te lo explico. Mira, uno puede pensar lo que quiera, pero si no le has dado un par de vueltecitas, es mejor que calles. Me sonabas de haberte visto en televisión, o eso creo, pero resulta que desde hace dos semanas me están llegando muchos comentarios sobre las perlas que sueltas en las interviús, y me has obligado a informarme. Las he leído y ha sido demasié, vamos, que no he parado de menear el moflete con las risas.

Leo: "Para evitar que se lo apropien, lo que he hecho con el personaje de Elcano es un tipo muy de izquierdas, que busca siempre el consenso entre sus hombres, que persigue el bien común y no el bien propio y que somete a votación las grandes decisiones que toma. Mi Elcano es muy de izquierdas y cero totalitario". O sea, que para evitar que se lo apropien los de derechas te lo has apropiado tú. Pues, amigui, ojo con esas apropiaciones que a lo mejor son indebidas y no te hacen bien.

Ahora vamos a aplicar un poco la lógica, que tú has estudiado algo de matemáticas y no te costará trabajo. ¿Cómo es posible que aquellos tipos completasen una expedición tan arriesgada deliberando a lo 15-M? ¿No ves que unos se querrían ir a su pueblo, otros por una ruta distinta y algunos ni se sabe? Para que te sitúes, imagínate a un comandante organizando una asamblea con sus subordinados para decidir cómo responder al ataque; antes de que termine de hablar el primero, ya no queda de ellos ni la sombra. Está estudiado: a mayor peligro y mayor exposición a situaciones desconocidas, mayor centralización en el ápice estratégico y mayor simplicidad en la cadena de mando. Píllate Teoría de las organizaciones, de Henry Mintzberg, que lo explica fetén.

Otro comentario: "[Elcano] dejó parte de su fortuna a varias iglesias y de ahí se concluye que era muy devoto. Pero lo dudo. (…) Creo que siguió un patrón como el de Lope de Vega, gamberro, mujeriego, juerguista que, tras pasarse la vida guerreando, se hizo cura al final de sus días para expiar sus pecados". Supongo, Álvaro, que te habrás leído todas las Rimas sacras de Lope y la Canción a la muerte de Carlos Félix antes de ponerte a elucubrar por tu cuenta. Y sobre Elcano, ¡mira que si dejó dinero a varias iglesias para despistar…! En 1976, Antonio Gala escribió para Televisión Española una serie titulada Paisaje con figuras. Uno de los episodios versaba sobre tu personaje y en él aparecía rezando el Padre Nuestro en euskera. Aquello hizo que el Gobierno de Arias le censurara la serie. ¡El disgusto que se habría ahorrado el bueno de Antonio de haber sabido que Elcano era ateo…!

Otra perlita que nos regalas: «[Los navegantes de entonces] pensaban –y hay quien aún lo piensa– que la Tierra era plana. Imagina lanzarte a un viaje en el que puede que el mar se te acabe… Las opciones, se creía, eran caer al vacío o seguir flotando en la nada. Y todos aquellos marineros asumieron eso. ¡Es la leche!". Pero Álvaro, ¡pardiez!, con todo lo que presumes de haber empollado para preparar el personaje, ¿no te dijeron que el proyecto de Colón era llegar a las Indias por el oeste? ¿Cómo iban a pensar medio siglo más tarde que la Tierra era plana? Entre escucharte decir eso y que Elcano era muy de izquierdas a comienzos del siglo XVI, me estás preocupando. Hombre, que te matriculaste en teleco

A mí eso de mirar el mundo únicamente con el ojo zurdo me parece una bizquera innecesaria, pero oye, muchacho, allá tú. Álvaro, colegui, que no te lo digo por mal, eh, que yo no sé cómo eres y estoy seguro de que eres muy amigo de tus amigos y que saludas a tus vecinos cuando te los encuentras en los rellanos o en la panadería de la esquina, pero una cosa es una cosa y otra que te tengamos que dar la razón. A ver si te piensas que porque hayas salido en El secreto de puente viejo y en La casa de papel vamos a considerarte un argumento de autoridad. Y mira que lo de hacer series diarias es un curro de aúpa y que en cierta forma te admiro. Nadie podrá discutirte que eres ejemplo de perseverancia; seguro que has tenido rachas de no tener pelas ni para el billete de metro, mientras veías que otros más torpes te adelantaban ayudados. Y, para colmo, aquella enfermedad que superaste. Oye, en eso, chapó.

Pero Álvaro, tronco, no me hagas como los choricillos de tu gremio, tú ya me entiendes. Me refiero a esos comicastros a quienes se les llena la boca hablando de kultura y luego van al Pasapalabra y no saben contestar ni al "buenas tardes" del presentador. Dices: "Deberíamos pensar más en términos globales e intentar fomentar la unidad como sociedad para enfrentarnos a tantos problemas e injusticias". Mi consejo es que, en vez de preocuparte por cambiarlo todo y hacer un Elcano de izquierdas, ayudes a adecentar un poco tu sector, que es de lo más rancio que uno se puede llevar a los ojos y huele a injusticia y sexismo que trasciende. Por ejemplo, a ver si alzas un pelín la voz para que a las actrices con talento –sean guapas o feas– les llegue alguna mínima posibilidad de demostrarlo, que Hiba Abouk, Amaia Salamanca o Andrea Duro ya han tenido más oportunidades que El Platanito y siguen sin ser capaces de defender un personaje que no sea el de adolescente frívola, niñatona e insoportable.

También te digo, menos mal que tenéis a Adriana Ugarte, a Inma y Belén Cuesta, a Vicky Luengo o a Anna Castillo para salvaros al conjunto de la profesión; porque, si no, parecería que el talento lo mandáis directamente al guano, en unos casos por falta de crossfit y en otros… a saber, que mira que es raro que en España no tengamos un Epstein con lo pequeñísima y codiciada que es la tarta nacional. Claro que en el actoraje masculino tampoco andáis para tirar cohetes: en unas pocas décadas hemos pasado de Paco Rabal a Mario Casas, Martiño Rivas y Alejandro González, que son al mundo de la interpretación lo que Elvira Sastre o Rafael Cabaliere a la literatura. O sea, un fraude institucional, infuloso y chulángano. Mediocridad con abdominales, vaya.

En fin, Álvaro, amigo, que, puesto a clamar contra las injusticias del universo mundo, podrías comenzar por tu parcela, ya verás qué experiencia tan guay; aunque, ojo, si lo haces, a lo mejor no te consigue un contrato ni Paquita Salas. Los del show business, macho, que son muy suyos.

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